Cárceles

Detenido por entrar móviles y drogas con un dron en la cárcel de Brians 1

La policía le vigiló desde el aire después de que el sistema en pruebas del centro penitenciario detectara seis vuelos

BarcelonaLos trabajadores de las cárceles están acostumbrados a dos formas clásicas con las que los presos intentan tener allí dentro de objetos prohibidos como móviles y drogas: que alguien se lo lleve en un vis-a-vis o que lo entren ellos mismos al volver de un permiso. Pero hay una tercera modalidad más reciente, que consiste en que alguien, desde fuera, les haga llegar con un dron. Y, precisamente esta semana, los Mossos d'Esquadra han detenido a un hombre que había hecho llegar móviles y drogas a la cárcel de Brians 1 con este método. Todo después de que la semana pasada trabajadores de Brians 2, el centro adyacente, alertaran de que habían detectado un dron que llevaba drogas, móviles y otros objetos prohibidos en prisión.

En caso de que ha trascendido este miércoles, el arrestado es un hombre de 32 años que habría despegado varias veces un dron con destino Brians 1. Los Mossos le detuvieron el lunes en Masquefa (Anoia) tras vigilarle con un dron policial y ha pasado a disposición judicial este miércoles. Ya a principios de septiembre, los funcionarios de la cárcel se encontraron un paquete con hachís, cocaína y material electrónico que un dron había soltado en uno de los patios.

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El sistema de detección de vuelos que está instalado en prisión ha acreditado la presencia de un total de seis drones no autorizados en el espacio aéreo restringido del centro. Este sistema de detección forma parte de una prueba piloto que se está realizando en Brians 1 y Brians 2 desde hace unas tres semanas, según fuentes del departamento de Justícia. Fuentes sindicales apuntan que "la avalancha" de drones que se han detectado en estos dos centros habría acelerado la puesta en marcha de este sistema y añaden que los trabajadores todavía están en etapa de formación para aprender a hacerlo funcionar.

Envíos lanzados al patio

Sin embargo, la información que se pudo recoger con este sistema permitió a los Mossos hacer seguimiento de estos seis vuelos para determinar el punto exacto desde donde despegaba el dispositivo y localizar al piloto. Más adelante, los días 19 y 20 de septiembre, se volvió a detectar el mismo dron haciendo dos vuelos más en la zona de seguridad de la cárcel. Los Mossos, que ya estaban en alerta, grabaron con un dron policial como un hombre llegaba a la zona, preparaba la aeronave, la despegaba y, unos minutos después, la recogía y se iba. Esta vez los agentes también pudieron grabar cómo ese mismo hombre llegaba a su casa.

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Tras el vuelo del 20 de septiembre, los funcionarios de la cárcel se encontraron en un patio otro paquete donde había material electrónico, hachís y cocaína. Fuentes penitenciarias explican que lo habitual en estos envíos por dron es que el remitente deje caer el paquete en alguna zona exterior del centro acordada con el receptor. Normalmente, el preso escoge algún punto del recinto al que sabe que llegará antes que el resto de internos, por ejemplo teniendo en cuenta los horarios de sus responsabilidades o trabajo dentro de la cárcel. Sin embargo, el paquete o el bolso, si no se espera un envío, podría pasar inadvertido o ser confundido por basura a ojos del resto. Otro método que se ha detectado en algunas prisiones del Estado consiste en atar el paquete al dron con un hilo y acercarlo a la ventana de la celda hasta que el interno puede cogerlo.