¿Por qué no deberías recoger cosas del bosque para la decoración de Navidad

BarcelonaSe acerca Navidad y se nota en la decoración de las casas. Los elementos de la naturaleza son protagonistas, en forma de abeto o de musgo para montar el pesebre. Antiguamente no era extraño realizar una salida al bosque para recoger los elementos necesarios, pero hoy esto es desaconsejable: esta práctica, que parece que no tenga importancia, hace un mal considerable en el medio ambiente. A pequeña escala parece inofensivo, pero a gran escala es un expolio que deja rastro.

El musgo, por ejemplo, es uno de los materiales más populares pero también de los más vulnerables, porque cumple una función esencial para el ecosistema: retener la humedad y servir de refugio para varios microorganismos. El boj acebo, el galzeran y el muérdago también son plantas bastante cosechadas esta época. Por lo que respecta a los árboles, el abeto es el indiscutible vencedor, como árbol de Navidad por excelencia. Ahora bien, tanto si los bosques donde se recogen son de propiedad pública como privada, aunque no existe una regulación específica, es necesario el permiso del propietario para poder arrancar cualquier elemento vegetal y llevárselo. El subinspector de Agentes Rurales Adrià Olivé destaca la ambigüedad de la normativa: "Es lo mismo que ocurre con las setas: si el titular del bosque no quiere que se coseche nada de su terreno, se estaría cometiendo un hurto".

Alerta con especies protegidas

Entre las especies más buscadas en esta época del año algunas están protegidas, como el boj acebo. "Los parques naturales protegidos –por ejemplo Collserola y Montserrat– tienen una normativa concreta que prohíbe su recolección", explica el subinspector de los Agents Rurals. De este modo, se puede perseguir a quienes cojan la planta de estas zonas y sancionarles con multas que van de los 100 a los 100.000 euros dependiendo del lugar, la cantidad recolectada y la finalidad.

Las autoridades diferencian entre quienes cosechan material para su uso particular y quienes buscan comercializar los productos, pero alertan del daño que se provoca al medio en todos los casos: "Estas especies tienen una función en el ecosistema y si todos las recogemos ahora, en esta época, se produce un impacto importante".

La solución para tener un pesebre despampanante y sostenible es mucho más sencilla de lo que parece. Utilizando materiales reutilizados o productos alternativos –como serrín o cortezas–, se puede reducir el impacto en los bosques en estas fechas señaladas. Para aquellos que, sin embargo, quieran utilizar musgo y boj acebo y tener un abeto real, los tenderetes de las ferias de Navidad ofrecen estos productos, pero lo hacen de una forma regulada y transparente, siguiendo los controles oficiales.