Cataluña se despide de la sequía: caen las restricciones en toda el área de Barcelona
El Ter-Llobregat pasa a la fase de prealerta, pero el Govern asegura que mantiene todas las inversiones en infraestructuras hídricas

BarcelonaDespués de tres años extremos de falta de agua, con limitaciones al consumo doméstico, industrial y agrícola, Cataluña se despide de la histórica sequía. La consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Silvia Paneque, afirmó este sábado que la buena situación de los embalses catalanes, que dispararon las reservas en cuestión de semanas gracias a los recientes episodios de lluvia, y el "buen ritmo" de las obras para ganar infraestructuras hídricas permiten liberar a las zonas más pobladas del país de las restricciones de uso.
Desde el embalse de Sau, termómetro y símbolo del déficit hídrico que ha arrastrado a Catalunya en los últimos años, Paneque ha admitido que todavía no se puede hablar de "normalidad", pero ha anunciado que los 202 municipios que dependen del sistema Ter-Llobregat –abarca más de sí– eliminarán las limitaciones de agua, después de que las reservas hayan remontado hasta el 64% (unos 391 hm3). Este porcentaje más que duplica el que había hace un mes, pero Paneque ha remarcado que "se mantiene el plan de sequía activado en prealerta hasta que se constate un equilibrio consolidado en todas las cuencas internas, sin tener que dar pasos atrás".
Tal y como estaba previsto, la Generalitat ha continuado con la desescalada de restricciones, ya que se ha consolidado la mejora de los indicadores globales de los pantanos y embalses de todo el país. "Era muy importante que cuando tuviésemos que levantar las restricciones de agua estuviéramos seguros de que podríamos mantenerlo durante al menos seis meses", añadió la portavoz del ejecutivo. Así, además del cambio por el resurgimiento en el sistema Ter-Llobregat, el Govern también autorizará que el acuífero del Baix Ter vuelva al escenario de normalidad y que el del Fluvià-Muga pase de la excepcionalidad a la alerta. El sistema del Alt Empordà, pues, es el único que se mantendrá con ciertas limitaciones.
"Con esta decisión se levantan las limitaciones en el uso del agua que hasta ahora tenían repercusión en el riego agrícola y en los caudales ambientales, recuperando así la normalidad después de dos años", dicen desde el Gobierno. El nuevo escenario, debatido en el encuentro del ejecutivo catalán celebrado este fin de semana en el Vall de Núria, también permite que desaparezcan las limitaciones que hasta ahora se aplicaban en los distintos usos urbanos, como el riego de jardines y zonas verdes, el llenado de fuentes ornamentales y de piscinas y la limpieza de vehículos, calle.
Está previsto que el cambio de fase entre en vigor a mediados de abril, una vez se publique en el Diario Oficial de la Generalidad de Cataluña (DOGC) la resolución del director. A partir de ese momento, nueve áreas estarán en situación de normalidad, cinco de prealerta y cuatro de alerta. Por tanto, catorce de los dieciocho ámbitos de las cuencas internas ya no tendrán vigente ninguna limitación de uso de agua. "Ha sido la peor sequía de los últimos 200 años", ha recordado Paneque, que ha añadido que en estos momentos se han alcanzado las reservas equivalentes en diciembre de 2021.
Calendario de obras
Ahora bien, pese a la mejora de los volúmenes de agua en los embalses, Paneque ha asegurado que los calendarios de todas las obras previstas para reducir la dependencia del país de las lluvias se mantienen y que las desalinizadoras catalanas continuarán funcionando en el 90% de su capacidad. Con esta decisión se quiere optimizar el recurso almacenado en los embalses y favorecer la recarga de acuíferos con agua desalinizada. Por ejemplo, el del delta del Llobregat, que durante la sequía ha sido vital para garantizar las demandas.
"La mejora de las reservas de los embalses no debe alejarnos de la hoja de ruta del Govern en materia de agua", ha insistido la consellera y portavoz del Govern. Y ha añadido: "No podemos caer en el error de pensar que las lluvias han resuelto un problema, ya que desconocemos cómo va a evolucionar la meteorología en los próximos meses".
Así, la Generalitat sigue trabajando en las actuaciones previstas para este 2025 con el objetivo de incrementar el agua disponible en 31 hm³, que contamos con un presupuesto de 100 millones de euros. De momento la aportación de agua depurada de Figueres hasta el río la Muga en Pont de Molins (3 hm³ cada año) ya está en servicio. Además, también están finalizando las obras para activar cinco nuevos pozos en torno a Peralada, que deben permitir una mejor gestión de las extracciones del acuífero del Fluvià-Muga.
En el entorno metropolitano, las mejoras en el tratamiento de los pozos Estrella, la aportación de agua regenerada en el Llobregat desde la depuradora de Sant Feliu y la ampliación de la potabilizadora de Besòs-Trinitat encaran su fase final. Paneque también ha destacado las actuaciones en algunas zonas "especialmente secas", como el Priorat y el Baix Camp, sobre todo centradas en la recuperación de pozos y la regeneración de agua. Ante las inversiones previstas, apuntó en 2030 como el momento en que podrán decir, de forma definitiva, que Catalunya dispone de 280 hectómetros cúbicos de nuevos recursos para que esté "preparada para el futuro y, por tanto, alejada de la amenaza de la sequía".