Automoción

El modelo que te carga el coche en solo media hora

El cargador lo ha creado la empresa catalana Premium PSU y sale al mercado la semana que viene

Pol Casaponsa Saràbia
y Pol Casaponsa Saràbia

Al coche eléctrico le cuesta hacerse un hueco en el mercado español. Los escasos kilómetros de autonomía y la falta de puntos de recarga son factores que hacen que sus posibles consumidores den marcha atrás. Actualmente, los cargadores domésticos necesitan entre ocho y diez horas para llenar un depósito. Y, mientras que el unicornio catalán Wallbox sigue creciendo, la sociedad no acaba de dar el salto a los vehículos eléctricos.

Para intentar revertir la situación, la empresa familiar de l'Hospitalet de Llobregat Premium PSU ha decidido entrar en el sector con una característica que, según ellos, “fortalecerá el mercado del coche eléctrico”: la rapidez. La compañía, de más de cuarenta años de historia, se ha dedicado tradicionalmente a la conversión de energía y ya hacían cargadores para el sector ferroviario. Un cambio generacional en el organigrama y el conocimiento previo de la materia han provocado que la compañía haya decidido apostar por esta nueva posibilidad.

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Para hacerlo, han creado la marca Floox, que se lanzará la semana que viene. Premium PSU ha trabajado para que la marca pudiera salir al mercado con tres modelos de cargadores diferentes. Todos los diseños están pensados con el propósito de reducir el tiempo de recarga, en especial el modelo llamado Ultrafloox, que será capaz de cargar toda la batería en solo media hora. Los otros dos -el Superfloox y el Powerfloox- lo harán en unas dos horas.

“Creemos que nuestros productos harán que los ciudadanos se acaben atreviendo a dar el salto definitivo hacia el coche eléctrico”, asegura el CEO de Premium PSU, Jordi Gazo. De hecho, según él, la existencia de cargadores con estas características ha sido clave para el éxito de los vehículos sostenibles en los países del norte de Europa.

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La idea que tienen es ubicar sus cargadores en “lugares de paso, como la vía pública o en parkings de centros comerciales”. Es por eso que todos sus diseños menos el Powerfloox tienen capacidad de carga para más de un vehículo. Los modelos tienen un coste importante -el Ultrafloox cuesta más de 30.000 euros y los de gama más baja entre los 12.000 y 25.000 euros-, puesto que, según Gazo, “no están pensados para el consumidor, sino para el business to business ”.

Esta nueva vía de negocio hace que Premium PSU tenga unas buenas previsiones económicas para los años próximos. El año pasado, la compañía facturó 13 millones de euros y para este 2022 se espera llegar a los 16 millones. Además, las expectativas a medio y largo plazo todavía son mejores: en 2023 espera lograr la barrera de los 30 millones en ventas.

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Sin embargo, la compañía catalana no tiene bastante con esto y, desde hace unas semanas, está trabajando en el diseño de un cargador sin cable mediante la tecnología wireless -ya utilizada en los móviles y que transmite energía mediante inducción- que tendrá una forma similar a una estera. La compañía prevé tener un primer prototipo el próximo año a pesar de que no se empezará a comercializar hasta dentro de tres o cuatro años.

Otras empresas europeas están estudiando esta posibilidad. El problema que se encuentran es que la distancia que hay entre el suelo y la parte inferior de los vehículos hace que se pierda energía, lo que provoca una pérdida de eficacia. Aun así, en el norte de Europa, ya se estudia la implantación en el propio asfalto para conseguir la carga de los vehículos mientras se desplazan. Para Gazo, sin embargo, “de momento es más realista pensar en una implantación en puntos fijos como semáforos o plazas de parking”.

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Gazo añade que la compañía trabaja con otros proyectos “ambiciosos”. Uno de ellos es la implementación en los monoplazas de un cargador bidireccional: la batería dará energía al coche y el vehículo la generará para el cargador. De este modo, se pretende rebajar los gastos de electricidad que hay actualmente. El proyecto ya está más avanzado porque la tecnología ya se usa en el sector ferroviario y en un par de años tendrán acabada la conversión del modelo para coches.