Arqueología

Un barco del siglo XV aparece en la Ciutadella

Los restos se restaurarán y pueden ayudar a contar la historia portuaria de Barcelona

Los restos que se han encontrado durante la construcción del aparcamiento en la Ciutadella
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BarcelonaUno de los pilotes que empezaron a construirse para el futuro aparcamiento de BSM en la Ciutadella de Barcelona se topó con algo inusual: un esqueleto de madera ennegrecida. Cuando los arqueólogos empezaron a excavar, hace menos de dos semanas, encontraron el lateral de una embarcación que se había hundido entre los siglos XV y XVI. Con el pecio han aparecido piñas casi intactas, así como semillas de avellanos y otros árboles frutales. Los restos, que cuando están descubiertos deben ir remojándose permanentemente con esponjas, pinceles y trapos impregnados de agua salada, pueden ayudar a explicar uno de los aspectos más fascinantes de la historia de Barcelona: su relación con el mar.

De momento en el pecio, que prácticamente debe estar tapado todo el rato para no perder la humedad, lo han bautizado como Ciutadella I. A lo largo de todos estos siglos, gracias al agua freática, el Ciutadella I ha conservado 10 metros de longitud y más de 3 metros de largo y más de 3 metros de largo de forro y las filas de madera que recubrían el exterior del casco. En los próximos días el pecio, en un proceso que durará entre dos y tres semanas, abandonará el aparcamiento. Las maderas se colocarán en pequeñas piscinas y de allí se trasladarán al Centro de Colecciones del Museo de Historia de Barcelona de la Zona Franca, donde serán restauradas.

"El barco no se hundió en el lugar donde lo hemos encontrado. Seguramente un temporal lo arrastraría hasta aquí. Las muestras de las resinas nos podrán dar pistas de dónde se calafató y así podremos saber de dónde provenía", explica Santi Palacios, el arqueólogo responsable de la excava. "Cerca encontramos pistones de madera y mucha materia orgánica, que podrían indicar que habían limpiado el barco y habían sacado todo el excedente que no necesitaban", añade. El equipo no ha finalizado aún la excavación del solar, de unos 7.000 m². Queda en torno al 10%-15% del espacio, donde no descarta encontrar otros restos arqueológicos.

Los restos que se han encontrado durante la construcción del aparcamiento en la Ciutadella de Barcelona.

Una barra de arena para proteger a los barcos

En el momento en que se hundió había mucha actividad en el litoral barcelonés. A principios del siglo XV no existía ningún puerto artificial en Barcelona, ​​sino sólo una barra de arena. Conocida como la Tarea, en diferentes excavaciones arqueológicas y con el estudio de los sedimentos se ha ido aclarando cómo sería. Esta barra de arena, según algunos sondeos geotécnicos, nacería en una zona cercana al actual Parque de la Ciutadella. Una de las pocas descripciones que tenemos es la crónica de un mercader genovés, Antonio Gallo, que en 1466 vino a Barcelona con motivo del ataque como represalia de una banda genovés. Al final no hubo ningún enfrentamiento, pero Gallo describió cómo era la Tarea y la distancia que la separaba de la playa.

Poco antes de la llegada del genovés, en 1439, las autoridades barcelonesas plantearon la construcción de un muelle de piedra para proteger mejor a los barcos de los temporales y para tener unas condiciones mejores, porque los barcos cada vez tenían más calado. En ese momento en la ciudad desembarcaban comerciantes de todas partes: de Grecia, de Pisa, de Génova, de Alejandría, de la tierra de Israel, de África... y crecía rápidamente con nuevas clases sociales, nuevos oficios, una nueva élite... Desgraciadamente, el muelle acabó en fracaso, porque no se acabó en fracaso, porque no hubo fracaso. En 1477 se construyó una escollera de más de 100 metros de largo por 15 de ancho. En esta ocasión fue un éxito, y está bastante documentada porque se encontraron restos arqueológicos cerca de la actual la Estación de Francia en las excavaciones del 2006-2008.

El barco Ciutadella I debió hundirse cuando ya existía esta última escollera. Sin embargo, por alguna razón, el pecio no estaba anclado allí sino en la barra arenosa. La excepcionalidad no son sólo los restos sino también el contexto, porque todo lo que encuentren los arqueólogos puede ayudar a entender y documentar la actividad portuaria de ese momento en esta zona. El arqueólogo Miguel Soberón, que ha estudiado muy a fondo la historia del litoral barcelonés, calcula que el pecio debía medir unos 30 metros de eslora. "Hasta el siglo XVII o XVIII, los mismos barcos podían ser usados ​​para transportar mercancías y para la guerra, pero en ese caso seguramente era un barco de mercancías", dice. "Es un hallazgo excepcional", enfatiza Palacios. En 2008 se descubrió, cerca de la Estación de Francia, otro barco de la misma época, el Barceloneta I, fechado en el siglo XV y cuyos restos actualmente se pueden ver en el Museo de Historia de Barcelona.

Las obras del aparcamiento de BSM forman parte del futuro complejo de investigación, que desarrollarán el CSIC, la UPF y el PRBB. La excavación ha permitido recuperar 40.000 metros cúbicos de arena del subsuelo que se utilizarán para regenerar la playa de San Sebastián.

Una de las piñas encontradas en la embarcación.
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