Movilidad

Primer día sin Cercanías en Tarragona: "Funcionan mejor los autobuses que el tren"

Renfe supera la primera jornada de obras del futuro Corredor Mediterráneo pero pierde viajeros

Tortosa / TarragonaEl martes 1 de octubre era un día en que los usuarios de Cercanías del sur del país tenían marcado en rojo en la agenda: era cuando empezaban los cortes en Renfe. De por sí, el servicio habitual que la compañía ferroviaria ofrece en las comarcas de Tarragona y Terres de l'Ebre ya es insuficiente (tanto por la capacidad como por la puntualidad o la información), y había muy poca confianza en el transporte alternativo que Renfe ha puesto a disposición de los viajeros durante los cinco meses que deben durar las obras. Pero la realidad es que no ha ido del todo mal, en parte porque ha habido menos usuarios y porque el dispositivo ha sido correcto. "Están funcionando mejor los autobuses que el tren", dice Mohammed, uno de los viajeros que este martes debían ir y volver de Barcelona a Tarragona. Temía que el viaje fuera una odisea, pero no fue así.

Adif ya ha comenzado las obras del túnel de Roda de Berà, necesarias para el futuro Corredor Mediterráneo, y las líneas R14, R15, R16, R17 y RT2 estarán afectadas hasta principios de marzo, si se cumplen los plazos. El transporte alternativo se basa sobre todo en los 87 autocares que salen de dos puntos diferentes de Tarragona para ir hasta la estación de Sant Vicenç de Calders, que es donde queda interrumpida la circulación de trenes que vienen de Barcelona. También salen buses de Hospitalet de l'Infant, de Cambrils - Vila-seca y de Salou - Port Aventura, y todos terminan en Sant Vicenç. Además, Renfe ha incorporado un tren Avant que circula por las vías de la alta velocidad y que une Tortosa con Barcelona con sólo un viaje de ida y otro de vuelta.

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El momento más temido era a primera hora, que para los usuarios de Cercanías significa las cinco de la mañana. Negra noche. Jordi Cerdán se ha levantado a las cuatro y media de la mañana para poder estar temprano en Barcelona. Sin embargo, ha acabado perdiendo el primer tren que salía de la estación de Tortosa. "En teoría estaba programado para las cinco y media, pero he llegado a la estación sin saber que desde hoy le avanzan media hora. Cuando he ido a validar el abono me he dado cuenta de que ya hacía rato que había marchado", explica con resignación. El cambio de horario por el corte de la R16 le ha cogido desprevenido. A él ya otros tres usuarios. "Éramos conscientes del inicio de las obras y la alteración del servicio, pero no del cambio de hora", añade. Ya ha aprendido que, hasta que se acaben las obras en mayo, los trenes saldrán antes, pero también llegarán más tarde. Si hasta el domingo el trayecto Tortosa-Barcelona duraba unas dos horas y cuarto –sin contar los retrasos habituales–, ahora se suman unos sesenta minutos más, como mínimo.

Sin abonos

La sala de espera de la estación de Tortosa ha empezado a animarse, sobre todo cuando han llegado los usuarios del siguiente tren: un Avant con salida a las seis y media. Jordi Arrufat y Josep Sabaté, usuarios habituales de la línea y miembros del colectivo Diàspora Ebrenca, han tomado este convoy más rápido y directo, el único del día en dirección norte que circulará por el interior y evitará el corte de la R16 . Se plantará en Barcelona en 1 hora y 50 minutos.

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"Hacía dos años que reivindicábamos un tren como éste, que ya funcionó hasta la llegada de la pandemia. Estamos de enhorabuena, pero sólo a medias, porque en esta línea sólo está operativo el abono de diez viajes durante veinte días. No podemos acceder al abono 30-50, muy beneficioso para usuarios habituales", ha explicado Arrufat. "Teniendo en cuenta el precio por kilómetro con el único abono vigente, el billete nos sale un 40% más caro que en las otras líneas Avant que operan en Catalunya", ha añadido Sabaté.

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Antes de subir al tren, ambos han tenido que buscar al revisor para aclarar en qué vagón les tocaba. Los indicadores digitales no funcionaban. El tren Avant ha cerrado puertas puntualmente, mientras Cerdán lo miraba desde el andén. Era el segundo convoy del día y tampoco ha subido. "Con el abono cuatrimestral de Cercanías, los viajes a Barcelona me salen gratis. Con el Avant, el billete puntual y sólo de ida vale 20,10 €. No me va bien gastarme 40 euros al día, si hay contamos el estribillo", admite.

En realidad, desde Tortosa hasta la estación Camp de Tarragona –donde paran los trenes de alta velocidad– son válidas las tarifas y abonos recurrentes habituales de Cercanías, pero la rebaja no se aplica hasta Barcelona. "Es un poco raro y no me parece justo. Estaría bien que, al menos durante el período de las obras, los beneficios fueran para el trayecto completo", dice. Y concluye: "Quien puede viaja con Avant, en bus o en coche particular; quien no puede, va con Cercanías. Disfrutar de un servicio rápido y puntual acaba siendo un privilegio de clase".

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Unas ochenta autobuses

La estación de autobuses de Tarragona es la parada donde hay que tomar el autocar para ir directo hasta la estación de Sant Vicenç y, aunque había muchos viajeros, todo el mundo ha podido tomarlo. De seis a siete de la mañana también ha habido bastantes viajeros. Después empezó a bajar la demanda. Los autocares funcionan con el sistema de carrusel, que significa que cuando llegan al destino y dejan a los usuarios vuelven al origen para recoger nuevos pasajeros. Más o menos cada media hora sale un autocar.

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Cerdán, que pudo subir al tren que salió de Tortosa a las 7.05, llegó a Barcelona Sants con veinte minutos de retraso. Nada grave para unos pasajeros que dicen estar acostumbrados al incumplimiento sistemático de horarios. El viaje ha durado una hora y diez minutos más que antes del inicio de las obras, un tiempo que Jordi ha aprovechado para realizar una gata matinal. Hoy, para llegar a las 10.25 h en Barcelona, ​​el despertador ha sonado temprano. De hecho, pese a la gran oferta, mucha gente ha buscado alternativas o ha salido mucho más temprano de casa. A las 8 h Alba y Núria cogían uno de estos autobuses, con mucha antelación, porque no tenían visita al médico en Barcelona hasta las 11.30. "Preferimos ir tranquilas y ver cómo funciona la logística", decían.

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El director de Cercanías, Antonio Carmona, defendía que el inicio de la jornada había ido "razonablemente bien", aunque ya habían visto algunos aspectos que había que "ajustar", principalmente en la estación de Sant Vicenç. Salvo un par de trenes que venían de Reus y que han acumulado retrasos, la jornada ha sido más bien plácida. Sin embargo, la portavoz de Dignidad de las Vías, Anna Gómez, ha explicado que de 6 a 7 de la mañana sólo han salido cuatro autobuses (con capacidad para 220 personas), mientras que en condiciones normales en este horario Renfe llena cada día tres trenes que pueden tener capacidad para 700 personas.

Sin datos de viajeros

Renfe aún no tiene datos de cuántos viajeros ha perdido por culpa de las obras, pero los responsables del plan alternativo tienen claro que algunos han optado por el coche privado, otros por la alta velocidad y otros por los autocares con abonos bonificados que la Generalitat ofreció hace unos días para unir a Tarragona y Barcelona. "La gente se adaptará al medio de transporte que le vaya mejor", explicaba el secretario de Movilidad e Infraestructuras de la Generalitat, Manel Nadal.

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El consejero de Territorio del Ayuntamiento de Tarragona, Nacho García, que junto al alcalde Rubén Viñuales han estado comprobando cómo funcionaba el servicio alternativo, ha asegurado al ARA que "se ha notado que había menos viajeros". Según fuentes del Servei Català de Trànsit, entre la medianoche y las diez de la mañana se ha registrado un incremento de la circulación por las autopistas y autovías que unen Tarragona con Barcelona del 7,6% en sentido sur. En sentido norte, en cambio, el incremento fue del 0,4%. Habrá que ver si a lo largo de los cinco meses que todavía quedan de obras estos viajeros que han abandonado Renfe van volviendo poco a poco. Según el compromiso de Renfe, el plan alternativo está pensado para transportar a todos los usuarios habituales. Eso sí, con media hora de retraso.