Muere a los 91 años Carles Soler, obispo emérito de Girona
En julio del 2008 renunció al cargo después de cumplir 75 años
BarcelonaCarles Soler, obispo emérito de Girona, ha fallecido este sábado a la edad de 91 años en la residencia sacerdotal Obispo Sivilla de Girona. Soler fue nombrado obispo de la capital gerundense en octubre de 2001, cuando era obispo auxiliar del Arzobispado de Barcelona, en sustitución de Jaume Camprodon. Ejerció su cargo hasta julio del 2008, cuando el papa Benedicto XVIaceptó su renuncia después de haber cumplido 75 años, la edad prevista para dejar de ser obispo.
"Para él, el ministerio episcopal se resumía en dos palabras: servicio y donación", ha afirmado el administrador diocesano de Girona, Lluís Suñer, sobre Carles Soler y su mandato como obispo. Su sucesor, Francesc Pardo, murió el día 1 de abril de 2022 y desde entonces ha quedado vacante la plaza de obispo de Girona. Después de año y medio sin titular del cargo, parece que la situación de provisionalidad empieza a reconducirse. En octubre el papa Francisco propuso formalmente al candidato a nuevo obispo. Concretamente, dio el visto bueno del nombre que le mandaron, que aún se desconoce. Para hacerlo oficial falta que esta persona acepte el cargo.
Carles Soler nació en Barcelona el 12 de septiembre de 1932 y estudió humanidades y filosofía en Barcelona. También se licenció en teología y en derecho canónico por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y fue ordenado presbítero en la capilla del Colegio Español de Roma en 1960. La misa exequial por la muerte de Soler tendrá lugar el martes 12 de diciembre a las 11 h en la catedral de Girona, que desde las 9 h acogerá su capilla ardiente.