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Sequía

El termómetro de la sequía en Cataluña: los embalses de las cuencas internas superan ya el 65%

Las lluvias y nevadas abundantes y constantes del mes de marzo duplican unas reservas que continuarán subiendo

Imagen del pantano de Sau el 9 de abril.
17/04/2025
7 min
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BarcelonaEl mes de marzo fue excepcionalmente lluvioso con precipitaciones frecuentes, generales y abundantes que dispararon los embalses hasta cifras que hacía mucho tiempo que no se veían. Hay dos episodios que han sido claves para entender ese ascenso. El primero tuvo lugar entre el jueves 6 y el domingo 9, con un levante y sobre todo con el paso de un frente activo asociado a la borrasca Jana que dejaron más de 100 l/m2 o de 150 l/m2 en algunos casos. Y el segundo fue el levante de los días 18 y 19 de marzo, que dejó entre 40 l/m² y 70 l/m² en el prelitoral y en el noreste del país, pero localmente hasta 100 l/m² o más en el área del Montseny. Hasta cuatro borrascas muy activas fueron aportando agua de forma consecutiva a nuestro país, haciendo que éste haya sido el marzo más lluvioso de lo que llevamos de siglo.

Unas de las zonas más regadas por estas lluvias o nevadas –según la cota– han sido especialmente las principales cabeceras de las cuencas internas, donde en todo marzo se han acumulado más de 300 l/m². En algunos puntos del país se han superado ampliamente estas cifras, como por ejemplo en Els Ports, donde han caído más de 500 l/m² desde el 1 de marzo, o algún rincón del área del Montseny, como Arbúcies (Selva) con más de 400 l/m².

Agua a raudales hacia los principales ríos, que han aumentado mucho sus caudales y que han hecho que los embalses ya hayan superado el 65%. La subida ha sido de más de 30 puntos en algo más de un mes, haciendo doblar unas reservas que han ganado más de 200 hectómetros cúbicos (hm³) en pocos días. No se veía un ascenso tan repentino desde el temporal Gloria. Y también queda mucha nieve de reserva de cara al deshielo en las cotas más altas del Pirineo, donde hay grosores de mucho más de un metro o metro y medio de nieve.

Los ríos y rieras han vuelto a llenarse con las lluvias de marzo.

Las reservas mantendrán el ascenso en los próximos días gracias al deshielo ya los chubascos que van cayendo durante la Semana Santa. Hacía más de tres años –desde otoño del 2021– que los embalses no estaban en estas cifras. Además, las previsiones a largo plazo indican que las lluvias continuarán cayendo a lo largo de toda la primavera, con marcada inestabilidad. El terreno está húmedo y todo lo que llueva llegará más fácilmente a los ríos. Y los acuíferos también han mejorado claramente. En definitiva, hemos vivido un punto de inflexión que ha provocado la retirada de las restricciones de esta histórica sequía -la peor desde que se tienen registros- que, ahora sí, ya podemos decir que ha terminado. Pero cuidado, ya que debemos mantener el consumo responsable de agua, ya que con la crisis climática llegarán más y peores episodios secos como éste.

Datos de los embalses

Los diferentes episodios de lluvias de marzo, el deshielo y los chubascos de la Semana Santa han hecho que el conjunto de los embalses de las cuencas internas hayan pasado del 32% de principios de marzo al casi 67% a mediados de abril, el mejor dato desde octubre del 2021, y esta cifra todavía aumentará más a lo largo de los próximos días, aunque. Cabe recordar que el pasado año el pico de las reservas fue a finales de junio, con el 37,1%, ya mediados de octubre se volvió a bajar antes de la DANA hasta el 27,26%. Hace un año se vivió el mínimo histórico de esta larga sequía, con el 14,41% a principios de marzo de 2024. Por tanto, la situación ha cambiado radicalmente, pasando de un extremo a otro.

Evolució del nivell dels embassaments de les conques internes

Si nos fijamos concretamente en el estado actual de cada embalse, destaca el espectacular ascenso de Sau, que pasó de estar prácticamente vacío en febrero (6%) al casi 73%. Sau -icono y termómetro de la sequía en nuestra casa- haya pasado de estar toda fuera del agua a sólo tener el techo del campanario al descubierto actualmente. había municipios del Alt Empordà que todavía estaban en emergencia. Sant Ponç ya se encuentra al 80%. Desde la histórica DANA, los embalses del sur también han ido mejorando, y las lluvias de marzo les han vuelto a impulsar, aunque no tanto como los demás El de Riudecanyes estaba al 52%, noticia para las zonas más castigadas por la sequía. Además, también destacan los grandes embalses de Rialb y Oliana, que están llenos y nunca antes habían tenido tanta agua de reserva, aunque son de la Confederación Hidrográfica del Ebro.

Aquí tiene un enlace para acceder a datos por embalses, en este caso también los de la cuenca del Ebro, que se encuentran en mucho mejor estado y ya superan claramente el 80%.

Evolución de un año de remontada de los embalses

Este marzo lluvioso llega después de un invierno en el que, aunque cayeron algunas precipitaciones con más cara y ojos en el noreste y en el Pirineo y Prepirineo de Lleida sobre todo en febrero, en el conjunto del territorio llovió poco y fue seco, también en las principales cabeceras de las cuencas internas. Esto situó los embalses en el 31% en el mes de febrero, acumulándose así un descenso continuado de cuatro puntos durante más de dos meses. A pesar de estos datos, cabe decir que son el doble de reservas que a finales del pasado invierno; por tanto, la situación había mejorado claramente de un año para otro.

Antes, el otoño concluyó con octubre más lluvioso en Catalunya desde el año 2018, y la guinda fue la histórica y trágica DANA que dejó auténticos chaparrones y mucha precipitación hasta principios de noviembre, sobre todo en el sur del país. No ha llovido por igual en todo el territorio, ya que las precipitaciones han sido más discretas en las cabeceras de los principales de los ríos pirenaicos de las cuencas internas. Pero el agua cayó con ganas en las comarcas del sur, donde se lograron registros de entre 100 l/m2 y 400 l/m2. Esto hizo disparar los embalses de la zona.

La tanda de lluvias de antes de la DANA también fue generosa y dejó cerca de 100 l/m² en algunos puntos del Prepirineo, mientras que en los principales ríos del norte del país, desde las cabeceras hasta los embalses, las cantidades se movieron entre los 50 l/m² y los 8. Un agua muy bienvenida que hizo crecer los caudales de los ríos e hizo aumentar claramente por primera vez desde el verano unas reservas muy estancadas. Durante septiembre las precipitaciones no habían sido muy generosas en las cuencas internas y se habían concentrado más bien en el oeste del país, beneficiando sobre todo a los ríos y embalses de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

Todo ello, en un año marcado por un verano que se saldó con un descenso de casi 8 puntos de las reservas de agua de las cuencas internas, después del pico del 37,1% y 255 hm³ alcanzados a finales de junio (mucho más del doble que a principios de marzo). En ese momento fue la mejor cifra desde principios de octubre de 2022. Septiembre fue un mes bastante lluvioso en varias comarcas y con un ambiente claramente de otoño de forma repentina, pero la lluvia no cayó por igual en todas partes y esquivó las principales cuencas internas.

Todo empezó en la primavera del 2024, en la que por fin se abrió el grifo y las lluvias y la nieve no pararon de caer donde hacía más falta para ir llenando la mayoría de los embalses. Fue el principio de la mejora de una sequía que justo había tocado fondo a principios de marzo. A lo largo de esos tres meses se acumularon más de 400 l/m² en algunas cabeceras del sistema Ter-Llobregat y más de 300 l/m² en la cuenca de Darnius-Boadella. En las cabeceras de la cuenca del Ebro se acumularon entre 500 l/m² y más de 750 l/m², mientras que el agua pasó más de puntillas en el sur del país. Por tanto, en conjunto la primavera hizo, efectivamente, de primavera, y la guinda del pastel fue el temporal de lluvia general del lunes 29 de abril, el día más lluvioso en toda Cataluña en ese momento desde el 23 de noviembre del 2021. El problema es que tres años de sequía habían dejado una huella muy grande, y aquella agua fue insuficiente. hídrico.

Las fuertes tormentas y las lluvias de aquella primavera beneficiaron especialmente al sistema Ter-Llobregat, que se disparó. Incluso a mediados de junio el agua de Sau rodeó e inundó transitoriamente la emblemática iglesia de Sant Romà de Sau, cosa que hacía mucho tiempo que no se veía. Pero el agua no subió tanto como lo ha hecho este mes de marzo, ni mucho menos.

Final definitivo de la sequía

Este gráfico muestra la evolución del conjunto de la sequía en los últimos cinco años. Sobrepone los datos diarios del nivel de los embalses de las cuencas internas de Cataluña y la lluvia diaria que ha caído y fija como valor 100 el día más lluvioso del temporal Gloria.Como se puede comprobar, después del fuerte batacazo de los últimos años, la situación ha mejorado durante los últimos doce meses, y especialmente en las últimas semanas.

Evolució de la sequera
La línia vermella correspon a acumulacions diàries de pluja en una escala en què 100 és el dia més plujós del temporal 'Gloria'

El 2023 fue el peor año de los tres de sequía. Según cálculos del ARA a partir de datos de 140 estaciones del Meteocat y tomando como referencia el período 2009-2020, en 2023 se cerró con un déficit de precipitación del 31% en Cataluña, un dato muy superior al 21% del año 2022 y al 21%. oficiales del Meteocat, que hace el cálculo con un número de estaciones diferente y utilizando un período de referencia mucho más largo.

A mediados de noviembre de aquel fatídico 2023 las reservas de las cuencas internas ya descendieron incluso por debajo del nivel más bajo de 1989, el mínimo histórico registrado. Cabe recordar que recursos actuales como las desalinizadoras y el agua regenerada no existían durante los años ochenta, lo que pone de manifiesto que la gravedad de esta sequía carece de precedentes. Un escenario que, por suerte, ya podemos verlo de lejos.

Mapes per entendre com ha plogut
L’índex de precipitació estàndard (IPE) en mapes amb IPE 9 (nou mesos), IPE 12 (un any) i IPE 24 (dos anys)

9 mesos

1 any

Humitat excepcional

Humitat extrema

Humitat forta

Humitat

Normalitat

Sequera

Sequera forta

2 anys

Sequera extrema

Sequera excepcional

Los mapas de índice de precipitación estándar (IPE) que elabora mensualmente el Servei Meteorològic de Catalunya indican por regiones si ha llovido más o menos de lo que tocaría a partir de la fecha y echando atrás nueve meses, un año o dos años. Aportan una visión de mirada larga por territorios sobre la sequía pluviométrica. La situación ha mejorado de forma clara si se miran en los últimos meses.

Todo ello nos indica que la sequía, ahora sí, ha terminado. Todavía está por llegar toda la nieve del Pirineo en los embalses, y la primavera promete nuevas lluvias. Sería ideal llegar en junio al 75% de las reservas, puesto que es una cifra que se considera óptima para afrontar la falta de lluvia y el aumento del consumo de agua del verano. Y parece que este año, por fin, este objetivo es factible alcanzar.

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