Migraciones

El Hierro se convierte en una nueva ruta de los cayucos para evitar que los intercepten

La desestabilización de Senegal aumenta la migración en las últimas semanas y que la isla canaria tenga un récord de llegadas

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Un cayuco llegando con supervivientes de la ruta migratoria africana a un puerto de la isla canaria de El Hierro.

BarcelonaDe ocho personas atendidas a más de 3.400 en tres meses. La isla de El Hierro se ha convertido en este verano en la segunda del archipiélago canario que mayor inmigración recibe a través de las tres rutas marítimas activas en este momento: la que sale del sur de Marruecos, la de Mauritania y la de Senegal. Hasta entonces se habían visto poquísimos cayucos, pero en los últimos días llegan cada día embarcaciones con más personas a bordo, hasta sumar cifras récord.

¿Por qué ahora y por qué El Hierro? Por un lado, por la desestabilización de Senegal, que hace que muchos jóvenes quieran huir, y, por otra, la presencia de los guardacostas de Senegal y Mauritania ha obligado a las embarcaciones a cambiar de planes para ahorrarse los controles y ser devueltos a tierra firme, responde el consultor y periodista especializado en migraciones Txema Santana, porque se ha abandonado la ruta en paralelo por la costa hasta que se veía el perfil del Teide, en la isla de Tenerife, a unos 8.000 kilómetros, para adentrarse hacia el Atlántico. La suerte de estas personas es toparse con El Hierro, la isla más occidental del archipiélago, porque el gran riesgo del trayecto es que las fuertes corrientes arrastren las barcas hasta las playas del Caribe, como ya ocurrió hace unos años.

El Hierro no es una excepción en Canarias, donde en la última quincena de septiembre las llegadas han aumentado en un 20% respecto al inicio del mismo mes, según el registro del ministerio del Interior. Coincidiendo con la temporada de cayucos, cada mes se han incrementado las entradas hasta sumar 15.000 personas en total. La novedad también es que ya no se trata de embarcaciones caseras y neumáticas muy frágiles, sino que, como apunta Santana, se han detectado grandes barcas que llevan más de un potente motor, con mayor capacidad. Esta semana, sin ir más lejos, han atracado a dos barcos con 280 viajeros cada uno, aparte de otros cinco con 128, 42, 258, 187 y 69 personas más: más de 1.500 personas en 48 horas y 5.000 en el último mes.

Pero a pesar de las cifras de migrantes alcanzados en una isla como El Hierro, con 11.000 residentes, Santana rechaza que sea una situación comparable con la que se vive en la isla italiana de Lampedusa o la griega de Lesbos, en la que hay miles de personas atrapadas desde hace meses o incluso años. El consultor asegura que pese a todas las carencias y que en algún momento los servicios en la isla se han podido desbordar al superarse su capacidad de atención, "el gobierno español no es como el italiano" de la ultraderechista Giorgia Meloni, y el sistema de acogida canario funciona a nivel "de un país, no como una isla". Así, explica, los migrantes se redistribuyen hacia Tenerife u otras islas mayores y, por tanto, con más plazas. En este sentido, Santana afirma que en El Hierro los migrantes están cerca de un mes antes de ser trasladados a la Península, lo que hace que el número de entradas no supere el de salidas.

Ahora bien, el ' experto advierte que la situación se puede "deteriorar" y convertirse en carnaza para alimentar a los postulados xenófobos. "El único peligro que nos convertimos en Lampedusa es que desde las autoridades peninsulares se vean las islas como prisiones", alerta.

Un grupo de personas llegadas con cayucos se recuperan en un puerto de El Hierro, donde son atendidas por personal sanitario.

La situación en El Hierro ha hecho que el vicepresidente del gobierno canario, el popular Manuel Domínguez, haya reclamado al presidente español que responda "como si ocurriera en Catalunya" y no en Canarias, donde ha denunciado, los ciudadanos reciben un trato “de segunda”. Entre los llegados, medio millar son menores de edad, aunque tres cuartas partes están ya en dependencias de otras islas porque no hay espacio para tanta gente. De hecho, el ejecutivo canario exige que se limite a 40 la cifra máxima de menores no acompañados que se atiendan en esta isla, informa Efe.

La canaria es la más mortífera de todas las rutas migratorias que existen en el mundo y, después de unos años en los que la migración que quería ir hacia Europa casi la dejó de utilizar porque es muy larga y peligrosa, se reactivó tras la pandemia por las dificultades que las embarcaciones encuentran en las quinielas por el Mediterráneo central.

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