Estudiantes del MIR denuncian irregularidades que les han hecho perderse la prueba

Un retraso en el acceso al aula y la falta de información dejan sin examinarse a una veintena de opositores

"Estábamos convocados, como el resto de España, a las 15 h para poder empezar el examen todos a las 16 h. Éramos más de 1.000 personas y primero pensamos que hacía falta un tiempo para que todo el mundo pudiera entrar. Pero se hicieron las 15.30 h y todavía no nos decían nada ni nadie salía a dar explicaciones. No fue hasta las 16.20 h cuando una puerta se abrió para que pudiéramos empezar a acceder al aula". Elena Balaguer, psicóloga, relata así la espera del pasado sábado para acceder a las pruebas del MIR en la Facultad de Economía de la UB. Era la tercera vez que se presentaba pero cuando llegó a la puerta, después de la espera, vio que su nombre no aparecía en la lista. La redirigieron a un edificio anexo a la misma facultad donde también se examinaban del MIR pero, una vez ahí, se vio en la calle porque el examen, en ese caso, había empezado puntual a las 16 h. Como ella, descubrió que había al menos 24 personas más a las que no se permitía entrar en el aula.

"Por lo que sabíamos, las pruebas en todo el Estado tienen que empezar a la vez, así que de entrada el atraso no nos preocupó mucho. Si hay alguna incidencia en una de las sedes, todas las otras se tienen que esperar para empezar. En este caso, no se cumplió", explica Angela Ribes, médico que se presentaba a las pruebas del MIR. "Pedimos que se dejara constancia de alguna manera de lo que había pasado y nos dijeron que no. Llamaron a seguridad para intimidarnos y hacer que nos marcháramos. Para ellos, el único error era el nuestro. Yo puedo asumir que no estaba en la puerta de mi edificio, pero todos los otros problemas –la aglomeración inicial, la espera, el inicio descoordinado–, que son los errores graves, no son cosa nuestra", critican diferentes afectados.

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En la Universitat de Barcelona (UB) señalan al ministerio de Sanidad como el responsable que tiene que dar explicaciones a los MIR que no han podido examinarse y defienden que la institución solo pone las aulas pero no se encarga de la organización. "El personal de la UB presente está en los puntos de información apoyando, pero no participa en la distribución de los examinandos, cosa que corresponde a los organizadores de las pruebas MIR", se desmarcan desde la universidad. El ministerio de Sanidad, la institución convocante de las pruebas, será el que tendrá que pronunciarse sobre las soluciones o certificar si los afectados tendrán que esperar un año para poder volver a presentarse.