BarcelonaSólo una semana después de que entraran en vigor las nuevas tarifas del transporte para este año (con las rebajas incluidas), ahora los precios vuelven a cambiar. Y suben. Es la consecuencia directa sobre los bolsillos de los pasajeros después de que ayer el PP y Junts tumbaran, en el Congreso, el decreto del gobierno español que incluía las bonificaciones en el transporte.
Con el no a este decreto han decaído todas las rebajas en los billetes, por lo que desde esta mañana el abono de Cercanías ya no es gratuito en las taquillas de Renfe. Fuentes de la compañía confirman que los usuarios que quieran comprar uno se encontrarán con que tendrán que pagar el precio del 2022, lo que había cuando entraron en vigor las ayudas.
¿Qué costará, pues, viajar a Cercanías? Pues si hasta ahora funcionaba el billete gratuito con viajes ilimitados, ahora se devuelve al modelo anterior: el de billetes sencillos de ida (o ida y vuelta), los abonos de 10 viajes (los llamados Bonotren) y también los abonos por en los recorridos de media distancia. Así, el precio del billete sencillo de una zona vuelve a ser de 2,65 euros (3,10 para dos zonas y 4,20 para tres zonas). El abono de 10 viajes cuesta ya 11,30 euros (17,95 para dos zonas y 26,60 para tres zonas), el abono mensual vale 28,10 euros (33,60 para dos zonas y 51, 57 para tres zonas) y el abono trimestral cuesta 101,40 euros (114,55 para dos zonas y 163 para tres) zonas). Por último, un abono de 10 viajes de media distancia, de Barcelona hasta Girona por ejemplo, ya cuesta 68,35 euros.
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¿Y qué pasa con el precio de los buses, metros y tramos del área de Barcelona? Pues según ha podido comprobar el ARA en las máquinas expendedoras del metro, por el momento la T-Usual y la T-Joven mantienen la rebaja del 50% y todavía se pueden comprar (por lo menos de momento) al precio bonificado, es decir a 22 euros la T-Usual de una zona y 44 euros la tarjeta juvenil.
Sin embargo, este hecho durará poco. La ATM tiene previsto reunirse este viernes para debatir las nuevas tarifas una vez que ha decaído la aportación del Estado –que se hacía cargo de un 30% de la bonificación–. Si no existen sorpresas, en la reunión se pactará mantener sólo el 20% de bonificación que asumía la ATM.
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Esto implica que la T-Usual de una zona –el título más utilizado– pasará de los 22 euros a los 35,2 euros. Un incremento de 13,2 euros que se notará en muchos bolsillos. En el caso de la T-Jove el precio subirá hasta los 70,4 euros –ahora cuesta 44–. La T-Casual y los billetes sencillos, por el contrario, se quedarán igual porque no estaban bonificados.
El cambio, sin embargo, aún tardará unos días en notarse. Fuentes conocedoras explican que desde que se aprueben las nuevas tarifas hasta que se hagan efectivas pasarán unas semanas, ya que es necesario actualizar el software de las máquinas expendedoras.
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Antes de terminar el año 2024, cuando todavía no estaba confirmado que el gobierno español mantendría su aportación, la consellera de Territorio, Silvia Paneque, había asegurado que la Generalitat estaba dispuesta a hacerse cargo de su parte para mantener las bonificaciones. De hecho, el 21 de diciembre el Gobierno anunció un acuerdo con los comunes en el que se garantizaba que las bonificaciones se mantendrían todo el año –y no sólo seis meses como en el caso del gobierno español–, lo que implicaba la prórroga de la bonificación del 50% de la T-Usual y la T-Jove, además de la gratuidad de la T-16. Ahora, sin embargo, esto no está sobre la mesa.
Las máquinas del metro aún venden la T-Usual y la T-Jove con la bonificación incluida
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Los usuarios, ajenos a los cambios
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A primera hora de esta mañana, los usuarios del metro de la estación de Rocafort hacían vida normal, ajenos a los cambios en las tarifas. "No sabía nada de los posibles cambios. ¿Otra vez? Pero lo de subirlo ya lo hicieron la semana pasada ¿no?", preguntaba Joan, de 45 años, que sólo se había informado de la subida tarifaria de enero pero no de la caída, ayer, de las rebajas. En la máquina expendedora, Cassia ha comprado una T-Usual, como hace habitualmente, y no ha notado cambios. "Me ha costado 22 euros, como siempre. Quizás por la tarde compraré un par más antes de que le suban el precio pues", se planteaba esta trabajadora antes de coger el metro. Pocos minutos después Yun, estudiante universitaria, ha renovado su T-Jove, también al precio habitual con rebajas. "44 euros. No tenía ni idea de que hoy se acababan las rebajas, ¡qué suerte pues que me haya costado esto!", reflexionaba aligerada.
Las bonificaciones estaban incluidas en uno de los tres reales decretos que el gobierno de Pedro Sánchez llevó ayer al Congreso y que tanto el PP como Junts tumbaron con sus votos, agudizando así la crisis entre el PSOE y Carles Puigdemont. El hecho de que la cámara no validara este decreto también bloqueó el incremento de las pensiones, la prórroga del salario mínimo, la prohibición de desahuciar a familias vulnerables y ayudas por la DANA.
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Ayuso mantiene "por el momento" los descuentos
En la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso intenta sacar rédito de la caída de las bonificaciones en el transporte público. Su gobierno ha decidido mantener "de momento" los descuentos ya existentes, pero en el PSOE están convencidos de que acabarán reclamando al ejecutivo del Estado transferencias para afrontar las subvenciones. Por ello, registraron una proposición no de ley en la Asamblea de Madrid para que Ayuso afronte las consecuencias del voto del PP en el Congreso contrario a mantener los descuentos y asuma el gobierno autonómico las tarifas reducidas. Actualmente, el abono mensual al metro en la zona A –la más limitada– cuesta 21,80€, el billete de 10 viajes para metro y bus tiene un precio de 6,10€ y el billete sencillo es de 1,50 € –2€ si se realiza un viaje de más de 10 estaciones–.
En otras comunidades gobernadas por el PP, como la Comunidad Valenciana, el Consell ha anunciado que asumirá el coste de los descuentos del 50% que había hasta junio. Por el contrario, la Junta de Andalucía sólo mantendrá la bonificación del 20% que correspondía al gobierno autonómico –el otro 30% lo pagaba el Estado–.