Personas mayores

Las residencias necesitarán otros 20.000 profesionales para los 'baby-boomers'

La gran patronal apremia al Estado a regularizar a las migrantes sin papeles que hacen de cuidadoras en los domicilios

Una usuaria de una residencia de ancianos.

BarcelonaLa llegada de la generación de los baby-boomers en la vejez agravará los actuales déficits de las residencias en Cataluña, que presentan ya una carencia estructural de profesionales y una lista de 12.000 personas que esperan desde hace más de un año una plaza pública. Se calcula que el número de personas mayores de 80 años (el 6% de la población catalana) se doblará de aquí al 2040, llegando hasta el millón. Según un estudio elaborado por la española Unión de Entidades y la patronal catalana del sector ACRA, de cara a 2030 habrá que aumentar las plantillas en 20.000 trabajadores y abrir 25.000 plazas nuevas para dar cobertura a un envejecimiento con mayor fragilidad y dependencia que una década antes. Una vez calculado qué se necesita, la pregunta que se hace el sector es de dónde se sacará tanto personal si, por ahora, hay unidades de centros que no se pueden estrenar porque no hay cuidadores suficientes.

La presidenta de ACRA, Cinta Pasqual, ha apuntado en la presentación este jueves del estudio que la “solución pasa por regularizar” la situación administrativa de las mujeres migrantes que, sin contrato, trabajan cuidando a personas mayores en su domicilio , por horas o de internas. "Son gente que ya están aquí, pero no tienen papeles y no pueden cotizar y están cuidando a nuestros mayores", ha manifestado. "Si no tenemos los profesionales y una formación adecuada, tendremos un grave problema de atención", ha insistido Pascual, acompañada por el presidente de la Unión de Entidades, Ramon Ramells.

Aunque las patronales han intentado captar profesionales, incluso yendo a contratar trabajadores en los países de origen, las precarias condiciones laborales, con salarios bajos y una gran carga de trabajo, Han pesado más que las ofertas. Además, las enfermeras o auxiliares que han podido se han pasado en las residencias públicas o en la sanidad porque ofrecen mejores condiciones.

Deficiencias en la dependencia

El estudio también recoge que en Cataluña el tiempo medio desde la solicitud de la dependencia hasta la resolución de la prestación era de 295 días a finales del año pasado, muy por encima de los 180 días que marca la ley. El tiempo medio en España es de 324 días. La lista de espera por ser beneficiario del Programa Individual de Atención (PIA), que marca el servicio a recibir, era de 48.470 personas dependientes, la más alta del Estado, que acumula un total de 155.000 personas que esperan. Cataluña es también la comunidad que tiene menos dependientes con grado III (el más alto y, por tanto, el que más servicios y ayudas recibe).

Para Pascual, es esencial que l'Estado y las comunidades inviertan más en dependencia y reclama que se pase de dedicarle el 0,96% del producto interior bruto (PIB) al 2% para acercarse a la media de la UE. "La financiación debe permitir mejorar la cobertura, los servicios y los convenios", ha recalcado Pascual.

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