Lucha a contrarreloj en Valencia para evitar que las aguas fecales lleguen a las casas

BarcelonaEn los días posteriores al paso catastrófico de la DANA por el País Valenciano, los pueblos se llenaron de cientos de voluntarios, amigos y familiares de los afectados para ayudarles a sacar barro de las casas y las calles. Se formaron cadenas humanas de escobas que, a su vez, tiraban el barro hacia adelante. El objetivo siempre era el mismo: crear un recorrido que lo llevara hasta el husillo. Allí iba a parar agua, barro, pero también objetos, vidrios y basura. Con los días, cada vez se repetía más una imagen: un palo clavado bajo un palmo de barro que indicaba que había un agujero del alcantarillado, ya totalmente lleno y que no podía absorber más barro y agua. Ahora, tres semanas después, despejar el alcantarillado es una "prioridad", en palabras del alcalde de Sedaví, José Cabanes.

El grito de alerta lo dio hace dos días la alcaldesa de Paiporta, Maribel Albalat, avisando de que las cloacas estaban obstruidas y el agua fecal llegaba a las casas. "Ha venido mucha más maquinaria", explica este lunes Albalat. Ahora bien, la situación no está, ni mucho menos, solucionada. El 50% de las cloacas siguen obstruidas, según la alcaldesa. Francisco Comes, alcalde de Massanassa, dice que cada día están luchando para que no lleguen a taponarse. Por el momento lo están consiguiendo. "Es un no parar", añade el alcalde de Sedaví. "Les vaciamos y se vuelven a bloquear. Necesitamos máquinas", pide. En Utiel, el alcalde, Ricardo Gabaldón, explica que desde un principio contrataron máquinas y han evitado que la situación se descontrolara.

La llamada de los alcaldes para pedir más maquinaria, sin embargo, es unánime. Si no, la alternativa es quitar barro con cubos de sótanos y cloacas, una imagen que se ha repetido a lo largo de los días. Uno de los grandes problemas (y por eso preocupa especialmente unas semanas después) es que el barro se puede secar y crear un bloqueo aún mayor. El grito de alerta de los alcaldes coincide con la denuncia de una empresa, Desatranques Jaén, que este domingo afirmaba que había 800 kilómetros de cloacas atascadas (la Generalitat no se atreve a dar un balance global) y que llevaban días allí había cien camiones preparados para desatascarlas. ¿Qué faltaba? Según la empresa, el visto bueno de la Generalitat. "Hemos estado muchas horas esperando", admiten fuentes de la empresa. Pero la espera finalmente ha terminado este lunes.

Cuando el gerente ha atendido la llamada de este diario, se estaba preparando para salir de Jaén en dirección a Valencia con dos bombas de agua(que extraen barro y agua para desatascar). Una comitiva que saldrá de toda España y llegará a la zona afectada con una primera tanda de cincuenta camiones. Según explican desde Desatranques Jaén, son empresas del mismo sector que compartían un grupo de WhatsApp.

Bloqueo

Fuentes de la conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio de la Generalitat Valenciana apuntan a que, ante el bloqueo del alcantarillado, hicieron un llamamiento para encontrar camiones y bombas de agua. Rápidamente, describen, se logró una primera tanda, pero se fueron ofreciendo más empresas. Justifican que ese tiempo de espera era porque, hasta ahora, no necesitaban más y todos los puntos estaban cubiertos.

Las cloacas bloqueadas se vacían, pero ¿dónde va a parar el agua y el barro? La respuesta lógica está en las depuradoras, pero el paso de la DANA por estas instalaciones también ha sido destructivo. Según fuentes de Medio Ambiente, existen 200 depuradoras afectadas y algunas han desaparecido completamente. Ahora aseguran que el 80% vuelven a funcionar. Sin embargo, el problema también se encuentra en los colectores, las grandes tuberías que llevan el agua de los alcantarillados hacia las depuradoras y que sí dependen de la Generalitat. Solo en Paiporta, de los 78 kilómetros de red colectores, 76 kilómetros están afectados. Paiporta, junto con Ribarroja, es la zona con más cloacas taponadas.

Según las mismas fuentes de la conselleria, la Generalitat ya se ha gastado 100 millones de euros en arreglar estos colectores y las depuradoras. Afirman que se han colocado tuberías sustitutivas para llevar el agua a esas depuradoras que sí funcionan. Ponen de ejemplo la depuradora de Pinedo, al otro lado del río Turia y junto a Valencia, que lleva semanas trabajando por encima de las capacidades. Normalmente, el agua que llega es casi cristalina. Ahora, hace días y días que es completamente marrón.