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La justicia avala la sanción de 14 meses a un profesor de la UAB por abuso de autoridad

El docente, que estuvo más de un año sin empleo ni sueldo, puede volver al centro desde el 20 de mayo

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Un grupo de alumnos ha leído un manifiesto contra los abusos de poder y el acoso en la UAB

BarcelonaLa Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) actuó correctamente suspendiendo de empleo y sueldo durante 14 meses al profesor de filología española Ángel Gallego por una falta muy grave de prevalencia de la condición de empleado público y dos faltas graves de abuso de autoridad . El juzgado de lo contencioso administrativo número 15 de Barcelona ha avalado la sanción al docente que impuso en marzo de 2023 la universidad y ha desestimado el recurso que presentó Gallego, que ahora tiene 15 días para acudir a una instancia superior. El caso, que avanzó el ARA, se destapó después de que una alumna de doctorado denunciara al profesor por acoso sexual y otras siete personas lo hicieran por acoso laboral y abuso de poder.

La sanción administrativa de 14 meses acabó el pasado 20 de mayo. Fuentes de la UAB aseguran que el profesor puede volver a Bellaterra, pero que durante este cuatrimestre ya no tiene docencia asignada, y que el reto ahora es restablecer la normalidad a partir del próximo curso. En este sentido, se han realizado formaciones y charlas entre el alumnado y el claustro para intentar crear un clima de confianza que permita reanudar la actividad el curso 2024-25 sin problemas.

Sanción proporcionada

"No ha habido vulneración de los principios de legalidad, tipicidad, no se ha vulnerado la presunción de inocencia", destaca la resolución, que remarca que los hechos fueron correctamente "tipificados" por parte de la universidad y las sanciones fueron "proporcionadas". En el escrito, se da por "acreditado" el uso "desmedido" de las facultades que tenía el profesor como director de tesis de las doctorandas, "excediéndose y aprovechándose" de ellas para llevar a cabo una "actuación" que no era "propia ni adecuada": se demostró que les hacía hacer de canguro de su hijo o que le incluyeran como coautor de estudios realizados por ellas "a cambio" de obtener financiación para asistir a congresos y seminarios. "Se acercó demasiado a las doctorandas", resalta la sentencia, poniendo énfasis en que el propio Gallego admitió haber mantenido dos relaciones, primero con la doctoranda que le denunció y posteriormente con una alumna de segundo curso de grado que estaba en situación vulnerable.

La resolución destaca que la UAB valoró "de forma racional" y "exquisita" toda la "ingente prueba practicada". "Ningún argumento puede ofrecerse para desvirtuar que la conducta durante al menos tres años era de persecución reiterada aprovechándose de su posición académica, que tenía como finalidad la reanudación de la relación sexoafectiva que le generó a la doctoranda una situación de angustia y ansiedad que requirió tratamiento psicológico", añade el texto.

El caso iba más allá de lo que resolvió la UAB, ya que otros estudiantes de grado relataron a este diario cómo el profesor establecía relaciones de confianza íntimas con ellas. El departamento de Investigación y Universidades también acreditó que Gallego utilizaba su cargo de coordinador de las pruebas de acceso a la universidad (PAU) en lengua castellana y literatura para acercarse a chicas muy jóvenes.

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