Preocupación por los disturbios y los actos violentos en las protestas contra el encarcelamiento de Hasél

El 'conseller' Sàmper dice que "la violencia está desbocada" y que la Brimo no es negociable

Ara
y Ara

BarcelonaLas protestas y disturbios posteriores a las manifestaciones por el encarcelamiento de Pablo Hasél se retomaron ayer noche en Barcelona después de unos días de tregua. Los Mossos detuvieron a catorce personas y algunos manifestantes volvieron a protagonizar actos vandálicos y violentos, los cuales han causado la reacción del presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el conseller de Interior, Miquel Sàmper, entre otros. Condenaron, sobre todo, el incendio de una furgoneta de la Guardia Urbana en la Rambla con un agente adentro y el saqueo de diferentes locales comerciales y de entidades bancarias en el centro de la ciudad. En la misma línea, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, dijo que "los actos de vandalismo y la violencia que está sufriendo Barcelona estos días son inaceptables" y apoyó a los diferentes cuerpos de seguridad.

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Esta mañana Colau ha visitado la comisaría de la Guardia Urbana de Barcelona en la Rambla, donde ayer algunos manifestantes encendieron con líquido inflamable y, después de que no estallara un artefacto, incendiaron una furgoneta del cuerpo. "Quiero trasladar el rechazo más absoluto a la violencia, que no está nunca justificada y puede causar daños personales. Se podría haber producido una desgracia", ha dicho la alcaldesa, en declaraciones a los medios, en referencia al policía local, que pudo salir sano y salvo del vehículo en llamas. También ha explicado que ayer le llamaron Aragonès, Sàmper y la portavoz del Govern, Meritxell Budó, para apoyarle y que acordaron una reunión con el vicepresidente de la Generalitat en funciones y los diferentes cuerpos de seguridad para estudiar si se pueden tomar más medidas preventivas de cara en las siguientes manifestaciones.

Sàmper remarca que la Brimo no es negociable

En pleno debate sobre cuál tiene que ser el modelo de orden público del país, Sàmper, en entrevistas en Catalunya Ràdio y RAC1, ha dicho que "la violencia está desbocada" y que para él "personalmente" la disolución de la unidad de antidisturbios de los Mossos, la Brimo, no es negociable. A pesar de afirmar que el modelo es "revisable", defiende que "tiene que estar". También ha remarcado que "prácticamente la totalidad" de las personas que van a las manifestaciones que acaban en disturbios lo hacen de manera pacífica, pero hay "150 o 200", a las que se suman "delincuentes comunes que quieren hacer pillajes", que provocan un "cóctel muy negativo". Lo que hacen estos grupos, ha dicho, es "violencia pura y dura, desbocada, sin límites, inaudita". En este sentido, ha alertado que, si este sábado la furgoneta de la Guardia Urbana hubiera llegado a explotar, se hablaría "de un muerto".

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De los catorce detenidos de ayer noche al menos uno está relacionado con el incendio de la furgoneta, según los Mossos. Sàmper ha explicado que de entrada se le puede acusar de daños "consumados" y desórdenes públicos y que habrá que ver qué enfoque da a este caso la Fiscalía, puesto que "el ataque a una persona que es una autoridad se complica muchísimo, entra en el ámbito del atentado", con penas que "pueden ser importantes". El conseller también ha pedido un debate "sereno y repuesto" que no se haga "en el marco de unas negociaciones para formar gobierno", con el objetivo que "el país se sienta tranquilo" y los Mossos puedan hacer "su trabajo". En este sentido, ha reclamado que Interior "pueda trabajar con tranquilidad y paz" y se ha mostrado convencido que en las negociaciones para llegar a acuerdos entre ERC, JxCat y la CUP "se impondrá la cordura" para llegar "a puntos de encuentro" en que todo el mundo se sienta "cómodo".

También la cabeza de lista de la CUP-Guanyem, Dolors Sabater, ha mostrado este domingo su disconformidad con el incidente de la furgoneta en llamas. "Poner la vida en riesgo es un límite, lo haga quien lo haga", ha reconocido Sabater en los micrófonos de Catalunya Ràdio y de RAC1. Sin embargo, la cabeza de lista de la CUP ha evitado condenar explícitamente los disturbios. "Solo vemos la criminalización de la protesta, y esto no sirve para nada", ha apuntado Sabater. "Las condenas a la violencia no valen para resolver los problemas gravísimos que generan esta violencia. Es una simplificación hipócrita que solo tranquiliza a algunas conciencias", ha afirmado la cabeza de lista de la CUP-Guanyem.

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El Gremio de Hoteles de Barcelona exige "responsabilidad política"

El Gremio de Hoteles de Barcelona también ha condenado el último episodio de disturbios en la ciudad y ha reclamado que se pongan los recursos "necesarios" para "propiciar" su fin inmediato. La entidad considera que la "pasividad" de las administraciones competentes ha privado a los ciudadanos y al tejido empresarial de su derecho y de sus garantías de seguridad. Así pues, les ha exigido "responsabilidad política". "Es inadmisible que no muestren una postura firme e inequívoca en contra de estos hechos y que permitan que sucedan, así como que no manifiesten un apoyo sin fisuras hacia los cuerpos de seguridad", ha añadido.