Emergencia social

Trabajadores sociales de Badalona denuncian una situación límite, sin personal ni recursos

Se prevén al menos 21 desahucios en el barrio de Sant Roc a partir del lunes

MartorellLa situación de los servicios sociales en Badalona es crítica, con personal insuficiente para una carga de trabajo que no ha parado de crecer durante la crisis de la pandemia, y que ha evidenciado todavía más las costuras de la red. Lo denuncian los sindicatos CCOO, CATAC y UGT, que reclaman a los nuevos responsables del Ayuntamiento un plan de choque para absorber las necesidades crecientes de unos vecinos que están sufriendo cortes de luz continuos o desalojos de viviendas.

El barrio de Sant Roc es el epicentro de esta emergencia social en la ciudad: solo este mes de enero se tiene constancia de 21 desahucios, y bloques enteros han vuelto a pasar horas sin luz ni calefacción debido a una nueva avería por sobrecarga de la red eléctrica. En la mayoría de los edificios de la avenida Alfons XII, el eje principal de la ciudad, no hay contadores regularizados y la mayoría pinchan el servicio a la línea. Pero los cortes de suministro, que como la noche de Reyes pueden durar más de 10 horas, no diferencian a los que están al día con sus facturas de los que no.

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Los sindicatos municipales y entidades como la Plataforma Sant Roc-Som Badalona acusan a la anterior administración municipal, en manos del popular Xavier García Albiol, de dejar bajo mínimos los servicios municipales: no se cubrieron las bajas de los profesionales sociales y de los administrativos y se obligó a la plantilla a absorber una cantidad ingente de expedientes de todo tipo. "Solo han hecho informes de vulnerabilidad si un abogado lo pedía, pero no ha habido una gestión de la crisis proactiva", se queja el activista Carles Sagués, uno de los interlocutores entre los vecinos de los barrios más vulnerables y la administración local.

Dos técnicas para tres barrios

Antonella Scano es una de las trabajadoras sociales de la ciudad que ha puesto negro sobre blanco el sentimiento mayoritario de la plantilla, en una carta abierta en la que explica cómo ha llegado al límite de sus fuerzas por una gestión política nefasta que se remonta a hace una década y que ha comportado que los servicios tengan déficit de recursos y de personal. A pesar de las constantes críticas, la trabajadora dice que solo han recibido "migajas". Un ejemplo: en su equipo, que cubre los barrios de Sant Roc, Artigues y Remei, solo hay dos técnicas cuando se trata de barrios con una problemática social al nivel del barcelonés del Raval, donde dice que hay 10 trabajadores.