Residencias

La infrafinanciación de las residencias: la Generalitat pagó 200 euros de menos al mes por cada plaza concertada

Un informe del Gobierno pone por primera vez cifras al coste real de mantener un geriátrico con ayudas públicas

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Unas mujeres entrando en una residencia de Barcelona, en una imagen de archivo.

BarcelonaPor primera vez el departamento de Derechos Sociales pone cifras en la financiación de las plazas de residencias con ayuda pública. En 2022 abonaba a los centros unos 200 euros menos al mes de los gastos reales de mantener una plaza concertada. Los datos se extraen de un informe que el equipo del conseller Carles Campuzano ha presentado este viernes a patronales y sindicatos del sector, cumpliendo el compromiso que hizo hace un año.

En el estudio la conselleria estima que una plaza de una residencia cuesta entre 2.052,54 euros mensuales, en cuanto a las que también tienen centro de día, y los 2.206,84 por las que sólo disponen de geriátrico. Por contra, el departamento había fijado el concierto –el dinero con el que subvenciona la plaza– en unos 2.002 euros mensuales (70 euros por día). La diferencia confirma la “infrafinanciación” de la que se quejan tradicionalmente las empresas y entidades que gestionan los centros. En el informe también se detalla el coste de los centros de día. En estos servicios el déficit de financiación se reduce en torno a los 80 euros.

La presentación se ha realizado en la sede de la conselleria, presidida por su número dos, Oriol Amorós, pero posteriormente no ha habido comparecencia para explicar los detalles. Desde el departamento se remarcó que es un documento inicial y también se subrayó que en el último año ha habido un aumento del 13% del concierto de plaza, hasta pasar a los 2.124 euros por usuario y mes de media que se paga actualmente por los grados II y III de dependencia, los mayoritarios en los geriátricos. Según la conselleria, en esta legislatura que ya está agotada las tarifas han subido un 17%.

Datos desfasados ​​para calcular el 2024

Fuentes del sector presentes consultadas por este diario han valorado la importancia de tener una aproximación real del coste, aunque sea con datos ya "desfasados" para poder calcular cuál es el agujero del 2024, pero que deben servir para que el departamento tenga una fotografía de la situación y, a partir, de ahí ir afinando capítulos. La infrafinanciación señala que es especialmente dramática entre los geriátricos del área metropolitana de Barcelona, ​​donde los precios suben más allá de los 2.600-2.800 euros por usuario. Esto hace que cada vez más los centros privados renuncien a las plazas públicas (que están infrafinanciadas) y prefieran coger el máximo número de clientes que asumen el coste de su bolsillo, sin ninguna prestación de la Generalitat y pagando el coste real .

Las mismas fuentes también muestran dudas sobre las cifras que se han servido para realizar los cálculos. Así, cuestionan la base de los salarios medios y se preguntan si han repercutido los gastos extras que suponen el absentismo del personal y cómo se ha calculado el ratio de plantilla de cada centro. “El informe es básico”, dicen, y aplazan las valoraciones en profundidad hasta la próxima semana, cuando el departamento les haya hecho llegar el informe completo.

Pero para los sindicatos el planteamiento de la conselleria no responde a una pregunta básica: cuál es el beneficio de las empresas, ya que señalan que faltan los datos de cuánto aportan los usuarios y la administración para una plaza, necesarios para poder determinar las ganancias. La cifra resultante será clave, apuntan, para decidir si se apuesta por un modelo "de derechos" o de "mercantilización".

¿Cómo se distribuyen los costes? Según el estudio, tres cuartas partes son de personal, seguidos de lo que se conoce como servicio hotelero (cocina, limpieza de habitaciones, etc.), atención sanitaria y gastos de mantenimiento y de gestión. Los datos se han conocido cuando apenas la patronal y los sindicatos están negociando el convenio colectivo del sector (el Gercat) y la cartera de servicios (el catálogo de las prestaciones públicas y la definición de los equipos de personal), y desde de la patronal se apunta que los trabajadores van a perder fuerza a la hora de pedir un incremento de sueldo para acercarse a los salarios que se cobran por el mismo trabajo en la sanidad. Éste es también otro compromiso de la Generalitat saliente y que ahora tendrá que resolver el nuevo Gobierno.

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