Acoso

“Me decía que fuera al lavabo a hacerme fotos y que se las enviara”: trabajadoras del 112 denuncian acoso de un superior

Serveo (antigua Ferrovial) archiva el caso y descarta sancionar al acusado porque considera que los hechos más graves, del 2019, han prescrito

Elisenda Rovira Olivé
3 min
Exterior del edificio del 112 a Reos en una imagen de archivo

Barcelona“Intentaba hacerme tocamientos en una parte de la sala donde según él no había cámaras y nadie lo vería". "Me decía que fuera al lavabo a hacerme fotos y que se las enviara". Una teleoperadora del 112, el servicio de atención a llamadas de urgencia de la Generalitat, relata así los comportamientos de su coordinador y superior directo. "Estas exigencias me creaban ansiedad y me hacían pensar que yo estaba obligada a comportarme de una cierta manera porque él era mi superior y mi puesto de trabajo peligraba", explica. Otras trabajadoras de Serveo (antes conocida como Ferrovial Servicios), que es la empresa que gestiona el 112, también describen situaciones de acoso por parte del mismo coordinador, B.P.E., en el centro de la Zona franca, según consta en un documento al cual ha tenido acceso el ARA.

El patrón es similar: el hombre se fijaba en subordinadas directas, a menudo chicas jóvenes que hacía poco que trabajaban en el servicio, intentaba establecer una relación personal, las aislaba de los demás compañeros, las presionaba para tener contacto fuera del trabajo y las sometía a un escrutinio mucho más intenso que al resto, según explican. "Se inventaba algunas normas, haciendo creer que él tenía el control" de temas que no eran de su competencia, como dónde se tenían que sentar o los días de fiesta que podían hacer. "Yo recibía presiones diarias, salía llorando del trabajo", dice otra.

Cuatro trabajadoras presentaron el 3 de marzo una denuncia conjunta ante la empresa. La respuesta los llegó la semana pasada, el 26 de mayo, casi tres meses después. El informe considera que algunos de los hechos descritos, que tuvieron lugar en 2019 –cuando el 112 lo gestionaba otra empresa, Grupo Norte– ya han prescrito. A preguntas del ARA, fuentes de la compañía reiteran que el archivamiento del caso es "por falta de pruebas objectivables y porque ha prescrito en el ámbito laboral, que es el único en el cual puede actuar la empresa". Según consta en el informe, la dirección no ha visto evidencias de acoso en los episodios más recientes que describen las denunciantes que, según Serveo, "no han aportado suficientes pruebas" que apunten que el caso podría repetirse.

La compañía ha decidido archivar el caso y no abrir ningún expediente sancionador contra el acusado, tal como pedían las mujeres. Propone, en cambio, que las dos partes acuerden algunos cambios para evitar que coincidan en el trabajo y que él participe en alguna formación que, "si fuera posible" incluya "alguna sesión en perspectiva de género", según el informe.

Primeros casos hace tres años

En octubre del 2019, dos de las mujeres ya informaron a la empresa de la situación que sufrían. Al día siguiente, él lo supo y las presionó para que le explicaran qué habían dicho. Continuaron trabajando juntos. "Esperàvem que la empresa tomara medidas, pero no lo hizo", lamentan. Describen un procedimiento largo y lleno de revictimizaciones, en el que se les ofreció denunciar el caso pero no se les ofrecieron medidas cautelares ni ningún apoyo.

El 14 de enero del 2020, las dos se reunieron con B.P.E. en presencia de cuatro superiores, incluido el actual responsable del servicio. El acusado reconoció los hechos y pidió disculpas. "La empresa dijo que si no denunciábamos podíamos dejarlo como estaba, visto su arrepentimiento. Ni siquiera lo cambiaron de turno ni de puesto", explican.

A partir de entonces, el coordinador mantuvo con ellas una actitud "cordial". Con el tiempo, sin embargo, vieron que él tenía actitudes similares con otras trabajadoras y por eso decidieron denunciarlo formalmente. "Lo considero un peligro para las mujeres que puedan entrar en el servicio en un futuro", hacen constar en el informe una de las afectadas.

Fuentes sindicales cuestionan que el acoso haya concluido y recuerdan que el cambio en la compañía licitadora no supuso ninguna diferencia en este sentido, porque se subrogó la estructura laboral. Apuntan que la empresa habría incumplido su propio protocolo de prevención del acoso a lo largo del proceso. Algunas de las afectadas han estado de baja por ansiedad durante meses.

Este jueves, algunas otras afectadas se reunieron con el departamento de Interior, responsable del 112, que se comprometió a ofrecerles asesoramiento jurídico y psicológico y a analizar posibles faltas en los protocolos y en la actuación de la empresa.

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