La tuneladora de la L9 volverá a perforar en otoño
Las obras para perforar el tramo central que falta, de 1,6 kilómetros, se alargarán durante doce meses
BarcelonaDespués de un año parada, por el desgaste de la rueda de corte, la tuneladora de la L9 del metro de Barcelona ha recibido esta tarde la nueva pieza para poder seguir trabajando. Los técnicos ya han empezado a bajar al pozo de la calle Mandri todas las piezas para montar la parte delantera de la rueda de corte y la consellera de Territori, Silvia Paneque, ha explicado que, una vez esté preparada, la máquina volverá a ponerse en marcha a principios de este otoño.
El objetivo es completar el agujero del túnel que falta en el tramo central de la Línea 9 (que también servirá para la L10) que atraviesa Barcelona y unir así, los dos extremos de la línea. Son 1,6 kilómetros de túnel, entre las estaciones de Mandri y Lesseps. El departamento de Territori prevé que las tareas se alarguen durante doce meses más.
Esta nueva pieza, que ahora hay que instalar (para sustituir a la anterior) tiene doce metros de diámetro, pesa 210 toneladas y se ha diseñado y fabricado pensando en las características del terreno que debe excavar concretamente en Barcelona. Llegó ayer en barco desde Italia y se ha transportado de madrugada hasta el pozo de ataque de las obras de Mandri, cuya profundidad de setenta metros. Para su descarga se ha utilizado una grúa de gran tonelaje.
Paneque ha prometido a los vecinos que observaban la llegada de las piezas que "el resultado valdrá la pena". "Este pozo que durante años fue símbolo de un proyecto atascado, hoy es el ejemplo de cómo pueden cambiar las cosas", aseveró. "Estábamos esperando ese día desde hacía mucho tiempo", aseguró, a su vez, la primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Laia Bonet, quien subrayó que las obras de la L9 es "uno de los pasos más importantes que quedan" en la movilidad de la capital catalana y su área metropolitana.
Unas obras históricas
Ahora la nueva rueda de corte debe montarse al frente de la tuneladora y ponerse en marcha para seguir perforando el tramo que falta. Cuando acabe –en otoño del 2026 si no hay más obstáculos– habrá perforado el túnel de la línea más larga de Europa que unirá al Besòs con el Llobregat. La Generalitat también tiene previsto que antes de completar toda la obra, la L9 ya pueda abrir un nuevo tramo de cuatro paradas nuevas en 2027.
Actualmente las líneas L9 y L10 tienen unos 27 millones de usuarios al año y el Govern calcula que, una vez finalice el tramo central los pasajeros se multiplicarán, hasta llegar a los 113 millones. Se trata de una obra estratégica para la capital catalana, puesto que ampliará la cobertura del metro y ayudará a descongestionar la red de transporte público. Las obras están valoradas en más de 900 millones de euros.