El arzobispo de Tarragona llama a acoger a los inmigrantes ya integrarlos en catalán
Encuentro de todas las diócesis en el monasterio de Montserrat
BarcelonaEl arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, máxima autoridad de la Iglesia catalana, ha instado este miércoles al monasterio de Montserrat, en el marco del encuentro de obispos, diáconos, presbíteros y seminaristas de las diócesis catalanas, a acoger la inmigración ya integrarla en catalán. Ante los discursos populistas que vinculan inmigración con inseguridad, que defienden expulsiones y centran sus discursos en el miedo al recién llegado y en las diferencias culturales y religiosas, Planellas hace hincapié en la acogida de personas "cuya totalidad" de las que "son migrantes forzados". Esto, añade, "significa que el problema no son, en ningún caso, las personas, sino las situaciones y las causas que las obligan a marcharse, a huir de casa, a abandonar lo suyo". "Migrar es un derecho, pero también lo es no tener que migrar forzadamente", sostiene.
Para el arzobispo de Tarragona, "una vez han llegado a nuestro país, debemos acogerlos y amarlos con solicitud" y hacerles espacio en el seno de la sociedad y de la Iglesia. Al respecto, Planellas considera importante que "seamos capaces de transmitir el amor por nuestra lengua, para que la tengan bien presente y, a ser posible, para que la incorporen pronto en su día a día, sabiéndola hablar y sabiéndola escribir ".
De hecho, en la homilía de la cita montserratina, el arzobispo de Tarragona ha situado el encuentro en la tradición de "los encuentros que el siglo pasado creó el cardenal Vidal i Barraquer y que, más adelante, fomentaron sobre todo los arzobispos Josep Pont i Gol y Ramon Torrella". Planellas remarca, así, "la convicción de la unidad pastoral de las diócesis con sede en Cataluña de que el episcopado ha ido fomentando a lo largo de los años", una unidad "que halló expresión palpable especialmente en el documento RaícescristianasdeCataluña (1985), con la celebración del Concilio Provincial Tarraconense del año 1995 y, más tarde, con el documento Al servicio de nuestro pueblo (2010)". Unas citas en las que "se daba fe de la realidad nacional de Catalunya, aficionada a lo largo de mil años de historia".
"Nuestra sociedad y nuestras Iglesias son diferentes de cuando se celebró el Concilio [de 1995], pero la generación actual de servidores del Evangelio, en medio de nuestra pobreza de recursos humanos, mantenemos firme nuestra vocación de servir a todos , especialmente los más necesitados", reconoce Planellas.