Andrés Pedreño: "Los hijos de inmigrantes en Torre Pacheco ya no aceptan la precariedad absoluta del campo"

Barcelona"Estoy organizando una furgoneta de ocho plazas para ir a Torre Pacheco el sábado 19 de julio. Ruta y paradas: Cádiz, Marbella, Málaga, Almería, Cartagena, Torre Pacheco. Interesados escribir aquí. Plazas libres: 6". Este tipo de mensajes están circulando por Telegram y los promotores son grupos de ultraderecha. El objetivo: "vengar" la agresión sufrida por un hombre de 68 años la semana pasada supuestamente a manos de unos jóvenes de origen extranjero. Y según Andrés Pedreño, sociólogo y profesor de la Universidad de Murcia, la ola de violencia contra los inmigrantes de esa localidad tiene un fuerte componente ideológico y está alentada por Vox.

¿Quién está detrás de estas acciones?

— Esta reacción tiene un carácter organizado y se trata de una cacería de inmigrantes. No está perpetrada por los vecinos del pueblo, sino que se trata de una dinámica organizada externamente en el municipio de Torre Pacheco, por grupos de ultraderecha. Siguen la lógica de Vox, ya que transforman cualquier hecho que pueda relacionar inmigración y delincuencia en una cuestión de soberanía política para defender la deportación masiva de inmigrantes.

¿A qué colectivo se está señalando?

— En el caso Torre Pacheco, son los hijos de familias marroquíes que viven en el barrio de San Antonio, quienes mayoritariamente tienen nacionalidad española.

¿Cuál es el origen de todo esto?

— Desde que se creó un mercado único europeo (en los años noventa), Torre Pacheco es el corazón de la economía agroindustrial del Campo de Cartagena gracias a la exportación de frutas y hortalizas. La forma de reclutar fuerza de trabajo se ha hecho principalmente a través de los inmigrantes llegados durante aquellos años, cuyos hijos e hijas han nacido principalmente aquí. Cuando Vox pide deportarlos, se está refiriendo a personas que en gran parte tienen la nacionalidad española.

¿Cómo ha sido ese proceso de integración?

— Es necesario destacar que la gente marroquí en la Región de Murcia tiene una presencia importante porque son la inmigración más mayoritaria y sostienen parte de la economía agroexportadora. A pesar de esa aportación, siempre ha habido una falta de reconocimiento. Además, la discriminación, la segregación y el desprecio social hablan muy mal de las políticas aplicadas sobre la inmigración marroquí en los últimos años. No ha habido reconocimiento alguno y han faltado políticas que favorezcan su integración y la lucha contra la discriminación.

¿Qué papel está jugando el Partido Popular?

— Lo que estamos viendo es que los representantes del Partido Popular, tanto a nivel de comunidad autónoma como el propio alcalde de Torre Pacheco, están ignorando esta situación, lo que forma parte de esta lógica de desprecio con la que siempre se ha tratado a los trabajadores inmigrantes ya sus familias en esta región.

¿Por qué?

— En su día, el Ayuntamiento de Torre Pacheco sí tuvo unas políticas muy interesantes de atención e integración a las personas inmigrantes. Estas iniciativas han ido desapareciendo con los gobiernos más recientes del Partido Popular. Además, últimamente los populares están dando más atención a Vox por mantener sus pactos. Antes existía cierta sensibilidad que ahora se ha perdido.

¿Cómo por ejemplo?

— En los años noventa se fundó la mancomunidad de servicios sociales, que agrupaba a los municipios de Torre Pacheco (donde estaba la sede), Fuente Álamo y La Unión. Durante años, este organismo desarrolló unas políticas de integración destinadas a la población inmigrante que incluían a mediadores en vivienda, salud, educación, así como otros proyectos que fueron desapareciendo desde su disolución en 2010. Hoy en día, y sobre todo después de los acuerdos con Vox, ya no queda ni rastro.

¿Hablamos entonces de una falta de oportunidades para los jóvenes de origen extranjero?

— Sí. Este tipo de barrios a los que llegaron los inmigrantes (como San Antonio) eran zonas de vivienda barata, pero actualmente están muy degradadas. Las nuevas generaciones ya no quieren trabajar en las mismas labores que sus padres y madres, se resisten a aceptar la precariedad absoluta del campo y sectores similares. Al mismo tiempo, no existen políticas que mejoren sus oportunidades sociales y laborales, y lo que nos encontramos es esto: paro elevado, abandono escolar, escuelas segregadas y, en algunos casos, tráfico de drogas.

¿Y esto ha dado pie a la escalada de violencia en el municipio?

— La presencia de la inmigración marroquí –la más elevada de la región– siempre se ha vivido como una problemática por la xenofobia contra todo lo árabe. Su sobrerrepresentación está directamente relacionada con su mercado de trabajo (fundamentalmente en el campo) y hace que sean un colectivo importante. Hace años que avisamos de que es necesario hacer políticas para evitar que los hijos de la inmigración tengan problemas para encontrar trabajo y adaptarse. Como no se ha actuado, los problemas estructurales de hoy permiten que entre en juego el discurso y los delirios de deportación de la ultraderecha. Creen que se puede deportar a una persona con nacionalidad española.

¿Qué está fallando?

— Por un lado, el alcalde no está actuando con contundencia para acabar con la violencia. Hay grupos ultras llamando a la cacería de inmigrantes a través de las redes sociales. Son personas ajenas al pueblo, organizadas y alentadas por Vox. Son los instigadores. Lo que ha quedado claro es que estamos ante un partido que está dispuesto a incendiar todo según sus intereses. Por otra parte, el despliegue de la Guardia Civil ha sido algo lento, y hasta ayer [domingo] no hicieron un cinturón policial en torno a San Antonio, que era el centro de la violencia.

¿Y en cuanto a la agresión contra la persona de sesenta y ocho años?

— En cualquier caso, el origen de los autores no justifica la criminalización y persecución de todo un colectivo. Del mismo modo, tampoco podemos decir que todos los vecinos de Torre Pacheco estén implicados en los disturbios.