"Somos un negocio familiar. ¿Por qué nos tienen que romper los cristales?"

La tienda Vall, en Gran de Gràcia, es una de las afectadas por los disturbios de estos días en Barcelona

L.V.
2 min
La tienda Vall, con el escaparate cubierto con cartones después de que fuera atacado por los manifestantes

BarcelonaRodeados de grandes marcas como Pull&Bear, Zara, Vodafone u Orange, todavía hay negocios familiares que sobreviven en la calle Gran de Gràcia. Una es la casi centenaria tienda Vall, de bolsas, maletas y complementos. La fundaron en 1923 los bisabuelos de Esther Vall, en un local en el número 165, que nació como una cestería y tienda de muebles. Con los años, el negocio ha ido derivando hacia los complementos y han abierto una tienda en la calle Escorial y, hace justo dos meses, otra en el número 108, en la esquina con Ros de Olano. Esther, junto con su hermana, son la cuarta generación de la familia que saca adelante este negocio en el corazón de Gràcia. Hace una semana que están "desesperadas": "El primer día de los disturbios nos hicieron pintadas con ácido y el sábado nos rompieron los cristales. En resumen: todo fatal", explica al ARA. A pesar de que los grandes titulares de los disturbios se los han llevado las tiendas de las multinacionales saqueadas, el caso de Esther pone voz a pequeños negocios que también se han visto afectados por los disturbios de estos días contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél.

La tienda de Nike en el Passeig de Gràcia al día siguiente de los saqueos. PERE VIRGILI

"Una cosa es luchar por una injusticia y la otra es esto. Si cometen una injusticia en contra tuyo, no cometas otra contra alguien que no tiene nada que ver", expresa Esther. "La culpa es de las leyes, no de la ciudad. Que se manifiesten, pero no se tiene que estropear la ciudad", añade. Como negocio de barrio con clientes de toda la vida, Esther dice que las grandes multinacionales que poco a poco han conquistado esta zona comercial los han dejado "atrás". "Nosotros somos un negocio familiar. ¿Por qué nos tienen que romper los cristales? El sábado mi madre se puso ante el escaparate y se peleó con un chico. Le preguntó: «¿Por qué hacéis todo esto?» Y el chico le dijo que lo hacían porque van en contra del gobierno. Pero nosotros no somos el gobierno. Nosotros somos una tienda y nos ha costado mucho esfuerzo, muchas noches sin dormir. Aquí están todos mis ahorros", lamenta.

Cuando vieron los destrozos, se les cayó el mundo encima. No solo porque calculan que arreglarlo "costará cuatro cifras seguro", sino porque han tenido que tirar los productos expuestos en el escaparate, que quedaron llenos de piedras. Y porque ahora, con los cartones en la fachada que tapan los desperfectos, parece que la tienda esté cerrada. "Tenemos muy pocas ventas, llevamos unos días muy malos", resume. Y porque todo ello llega después de un año muy duro, de cierres totales y parciales debido a la pandemia y de ERTOs que han afectado a parte de la plantilla. "Es muy duro", afirma.

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