La Casa Blanca despide a la directora de la principal agencia de salud pública por no alinearse ideológicamente

WashingtonLa Casa Blanca anunció la noche del miércoles que había destituido a la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Susan Monarez, por no alinearse con la agenda del presidente. En un correo electrónico, un portavoz de Donald Trump, Kush Desai, decía textual que Monarez no "está alineada con la agenda del presidente de hacer America Sana de nuevo [Makin America Healthy Again]" y por eso, "la Casa Blanca ha cesado a Monarez de su posición con la CDC", según recoge The New York Times.

Los abogados de Monarez habían puesto en duda la legalidad del despido hasta que el presidente Donald Trump no le despida personalmente. El mandatario todavía no se ha pronunciado. Aun así, ya ha elegido al sustituto de Monarez: el subsecretario de Salud, Jim O'Neill, según informa el Washington Post. O'Neill mantendrá sus funciones como ayudante de Kennedy a la vez que actúa como director en funciones del CDC. Con toda probabilidad, su nombramiento facilitará las cosas para que Kennedy pueda adelantar su agenda antivacunas.

Trump ya ha elegido al nuevo sustituto de Monarez: el subsecretario de Salut, Jim O'Neill. Su elección como director interino tras el choque de Monarez con Kennedy por sus posiciones sobre las vacunas probablemente abra paso y facilite al secretario de Salut seguir con sus políticas antivacunas.

Como Monarez había sido certificada por el Senado, Kennedy no podía despedirla directamente porque su posición responde a la autoridad del presidente y no a la del secretario de Salud. Aun así, Kennedy le había sido presionado para intentar hacer que renunciara. Según el abogado de Monarez, la directora había rehusado dimitir por su propio pie.

Monarez, una investigadora especializada en enfermedades infecciosas, fue nombrada por el cargo tan sólo hace un mes. Los abogados de Monarez han explicado que el choque se ha precipitado a raíz de un enfrentamiento directo entre ella y el secretario de Salud de EEUU, Robert F. Kennedy Jr., por su política sobre las vacunas.

Otros cuatro altos cargos de la CDC han dimitido en masa, frustrados por el posicionamiento de Kennedy con las vacunas: Debra Houry, directora médica; Demitir Daskalakis, responsable del área de recomendaciones de vacunas; Daniel Jernigan, encargado de la seguridad vacunal, y Jennifer Layden, jefe de datos de salud pública. Todos ellos denunciaron en distintos mensajes internos la "politización" de la agencia y advirtieron de los riesgos para la seguridad sanitaria del país.

Según un comunicado del departamento de Salud estadounidense, Monarez "ya no es directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades". El mensaje, difundido en las redes sociales, no incluye explicación alguna sobre las razones de su cese. Sin embargo, los abogados de la directora han respondido con otro comunicado en el que niegan que su cliente haya dimitido o recibido cualquier notificación oficial de despido. "Cuando la directora del CDC, Susan Monarez, se negó a dar el visto bueno a instrucciones imprudentes y carentes de base científica, ya despedir a expertos sanitarios comprometidos, eligió proteger al pueblo en lugar de servir a una agenda política. Por ello, ha sido perseguida", aseguran.

El enfrentamiento entre Monarez y Kennedy hacía días que se cocía. Según han explicado fuentes cercanas de la administración al New York Times, Kennedy Jr. ya le habría pedido su dimisión este lunes y, ante su negativa, le habría exigido que destituyera a parte de la cúpula de la institución. Fue entonces cuando Monarez buscó apoyo en varios senadores, lo que aún tensó más su relación.

La medida ha sido fuertemente criticada por voces del sector. Mandy Cohen, que estuvo al frente de la agencia durante la administración Biden, calificó de "pérdida irreparable" la marcha de Monarez y sus colaboradores. También se mostró crítica Anne Schuchat, exsubdirectora del CDC, quien advirtió: "Nos encontramos ante la salida de los mejores de los mejores. La seguridad sanitaria de la nación está en riesgo".

La crisis en el CDC estalla en un momento especialmente delicado para la agencia: hace apenas unas semanas, un hombre armado abrió fuego contra su sede en Atlanta, en un ataque que se vinculó a teorías conspirativas sobre las vacunas y dejó a un policía muerto y decenas de empleados traumatizados.