Cinco años de lucha contra la segregación escolar: ¿qué se ha logrado en Cataluña?
Aún hay 410 centros fuertemente segregados, según la Fundació Bofill
BarcelonaEn 2019 Cataluña firmó el primer Pacto contra la Segregación Escolar (PSEC). Ahora, cinco años más tarde y después de una pandemia y un aumento importante de la vulnerabilidad en las aulas, la Fundación Bofill ha hecho balance sobre lo que se ha conseguido desde que el gobierno catalán se puso las pilas para luchar contra la segregación escolar. El resultado: se ha avanzado mucho, pero todavía quedan deberes pendientes en 400 centros que imposibilitan dar más pasos adelante para lograr el objetivo de tener aulas que representen a la sociedad diversa que tiene la escuela catalana.
"Los cinco años desde la firma del Pacto contra la Segregación Escolar demuestran que ha sido una herramienta imprescindible para empezar a revertir unos altos índices de segregación y que, cuando un gobierno aplica medidas para darle la vuelta a una situación, se avanza. Pero también que el despliegue que se ha hecho es insuficiente para hacer frente a la situación de perjuicio acumulado de los centros más segregados", reivindica el informe que ha publicado este jueves la Fundació Bofill.
Menos centros irresponsables, pero los mismos segregados
Un ejemplo de estos pasos adelante lo encontramos en que el porcentaje de centros "equilibrados" -los que tienen una proporción de alumnos vulnerables similar a la de la población vulnerable de la zona donde se encuentra la escuela o instituto- pasado del 51% antes de la firma del PSEC hasta el 68% el pasado curso. Esta evolución positiva también se ha materializado en una disminución de los llamados "centros no corresponsables", es decir, escuelas e institutos que tienen menos de la mitad del alumnado vulnerable que les correspondería en función de la media de niños en ésta situación que existe en su municipio. En el curso 2014-2015, un 32% de los centros no escolarizaban la proporción de alumnos vulnerables que les correspondía, pero casi una década después este porcentaje ha caído hasta el 16%.
Pese a ese progreso, en la otra cara de la moneda hay una realidad preocupante. El porcentaje de centros segregados –escuelas e institutos que tienen más de un 50% del alumnado vulnerable que les correspondería idealmente para estar equilibrados con su municipio– no ha variado lo más mínimo. Sigue siendo del 17%, exactamente el mismo porcentaje que hace diez años. En total, son 410 centros educativos. Según el informe de la Fundación Bofill, este estancamiento se debe a que se han tomado medidas de forma concreta, pero no generalizada en todo el territorio. De esta forma, acciones como la protección de la matrícula viva –que hace que los centros más segregados no acojan alumnado vulnerable si llega con el curso iniciado–, el cierre de las vacantes disponibles o la reserva diferenciada de plazas por alumnado con necesidades educativas específicas por razón socioeconómica no han llegado a buena parte de los centros segregados.
"Catalunya ha puesto en marcha buena parte de las medidas generales para corregir la inacción previa, pero no ha dado los pasos necesarios revertir la situación estructural de segregación de una parte importante de sus centros educativos con mayor concentración de alumnado vulnerable", concluye el estudio.
La concertada empieza a hacer los deberes
Desde que en Cataluña se puso sobre la mesa el problema de la segregación escolar, la falta de inclusión de alumnos vulnerables por parte de la escuela concertada se convirtió en uno de los deberes pendientes del sistema. Aunque al inicio de la puesta en marcha del PSEC no se notó una mejora en la labor de acogida por parte de este modelo y casi la mitad de centros seguía sin responsabilizarse de escolarizar la proporción de alumnos vulnerables que les correspondía, a partir de 2019 existe un importante cambio de tendencia. El resultado es que el pasado curso ya "sólo" había un 29% de escuelas e institutos de la red concertada que no asumían esta responsabilidad. Además, el porcentaje de centros concertados equilibrados ha pasado del 46 al 61% en los últimos cuatro cursos.
Pese a esta mejora, la diferencia entre la pública y la concertada sigue siendo considerable. Un ejemplo es que este último curso escolar sólo uno de cada diez centros públicos tenía una muy baja concentración de alumnado vulnerable y, en cambio, en la concertada este volumen subía hasta el 30% de las escuelas e institutos.
Mejora en la detección de la vulnerabilidad
En diciembre la consellera de Educación, Anna Simó, salió del paso ante la polémica generada para relacionar los malos resultados PISA con la proporción de alumnos vulnerables asegurando que todo iba de "pobreza infantil y segregación escolar". En ese momento el ARA ya explicó que el porcentaje de alumnos vulnerables detectado entre el informe de 2018 y el de 2022 se había disparado, y ahora los datos recogidos en el informe de la Fundación Bofill lo corroboran. En los últimos cuatro cursos en Cataluña se ha triplicado el porcentaje de alumnado vulnerable detectado por motivos socioeconómicos o socioculturales.
Aunque según el informe este aumento de detección "conlleva un avance clave en la lucha contra la segregación escolar", también alertan de que sigue existiendo un grave problema de infradetección. De hecho, aseguran que todavía existe un 40% de alumnado vulnerable en los institutos que no se ha detectado.