Embalses que hacen gozo: las reservas de agua suben hasta el 83%
El levante llena el pantano de Sau, que ha pasado del 43% al 71,5% de capacidad en cinco días, y Susqueda roza ya el 100%
BarcelonaEl episodio de lluvias y nevadas que ha vivido buena parte del territorio catalán entre el día de Navidad y este lunes ha provocado un notable aumento del caudal de los ríos y, como consecuencia directa, de las reservas de agua en los embalses. Las cuencas internas están a un 83% de su capacidad, mientras que los pertenecientes a la cuenca del Ebro lo están al 72%. Unas cifras que dejan los embalses en una situación muy positiva y muy alejada de la fotografía de la larga sequía, dada por terminada hace medio año.
Este levantón, que ha sido uno de los temporales más importantes que ha vivido el país desde el Gloria de enero de 2020, ha dejado registros de precipitación de más de 200 mm en puntos de la Cordillera Transversal, del Montseny y también de Els Ports, en el extremo sur. En el resto del territorio también ha llovido con ganas, salvo Poniente y el Pirineo occidental, que ha quedado al margen como ocurre a menudo a causa de lluvias provocadas por el viento de levante.
En cotas medias y altas del Pirineo esta precipitación ha sido en forma de nieve –muy abundante en el Pirineo oriental– que llevamos cerrando el año con espesores de nieve de más de un metro en Ulldeter (2.413 m) o de cerca de 80 centímetros en Núria (1). Son unas cifras que no se veían desde hace bastante tiempo en un mes de diciembre.
Esta lluvia tan abundante ha tenido un efecto directo en los embalses, ya que tantos días seguidos de abundante precipitación han hecho que el terreno no pueda retener el agua y facilitan el rápido aumento del caudal de los ríos. Los más beneficiados han sido los del noreste, como el Fluvià, la Muga o el Ter, que alcanzaron el umbral de peligro en algún punto de su curso, aunque sin desbordamiento ni incidencia destacable.
El Fluvià llegó a tener un caudal de 218,5 m³/s a la altura de Esponellà, mientras que el Ter se quedó en 315 m³/s en Roda de Ter, poco antes de llegar al pantano de Sau. Son valores lejos de los niveles alcanzados durante el temporal Gloria, cuando el Ter alcanzó los 2.137 m³/s en Colomers (Baix Empordà), provocando inundaciones y daños materiales.
Las reservas aún aumentarán más
En conjunto, los embalses de las cuencas internas catalanas se encuentran ahora al 82,8%, muy lejos del 33% que tenían hace un año y por encima ya del nivel alcanzado tras las lluvias de la primavera de este año, que facilitaron la salida de la sequía después de tres años de falta de agua.
El aumento del caudal de todos los ríos y rieras, que ha sido elevado y sostenido durante varios días, ha sido suficiente para subir las reservas de agua de todos los embalses de las cuencas internas. Sau, el pantano más emblemático del país, conocido por su iglesia que durante la sequía quedó completamente al descubierto, ha pasado del 43% al 71,5%. Previsiblemente, este porcentaje aumentará aún más porque todavía llega más agua de la habitual. Todo ello deja ya muy lejos el 1,2% de reservas registradas el 8 de marzo de 2024.
Susqueda, el otro embalse importante del Ter, se encuentra por encima del 98% (lo que supone un aumento de 10 puntos) y desembolsa agua desde la noche del sábado para poder encajar. El otro embalse que ha sido muy favorecido por el levante es el de Darnius-Boadella, en la cuenca de la Muga (Alt Empordà). En abril del 2024, este pantano estaba en mínimos históricos (11% de la capacidad), remontó en marzo de este año hasta el 36% y actualmente roza ya el 80% de las reservas, un crecimiento de casi 20 puntos en sólo cinco jornadas.
Sin embargo, todavía hay algunos embalses que tienen un nivel de agua bajo. Es el caso de Siurana, en el Priorat, ahora al 16,3%, que sólo ha subido cuatro puntos, o del de Riudecanyes, en el Baix Camp, que ha pasado del 34,6% al 45,5%.
En el caso de la cuenca del Ebro, también encontramos un aumento de las reservas, que ya se encontraban en buena situación. Destaca el pantano de Guiamets, en el Priorat, que ha pasado del 22,6% al 42,4%. El de Ribarroja de Ebro, en la Ribera d'Ebre, roza el 97%, Camarasa se encuentra al 88,5% y Canelles, en el Noguera Ribagorçana, ya llega al 66%.