Cataluña necesitará 80.000 nuevas plazas de residencias hasta el 2035
La patronal de geriátricos asegura que sin mayor financiación pública el estado del bienestar está en "riesgo de hundimiento"
BarcelonaEn la próxima década la cifra de personas de más de 60 y 65 años en Cataluña casi se doblará con la llegada a la vejez de los hijos de la generación del baby-boom. Esta situación complicará aún más el actual déficit de plazas de residencias geriátricas, que en muchos centros suman listas de espera de más de dos años e incluso existen demoras en el caso de los centros privados. En un nuevo informe sobre el impacto socioeconómico de la atención a las personas dependientes, que otro año ha elaborado la Unión de Entidades con el apoyo de la Asociación Catalana de Recursos Asistenciales (ACRA), la patronal de las grandes residencias, pone cifras al reto del envejecimiento: hasta 2035 habrá que crear 80.000 nuevas plazas. actuales, y contratar a otros 26.000 profesionales para poder atender con garantías a esta población de personas mayores.
Según los últimos datos del departamento de Derechos Sociales, 18.000 personas están en listas para una plaza pública de residencia, y en un 40% de los casos la demora se alarga entre dos y tres años. A este retraso se suma también al del tiempo que se tarda en realizar las valoraciones y en determinar el grado de dependencia y el servicio o prestación al que tiene derecho la persona. Por el camino, 25 personas cada día mueren sin haber recibido ayuda. Por el momento, para esta legislatura, el gobierno de Salvador Illa se ha comprometido a abrir 6.000 nuevas plazas.
Ya el año pasado, este balance estimaba que, de cara al 2030, habría que aumentar las plantillas en 20.000 trabajadores y abrir 25.000 plazas nuevas para dar cobertura a un envejecimiento cada vez con mayor fragilidad y dependencia; lo que supone un salto significativo en el número de plazas que la patronal ve necesarias para hacer frente a la demanda a medio plazo. Para reforzar este sistema residencial, ACRA vuelve a plantear los mismos obstáculos que llevan años debatiendo con los diversos consejeros de Derechos Sociales.
Por un lado, la patronal propone aumentar la financiación de las plazas públicas, que suponen el 74% del total –es decir, que el beneficiario no la paga–, para equilibrar el crecimiento de los gastos y la inflación acumulada. Y por otro, señalan las dificultades que tienen las residencias para encontrar profesionales, debido a las malas condiciones laborales y salariales del sector, muy por debajo de lo que ofrece la red sanitaria.
Tras la crisis de la cóvida, que cuestionó el modelo residencial y planteó la necesidad de apostar por uno que potencie la atención domiciliaria, la presidenta de ACRA, Cinta Pascual, aseguró que el sector vive "uno de los momentos más difíciles" y reclamó apostar por un convenio único para reunirlo. En este sentido, ha reclamado "un pacto de país" para situar la atención a la dependencia como una prioridad, porque la limitada cobertura de servicios "se debe a la carencia de profesionales especializados ya una escasa financiación por parte de los gobiernos autonómicos". Así, insistió en que la regularización de personas que ya se encuentran en Catalunya sin permiso para trabajar puede ser una solución para paliar la falta de personal.
Doblar la inversión
En esta línea de mejora del sector, también ha apuntado que es imprescindible doblar la inversión en la atención a la dependencia, ya que en la actualidad España sólo destina el 0,9% de su PIB, por debajo del 1,79% de la media europea. La asociación también propone agilizar la homologación de títulos extranjeros. "El riesgo de hundimiento del estado del bienestar es real", alerta el informe.
Ante las necesidades por el envejecimiento de la población, una de las opciones que plantea la entidad es alargar al máximo la estancia en casa. El informe indica que la oferta de atención domiciliaria en Catalunya atiende a 67.316 personas, con un índice de cobertura del 4,3% para mayores de 65 años en 2023. Se trata de un porcentaje inferior al estándar europeo, que se encuentra en el 10,1%.
En la presentación del informe a la prensa este miércoles, la presidenta de ACRA ha considerado que elatención domiciliaria es una buena opción, pero alertó de que la "preocupación" es sobre la cobertura social en casa. En Catalunya la media de horas de atención en el domicilio es de unas cuatro a la semana, mientras que en comunidades como Andalucía sube por encima de las 10. Así, para la patronal deberían ampliarse las horas y "eso quiere decir, también, más financiación", ha subrayado.