Tres años para que el veto a los coches más contaminantes llegue a 5,5 millones de catalanes

Un total de 65 municipios se comprometen a desplegar las zonas de bajas emisiones

Un cartel de la Zona de Bajas Emisiones en Barcelona
18/03/2022
3 min

BarcelonaEl veto a los coches más contaminantes en los cascos urbanos se tiene que extender (y bastante rápido) en los próximos años a buena parte de los municipios catalanes. Las poblaciones con más de 20.000 habitantes tendrán que tener delimitada una zona de bajas emisiones en 2025 para mejorar la calidad del aire que respiran los ciudadanos. Los detalles, es decir, los requisitos mínimos que tendrá que cumplir la zona, se unificarán pronto por parte del Govern, pero el compromiso para desplegarlas lo sellan esta mañana 65 municipios de los 67 que tienen más de 20.000 habitantes (quedan fuera Esplugues de Llobregat y Sant Pere de Ribes, de momento) en el marco del acuerdo para la mejora de la calidad del aire de Catalunya. Los municipios afectados suman 5.450.662 habitantes.

La ley de cambio climático estatal ya fija la obligación de que las ciudades de más de 50.000 habitantes definan este tipo de zonas más limpias en cuanto a emisiones de los vehículos como muy tarde en 2023. Ahora Catalunya, vía este pacto, que adelanta El Periódico, asume que quiere ir más allá a pesar de que fija el horizonte del 2025 para tenerlas en marcha. Barcelona y algunos de los municipios colindantes ya tienen desde hace dos años una zona de bajas emisiones que se ha ido desplegando progresivamente, mientras que ciudades como Sant Cugat del Vallès más recientemente también han puesto en marcha las suyas. Con el acuerdo de este viernes este despliegue a tres años vista será más general en todo el país.

A falta de saber los detalles que se pactarán para todo el mundo –qué coches se tendrán que vetar o qué horarios mínimos tendrá que respetar la restricción como mínimo–, el Govern ha prometido a los municipios una línea de ayudas para ayudarles con la definición y ejecución de los proyectos. Este mismo año serán 4,5 millones de euros que saldrán del fondo climático donde va a parar el 50% de lo que se recauda con el impuesto sobre las emisiones de CO2 de los vehículos. A partir del 2023, la línea de ayudas sería de 500.000 euros anuales.

La idea de la Generalitat es que las zonas de bajas emisiones funcionen y sean identificables de cara a los ciudadanos como lo pueden ser las zonas azules de aparcamiento, que, con algunas diferencias entre municipios por ejemplo en la playa, tienen un funcionamiento similar y son claramente reconocibles por los ciudadanos, según sostienen fuentes del Govern.

Una reducción del 15% de óxidos de nitrógeno

El pacto entre los 65 municipios catalanes más grandes también incluye objetivos de reducción de emisiones: en 2025 la contaminación por óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas contaminantes (tanto PM10 como PM2,5) se tendrá que haber reducido un 15% respecto de los niveles del 2019, prepandémicos, en todo el país. Los dos municipios que no han firmado el pacto se pueden adherir en cualquier momento. De hecho, Esplugues de Llobregat está a la espera del resultado de una consulta ciudadana iniciada justamente para preguntar sobre la zona de bajas emisiones.

La mejora de la calidad del aire que se respira en zonas urbanas se vuelve cada vez un factor más crítico, a medida que los estudios científicos refuerzan las evidencias de un vínculo entre el exceso de contaminación y los problemas de salud y muertes prematuras. De hecho, hace medio año la Organización Mundial de la Salud (OMS) bajó todavía más los máximos de contaminación que considera seguros para garantizar la protección de la salud.

Si la legislación europea establece que los valores máximos de óxido de nitrógeno permitidos son 40 ug/m³ de media anual, la OMS recomienda bajar este nivel a 10 ug/m³ de NO2 si se quiere proteger la salud. El organismo también ha reducido la tolerancia a otros contaminantes como las partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), que, por su medida, fácilmente se cuelan en el organismo, en el flujo sanguíneo y llegan en algunos casos a órganos como los pulmones.

La conurbación de Barcelona es la sexta zona europea que registra más mortalidad vinculada a la mala calidad del aire, según un ranking hecho por el ISGlobal que recoge 858 ciudades europeas. Cada año hay unas 1.500 muertes que se podrían ahorrar si los niveles de NO2 fueran los que aconseja la OMS, una situación que todavía es más grave si se observa la contaminación por micropartícules (PM2,5), que causa más de 2.200 muertes al año solo en el área de Barcelona, según la misma institución experta en el estudio de la contaminación y sus efectos sobre la salud.

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