Una fundación de Cáritas pide un desahucio

La entidad argumenta que tiene que “desencallar la vivienda” después de cuatro años de que se acabara el contrato

BarcelonaMaia y León hace seis años que viven en una casa del barri de Sant Andreu de Barcelona. Es un domicilio de la Fundació Privada Foment de l'Habitatge Social, vinculada a Cáritas Diocesana. Este martes por la mañana estaba previsto que echaran a la pareja porque la fundación de Cáritas ha pedido que los desahucien: según la entidad, hace cuatro años no les renovaron el contrato. Una treintena de personas se han concentrado para evitarlo y cuando la comitiva judicial, que de entrada no había avisado a la policía, ha requerido que fuera, los Mossos d'Esquadra han comunicado que no había suficientes efectivos disponibles. Por eso la comitiva ha fijado para la semana próxima la fecha para hacer el desahucio, con antidisturbios.

La fundación argumenta que empezó el proceso judicial para desahuciar a Maia y León porque el contrato estaba vinculado a un plan de trabajo para su reinserción que consideraron que no habían cumplido. La pareja, de unos 60 años y originaria de Georgia, llegó a la casa en 2015, cuando hacía dos años que Cáritas los atendía. Fueron a vivir con su hija, su yerno y dos nietos. En 2016 se prorrogó el contrato -que es anual- pero en 2017 ya no, asegura la entidad, porque la familia no quería seguir el plan. El director de la fundación, Sergio Rodríguez, alega que hubo “varios intentos” de encontrar una salida.

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Según la entidad, en 2019 la hija, el yerno y los nietos se marcharon a un domicilio de alquiler privado -y la fundación apunta que les pagó la fianza-. Rodríguez añade que ofrecieron un piso a León y Maia, que “no quisieron aceptar la propuesta”. “Entendimos que teníamos que desencallar la vivienda. No podía ser que dos personas bloquearan un inmueble para ocho personas”, afirma Rodríguez, que argumenta que tienen a 36 familias en lista de espera y que ahora no pueden ofrecer a la pareja ningún piso por falta de “disposición” de vivienda. La Fundació, que asegura que desde el 2017 ha asumido el coste del alquiler y de los suministros, ofrece dos o tres meses de pensión a Maia y León, pero la pareja pide un domicilio porque con la pandemia ninguno de los dos encuentra trabajo: ella cuidaba a una mujer mayor que murió por covid. Por eso quieren que, antes de desahuciarlos, les ofrezcan un hogar donde vivir.

León recuerda que vino a Barcelona hace 17 años, que siempre ha vivido en Sant Andreu y que Maia se trasladó hace 12 años. Los dos aseguran que huyeron de Georgia con su familia porque el país estaba en guerra y la gente no tenía "dinero ni comida”. Ahora esperan encontrar una vivienda que puedan pagar con los pocos ingresos que tienen.