El Opus pierde la mitra pero no la silla

Barcelona"Es como en una habitación que ya tenía los muebles y ahora los hemos movido un poco de lugar". Así explican desde el Opus Dei los cambios que ha promulgado el papa Francisco con el documento Ad carisma tuendum, bastante breve y simple. El cambio más visible e impactante es que a partir de ahora el prelado del Opus Dei ya no será obispo. La silla ha cambiado significativamente porque ya no lleva mitra, pero el resto de muebles se mantienen dentro de la habitación. Y, lo más importante, con la prelatura personal la Obra continúa teniendo una habitación propia dentro de la Iglesia.

Los cambios que ha dictado el Papa son motivo de discusión entre teólogos, canonistas y eclesiólogos, pero hay un cierto consenso en que no afectan a la estructura y organización del Opus Dei ni su poder. En el documento mismo, se enmarcan los cambios dentro de la reestructuración general que ha hecho Francesc de la estructura de la curia vaticana. La prelatura personal pasa de depender de la Congregación (Ministerio) para los Obispos a la del Clero y cada año tendrá que presentar un informe de su actividad para pasar cuentas ante la Santa Sede. Hasta ahora lo hacía cada cinco años, como todos los obispados.

La prelatura personal es una estructura singular en la Iglesia católica. No hay ninguna otra en el mundo. Una organización propia en la cual los curas están "incardinados" en la prelatura y no en el obispado donde residen. Es decir, que en última instancia dependen de su superior dentro de la Obra, no del obispo local. En la época de Benedicto XVI se llegó a plantear este modelo para acoger a los sacerdotes anglicanos que se pasaban a la Iglesia católica por no aceptar la ordenación sacerdotal de las mujeres, pero no se llegó a concretar.

La creación de la prelatura personal del Opus Dei por Juan Pablo II en 1982 –años después de la muerte del fundador, Josemaría Escrivá– se solapó con la aprobación del nuevo Código de Derecho Canónico de 1983. Lo que ha hecho ahora el Papa es una nueva interpretación. Pero no ha modificado la naturaleza de la Obra. De hecho, ni fue obispo Escrivá ni lo era el actual prelado. Álvaro de Portillo no fue nombrado obispo hasta 1991, nueve años después de ser escogido primer prelado del Opus Dei.

¿Con esto pierde poder el Opus Dei? Todos los entornos eclesiásticos consultados coinciden que estos cambios no tienen una excesiva dimensión práctica. Si se calibra con términos de poder, ¿tiene más el general de los jesuitas, el papa negro, que nunca ha sido obispo? ¿O algunos de los generales de las congregaciones religiosas con más efectivos dentro de la Iglesia católica? ¿O el abad de Montserrat?

Según los datos oficiales, hoy hay unos 115 curas del Opus Dei en Catalunya y unos 5.000 miembros. La mayoría son supernumerarios, es decir, que pertenecen a la Obra pero mantienen su vida familiar y laboral como cualquier otro bautizado. El clero representa algo menos del 10% de los curas que trabajan hoy en Catalunya. Cuentan con escuelas, residencias de estudiantes, la IESE, parroquias e iniciativas de formación juvenil, y desde hace unos años la obra social para niños del Raval. Son centros que no dependen directamente del Opus Dei, el cual "únicamente se ocupa de la vivificación cristiana de estas iniciativas".

Es conocida la influencia que tuvo el Opus durante el franquismo y el empujón que les proporcionó la predilección de Juan Pablo II. Pero hoy es un movimiento más dentro del caleidoscopio católico. También ha habido una evolución política y, por ejemplo, los últimos años ha habido gente del Opus Dei muy implicada en el movimiento soberanista. Lo que marca la Obra es la adhesión a los principios doctrinales de la Iglesia. Otros grupos ultracatólicos que han florecido después han empujado la Obra hacia el centro y han ocupado espacios de influencia y lucha política que siempre se habían asociado al entorno del Opus Dei.