La AP-7, "saturada": el Govern anuncia carriles adicionales, más grúas y restricciones a los camiones

El 'conseller' Elena pide al Estado que haga “las inversiones comprometidas” y que pague los 6 millones de las nuevas medidas

BarcelonaDesde que se han quitado los peajes en la AP-7, un 40% más de vehículos utilizan esta autopista. Según el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, la AP-7 “tiene un problema de saturación” que no es exclusivo de los fines de semana porque el número de horas y kilómetros de colas es “prácticamente el mismo” cada día. Por eso, el Govern ha anunciado nuevas medidas después de las últimas retenciones: poner carriles adicionales en la autopista, tener más grúas para retirar los vehículos accidentados y restringir la circulación de camiones para que circulen menos. Elena ha advertido que en algunos tramos la AP-7 tiene más vehículos de los que puede absorber la vía y ha pedido al Estado que haga “las inversiones comprometidas”, además de revertir las “décadas de dejadez en Cercanías”.

Este año 14 personas han perdido la vida en accidentes en la AP-7: son casi el 20% de las 74 víctimas mortales de este año en las carreteras catalanas. En el mismo periodo del 2019, el año previo al covid, murieron cuatro personas en la AP-7 y 75 en el conjunto de las carreteras de Catalunya. El número de víctimas, pues, se ha disparado en la autopista sin peajes, donde la mitad son por atropellos y cinco por colisiones por embestida –un vehículo que choca por detrás con otro–. Elena ha atribuido este aumento de la mortalidad en la AP-7 al crecimiento de vehículos que ahora pasan por la autopista, que está al límite de su capacidad o ya lo ha superado. El conseller lo ha ejemplificado explicando que por Montmeló circulan un 40% más de vehículos de los que puede absorber la vía y por Vilafranca un 55% más.

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A pesar de esto, Elena ha asegurado que el número de retenciones de los fines de semana “es inferior” respecto al 2019, aunque ha admitido que "existe un problema". Así, para mejorar la circulación, el plan de Interior es que los fines de semana haya carriles adicionales de L'Hospitalet de l'Infant a Amposta en la AP-7 (tendrá 40 km), de Llavaneres a Montgat en la C-32 y, también en la AP-7, de Parets del Vallès a Sant Celoni, a pesar de que en este caso entrará en funcionamiento a partir de San Juan porque antes el ministerio tiene que hacer actuaciones de señalización, que según Elena pueden “ayudar a resolver” las colas en la Roca.

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Por el puente de San Juan también entrará en funcionamiento un sistema de grúas “en puntos estratégicos” de la AP-7 “para garantizar la máxima celeridad en sacar los vehículos”. Este servicio existía cuando la autopista tenía peajes porque la concesionaria estaba obligada, ha explicado el conseller, que ha argumentado que se ha incorporado de nuevo porque otro problema de la AP-7 es el tiempo que tardan las grúas en retirar los vehículos. Ahora Interior ha hecho un contrato menor para recuperar este servicio.

En cuanto a los camiones, desde San Juan y durante el verano no podrán circular los sábados entre las 10 h y las 14 h ni los domingos entre las 17 h y las 22 h. Elena ha recordado que esta restricción se aplica “desde hace años”, a pesar de que ahora se ampliará con una nueva limitación: los viernes o los días previos a un festivo, a partir de las 17 h, los camiones tendrán que circular por la derecha, sin poder adelantar ni superar los 80 km/h en el tramo central y sur de la AP-7.

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Velocidad variable en un futuro

Al margen de las medidas que Interior pondrá en marcha, Elena ha avanzado otras ideas que quieren aplicar. El Servei Català de Trànsit prevé licitar un sistema de velocidad variable por la C-58, el tramo central y norte de la AP-7 y la C-33. Según el conseller, el Govern tiene competencias para poder hacer la velocidad variable pero no para cambiar la limitación máxima, que también es otra propuesta de Interior, que pide reducir a 110 km/h o 100 km/h la velocidad máxima en algún tramo de la AP-7. Aun así, Elena ha anticipado que no parece que el Estado plantee hacerlo.

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El conseller ha asegurado que el plan de choque en la autopista tiene un coste de seis millones y medio de euros, que considera que tendría que pagar el gobierno español porque es el titular de la vía. Elena ha criticado que el ministerio hiciera “con improvisación total” la liberación de los peajes por el retraso en la retirada de las barreras. Además, ha reprochado al Estado las “carencias estructurales” en obras que conectan con la AP-7, que permitirían “derivar tránsito de una carretera a la otra”, así como las “carencias crónicas” en Cercanías, “que es la única alternativa al transporte de vehículos en la movilidad obligada”.