¿Qué sabemos de la nueva variante del coronavirus?
Los expertos que asesoran al gobierno del Reino Unido dicen que podría ser más infecciosa, pero hacen falta más datos para confirmarlo
BarcelonaLa nueva variante del coronavirus que se ha descrito en el Reino Unido, llamada B. 1. 1. 7, ha motivado nuevos confinamientos y restricciones de movilidad entre algunos países europeos y el Reino Unido. La causa de este endurecimiento de las medidas es que hay sospechas de que sea más contagiosa. Pero ¿qué se sabe de esta variante?
¿Es extraño que aparezcan nuevas variantes?
Para nada. Los virus mutan. Esto es ley de vida. Lo hacen constantemente, cada día. En los últimos días se han detectado más de medio millón de casos diarios en todo el mundo. Cada uno de los millones de veces que el virus se multiplica en las células de cada persona infectada se pueden producir mutaciones, cambios en el material genético como consecuencia de errores en el proceso de copia. Muchas de estas mutaciones afectan al virus y hacen inviables las nuevas copias. Otras muchas no tienen ningún efecto. Algunas, pocas, pueden modificar partes del virus de forma que alteren su comportamiento. A pesar de que todavía se tiene que confirmar, este podría ser el caso de la nueva variante.
¿Dónde está esta variante?
Los primeros casos detectados se produjeron en Inglaterra en septiembre. A mediados de diciembre la variante ya representaba cerca de dos terceras partes de los nuevos casos en el Reino Unido. También se han detectado casos en Gibraltar, Dinamarca, Holanda, Bélgica, Italia y también en Australia. Si se mide en número de genomas virales secuenciados por habitante, el Reino Unido tiene uno de los mejores sistemas de vigilancia de enfermedades infecciosas del mundo. Este dato explica que la variante se haya descubierto ahí, y también sugiere que, a parte de donde ya se ha detectado, podría estar circulando por otros países.
¿Cómo es esta variante del virus?
Se trata de una variante que acumula 14 mutaciones, algunas de ellas en la proteína S que el virus tiene en la superficie y que es la clave que usa para acceder al interior de las células e infectarlas. Una de estas mutaciones podría aumentar la eficacia con la que el virus se engancha a la parte del exterior de la célula y que utiliza como puerta de entrada. Este es uno de los motivos que hace pensar que podría ser una variante más infecciosa. Parece que otra de las mutaciones podría ayudar al virus a esquivar parte de la respuesta inmunitaria, a pesar de que esto todavía no está claro. Además, hay otra mutación muy parecida a una que ya se detectó hace unos meses en Singapur y que estaba asociada a un cuadro más leve de la enfermedad. Todavía es pronto para confirmar estas posibilidades. De momento, lo que se sabe con seguridad de esta variante es el genoma. Para conocer el comportamiento se tienen que hacer experimentos con cultivos y en animales, así como recolectar más datos epidemiológicos.
¿Es más infecciosa?
Boris Johnson dijo hace unos días que la nueva variante era un 70% más contagiosa que el resto. Este dato proviene de un informe del NERVTAG (New and Emerging Respiratory Virus Threats Advisory Group), el grupo de expertos que asesora al gobierno del Reino Unido sobre nuevos virus respiratorios. En este informe, los expertos apuntan a este aumento de la infecciosidad a partir de los datos genéticos del virus analizadas en los casos detectados las últimas semanas. Como cada vez se han detectado más casos con esta variante, concluyen, con una "confianza moderada", que es más transmisible. Otros expertos han dicho que hacen falta más datos y experimentos en el laboratorio para confirmarlo. No siempre que una variante predomina es porque es más infecciosa. Puede haber factores relacionados con las circunstancias de los contagios que lo expliquen: si una variante se encuentra en los momentos adecuados en los lugares adecuados, es decir, en situaciones que facilitan el contagio, puede acabar siendo predominante. Para saber cuál de estas causas está detrás de la abundancia de la variante, hace falta más investigación.
¿Es más peligrosa?
De momento no hay ninguna prueba de que la nueva variante provoque un cuadro más grave de la enfermedad. El NERVTAG reporta cerca de cuatro personas muertas por cada 1.000 casos infectados, cosa que equivaldría a 0,4 muertos por cada 100 infectados. Actualmente en el Reino Unido esta cifra se sitúa alrededor de 3 muertos por cada 100 casos detectados. Con los datos actuales, que todavía son pocos, no parece que la nueva variante sea más peligrosa. Los expertos insisten, sin embargo, en que todavía hacen falta más datos para llegar a una conclusión firme. Ahora bien, si realmente se confirma que la variante es más infecciosa, genera más contagios y, por lo tanto, más casos, puede acabar provocando más cuadros graves, más ocupación hospitalaria y aumentar la cifra de muertos.
¿Afecta a la eficacia de las vacunas?
De momento parece que no. Para empezar, las vacunas que ya están aprobadas se han ensayado en las principales variantes del virus que circulan. Si han demostrado que son eficaces, es porque lo son respecto a la mayoría de estas variantes en circulación. Además, tanto los anticuerpos que bloquean el virus como las células T que destruyen las células infectadas trabajan a partir de fragmentos pequeños de la proteína S que el virus utiliza para infectar las células. Eso significa que en el cuerpo de una persona inmunizada hay un gran abanico de anticuerpos y de células T que reconocen partes muy concretas y diferentes de la proteína S. Aunque se produzcan cambios en algunas partes de esta proteína, como lo que pasa en el caso de la nueva variante, la mayor parte de la proteína no cambia. Eso hace que los anticuerpos y las células T que tenían como referencia las partes de la proteína que han cambiado puedan no ser efectivos. El resto, sin embargo, que son muchos, seguirán siendo capaces de bloquear el virus.
En el caso hipotético de que se observara una disminución en la eficacia de las vacunas, es interesante tener en cuenta que las nuevas vacunas basadas en la RNA del virus, como las de Pfizer y Moderna, tienen la virtud de que se pueden modificar rápidamente para adaptarse a los cambios del virus.
¿Cómo evolucionan los virus?
La selección natural indica una tendencia general en la evolución de los virus: se vuelven más contagiosos pero menos agresivos. Si aparece una mutación que hace que el virus se contagie con más facilidad, es razonable pensar que al cabo de un tiempo esta variante será más habitual que las que no son tan infecciosas y, poco a poco, las irá desplazando. Por razones parecidas, las mutaciones que aumentan la agresividad de los virus tienen tendencia a quedar arrinconadas y desaparecer. Si una variante es más letal, los individuos infectados manifiestan enseguida cuadros graves y no tienen tanto tiempo para contagiarla como los asintomáticos o los que presentan síntomas más leves. Ahora bien, estas tendencias generales también dependen de factores como las interacciones con los medicamentos, las medidas no farmacológicas (uso de mascarillas, mantenimiento de la distancia social, etc.), y, también, el azar. En el caso de la pandemia actual, a pesar de que hay indicios que hacen pensar en un aumento de la infecciosidad, todavía es pronto para ver con claridad alguna de estas tendencias.