Caos y angustia en les Cases d'Alcanar

"Si esto llega a pasar hace una semana habría sido una desgracia", Ivan Escoda, residente del Camping Les Cases

Júlia Albesa
y Júlia Albesa

TortosaLos vecinos de les Cases d'Alcanar han vivido incomunicados una de las trombas de agua más fuertes de los últimos tiempos. La calle Trafalgar, situada al principio del municipio costero, se ha convertido en un barranco de barro que ha inundado las vías, casas, parkings y se ha llevado coches, sillas y todo lo que se ha encontrado por delante. La tromba de agua de este miércoles ha provocado también escenas de caos, como la que explica Quique Queralt, vecino de les Cases d'Alcanar: "Esto no se había visto nunca. Todos los vehículos estacionados en lo alto del pueblo han aparecido en el paseo marítimo; incluso dentro del mar. Me ha costado más de dos horas llegar a casa; la carretera entre la Ràpita y les Cases estaba impracticable por culpa de la caída de rocas y márgenes".

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La parte más dura se la ha llevado el Camping les Cases. Los Bomberos de la Generalitat han tenido que hacer varios rescates, sobre todo de gente mayor que reside ahí en verano. La situación se ha vivido con mucha angustia, según explica Ivan Escoda, que reside en el camping con la familia durante estos dos meses. "Estábamos en la caravana cuando de repente el muro del camping ha cedido por la fuerza del agua que bajaba. El agua ha arrastrado coches al mar y ha movido caravanas. Esto es zona catastrófica. Todo está bajo el mar". Escoda ha explicado que ahora el camping está medio vacío y que solo se alojan familias y gente mayor que ya son residentes habituales. "Si esto llega a pasar hace una semana habría sido una desgracia", afirma. Los Bomberos han tenido que ayudar a su familia para salir de la caravana. No han sufrido daños. Durante la tarde han ayudado a los vecinos sacando agua y barro de sus caravanas. A las familias que han sufrido más daños, el propio camping les ha cedido apartamentos para poder pasar la noche.

En el campo la suerte no ha cambiado. Las redes viarias impracticables y los más de 228 l/m² que han caído durante la mañana han provocado escalofríos a los agricultores que todavía no han podido acceder a sus fincas para evaluar los daños. Es el caso de Carles Roig. "Esto ha sido muy bestia. A pesar de que todavía es pronto para saberlo, los daños serán muy graves", asegura. Recordando las trombas de agua de 2018, Roig ha afirmado: "La lluvia de este miércoles no se puede comparar. Ha caído con mucha más intensidad", y ha añadido: "Yo no había visto nunca lo que ha pasado hoy".

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Sin embargo, no todo el mundo ha vivido la tromba de agua del mismo modo. Robert Garcia vive a 100 metros de la calle Trafalgar. Trabaja desde casa y ha visto cómo empezaba a caer el agua desde las 11 de la mañana. Con cortes intermitentes de luz y de internet se ha pasado el día enganchado al móvil viendo lo que pasaba solo unos metros allá de donde vive. Robert Garcia ha vivido la tromba de agua inquieto: "No podíamos salir a la calle. Nos llegaban los vídeos y las noticias con cuentagotas. Y durante todo el rato hemos oído el ruido del helicóptero. Lo que más me ha impactado es ver cómo el mar se ha teñido de marrón", relata.

Entre el caos y la angustia y con el miedo en el cuerpo, los vecinos de les Cases d'Alcanar han visto cómo el agua les ha entrado en las casas, negocios y restaurantes. La tromba de agua no ha dejado arena en las playas y se ha tragado coches, sillas y mesas. Muchos vecinos han recordado ese 2018 en el que cayeron 230 l/m² en un par de horas. También han recordado que todavía no han recibido ninguna de las ayudas prometidas y que están retenidas por la Generalitat.