Diversidad sexual

¿Por qué los jóvenes no dicen que son homosexuales?

Se declaran más a menudo "no heterosexuales" en formularios por escrito que en respuestas verbales

Manifestació LGTBI en la calle Pelai

BarcelonaEn el último Barómetro del Centro de Estudios de Opinión se preguntaba por primera vez sobre la orientación sexual de los catalanes. Una de las conclusiones es que los jóvenes de entre 18 y 24 años son los que, de lejos, más se presentan como personas homosexuales y casi doblan la cifra de la siguiente generación, de 25 a 34 años. Hasta aquí son resultados que entran dentro de la normalidad y la diferencia se atribuye a las cuotas de libertad ganadas en las últimas décadas. La gran sorpresa de la encuesta ha sido que los primeros, los más jóvenes, son, precisamente, los que muestran una brecha más grande cuando se responde verbalmente al encuestador o bien a través del formulario en una tablet. En este segmento, verbalmente el 20% se declaran homosexuales, mientras que por tablet, en un ambiente de más intimidad y privacidad, lo hacen el 29%. En las otras franjas de edad, las diferencias son casi inapreciables. ¿Esconden los jóvenes su orientación? ¿Les da miedo o vergüenza salir del armario?

Desde el CEO admiten que la muestra de jóvenes es demasiado pequeña para poder detallar qué está pasando en esta etapa. El jurista Miquel Rosselló, miembro del secretariado del Observatorio contra la Homofobia, reclama más investigaciones en esta línea para poder determinar si “es una cuestión de edad o de generación”. Es decir, si no responden porque están en una etapa de reticencias a posicionarse que se irá superando a medida que crezcan o si bien es una característica de la generación Z. “Esto sería lo más preocupante”, continúa Rosselló, porque podría representar la continuidad de un estigma, el triunfo de la represión hacia los que no encajan en la norma de la heterosexualidad.

Orientación sexual declarada: porcentaje LGB, según tipo de pregunta y edad

Para Xavi Villena, de Entenem Santa Coloma LGTBIQ+, la diferencia entre respuestas no se puede buscar en el miedo a salir del armario. "De ninguna manera", afirma, sino que es una generación que “responde según el centro en el que se mueve”. Villena, activista que hace charlas sobre diversidad en escuelas e institutos, asegura que encuentra auditorios libres de miedo y explica que incluso muchos “no son conscientes” de los riesgos de ataques LGTBI-fóbicos. “Los del miedo somos los más grandes”, sostiene.

Es la tesis que prefiere Rosselló y que defiende el director general de políticas LGTBI de Igualdad y Feminismos, Xavier Florensa: son una generación más empoderada y que quizás ante un encuestador extraño han optado por no posicionarse como minoría. 

Florensa también admite que se hace difícil poder dar una respuesta sobre este comportamiento diferenciado según cómo se formula la pregunta, pero más que atribuirlo a una falta de confianza o al fracaso de las políticas públicas sobre la diversidad, se apunta a destacar el sesgo generacional al declararse homosexuales o bisexuales. Las leyes que han dado derechos a las generaciones más nuevas, los servicios desplegados por las administraciones y entidades y la conciencia social de esta diversidad han sido esenciales para que se constate que los más jóvenes no se tienen que esconder y sí que salen del armario. En el 20-29% de los más jóvenes que se presentan como LGTBIQ+ se constata el adelanto porque entre los de 25 a 34 años, los que se declaran no heterosexuales son entre el 12-14% (dependiendo de la vía de respuesta), los de la franja anterior, 6-5%, seguidos del 2% de los de 50 a 64 años y del 1-2% de más de 64 años.

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