La síndica de agravios propone cerrar escuelas para luchar contra la segregación

BarcelonaAunque muy despacio, parece que las medidas adoptadas en el marco del pacto contra la segregación escolar en 2018 empiezan a dar frutos. Así lo apunta el informe presentado este miércoles por la síndica de agravios"Veinte prioridades de actuación para combatir la segregación escolar en Cataluña". Según este documento, en los últimos siete cursos escolares la segregación escolar en Cataluña se ha reducido cerca de un 25%: ha descendido un 27,9% en las escuelas y un 22,9% en los institutos.

Para entender esta evolución hay que tener en cuenta que si el curso 2018/2019, para garantizar una escolarización equilibrada, era necesario (hipotéticamente) cambiar de centro el 43% del alumnado extranjero en primaria y el 35% en secundaria, al inicio del curso escolar actual estas proporciones se ha visto 27% en secundaria.

Otra forma de valorar la evolución de la segregación es con el número de centros escolares que tienen una proporción muy alta –más que la de su barrio o ciudad– de alumnos extranjeros. En este sentido, en el curso 2023/2024 todavía había 76 centros donde más de la mitad de sus alumnos eran recién llegados, una proporción que no se da en ninguna zona de Cataluña, lo que demuestra que todavía existe un problema de segregación escolar y urbanística en el país. De estos centros, 57 son escuelas y 19 institutos. Además, existen dos escuelas donde esta proporción supera el 70% del alumnado.

Uno de los motivos por los que no se está consiguiendo eliminar la segregación escolar es la sobreoferta educativa que tiene Cataluña. Una situación que se ha agravado por el bajón de la natalidad y que no se ha compensado con la llegada de familias recién llegadas. Por este motivo, el informe de la síndica de agravios apunta a que una de las opciones a plantearse para reducir esta desigualdad educativa es cerrar escuelas e institutos. Siempre realizando un análisis previo de la situación de cada zona educativa, el estudio propone cerrar tres tipos de centros: las escuelas e institutos públicos instalados en módulos prefabricados, los centros concertados que no cubran necesidades de escolarización y, "en su caso", los centros de máxima complejidad "altamente guetizados".

De hecho, el informe hace una crítica importante a la gestión que hace el departamento de Educación cuando en una escuela o instituto "guetizado" existen problemas. Se asegura que el ente "ha recibido quejas por conflictos abiertos en torno al cierre de centros de máxima complejidad en varios municipios" donde las administraciones educativas y locales han tomado medidas "sin éxito" para revertir la situación de segregación de estos centros. "En muchos de estos casos, el síndico de agravios constata que el departamento no incorpora cambios en la programación de la oferta debido a la presión de la comunidad escolar", se afirma en el documento.

Por todo ello, se insiste en que "la medida del cierre, si bien puede ser discutida legítimamente por miembros de la comunidad escolar de los centros afectados, se enmarca dentro de las funciones de programación de la oferta educativa que la administración educativa tiene asignadas". Además, también se apunta que la propia situación de guetización significa "una vulneración del derecho a la educación en igualdad de oportunidades de los alumnos escolarizados".

No se tiene en cuenta la matrícula viva

El informe también hace referencia a la gestión que se hace de la matrícula viva, es decir, de los alumnos que ingresan en el sistema educativo a medio curso y que este curso han vivido hasta 74.328 estudiantes en Cataluña. En este sentido, el documento denuncia que no siempre se contempla la proporción máxima de alumnado con necesidades educativas específicas en la gestión de la matrícula viva. Explican que aunque se ha reducido la proporción de matrícula viva en los centros de alta complejidad de un 40% a un 30%, esta reducción se ha estancado. Por eso, entre la veintena de medidas que proponen para hacer frente a la segregación escolar se encuentra la de blindar las escuelas e institutos haciendo que, directamente, no se asignen alumnos de matrícula viva a estos centros.