Los casos de dengue se multiplican en Europa
En los últimos años el mosquito tigre se ha establecido en buena parte del continente y el mosquito de la fiebre amarilla ha ganado presencia
Cuando hablamos del dengue a menudo nos lo imaginamos como una enfermedad lejana, como una realidad que en nuestro país es inexistente. Hasta hace poco lo era, pero esto está cambiando. En 2023 en Europa se detectaron 130 casos de dengue, 58 casos más que el año anterior y 56 más que en toda la década de 2010. El principal transmisor es el mosquito Aedes aegypti, popularmente conocido como mosquito del dengue o mosquito de la fiebre amarilla, que casi había desaparecido de Europa, pero que últimamente ha recuperado presencia.
Otro mosquito que también puede transmitir el dengue, pero de forma mucho más anecdótica, es el mosquito tigre (Aedes albopictus). Según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), hace una década este mosquito se había detectado en varios puntos de Europa, pero sólo se había establecido en Italia, en el sudeste de Francia y en buena parte de la costa de los Países Catalanes y de los Balcanes. Ahora, sin embargo, ya lo encontramos establecido en muchos más lugares de la península Ibérica (en toda la mitad este y en Extremadura) y en todos los países europeos del Mediterráneo, así como en puntos de Alemania, en el lado atlántico de Francia y en muchos zonas cercanas al mar Negro.
Este incremento, según la ECDC, se debe a los inviernos cada vez más cálidos a raíz de la emergencia climática, que propician unas condiciones óptimas para que los mosquitos se reproduzcan. Con unas temperaturas más suaves, los mosquitos pueden poner huevos antes de tiempo y vivir hasta bien entrada el otoño. De esta manera llegan a picar a más gente y, por tanto, hay más oportunidades para que transmitan una enfermedad.
En todo caso, el mosquito más capaz de transmitir el dengue está mucho menos presente en el continente europeo que el mosquito tigre. Se trata de un mosquito con un aspecto bastante similar al tigre y, tal y como indica su nombre, puede transmitir el dengue o la fiebre amarilla, pero también enfermedades como el zika. Aunque hace unos años que había desaparecido de Europa, ahora se ha vuelto a detectar en buena parte del continente.
El dengue se expande
Esto ha supuesto que desde 2010 se hayan detectado 276 casos de dengue en Europa. De éstos, casi la mitad se diagnosticaron sólo el pasado año. Pero el aumento de la presencia del mosquito no es el único motivo de ese incremento. Hay que tener en cuenta que, tal y como explica la ECDC, a nivel global es una enfermedad que se está expandiendo, con más infectados año tras año. Otro motivo que puede explicar este incremento de los casos detectados es que cada vez hay mayor movilidad internacional, ya sea por migraciones, por el turismo masivo y por grandes eventos.
De hecho, desde el centro identifican los Juegos Olímpicos de París de este verano como un "riesgo significativo" para la transmisión de infecciones por mosquitos. Ahora bien, lanzan un mensaje de tranquilidad porque la situación está monitorizada por los servicios de prevención y vigilancia franceses y europeos, lo que permitirá actuar en el ámbito sanitario en caso necesario.
Evite tener agua estancada, también en el entretiempo
El primer paso y lo lógico si queremos evitar las infecciones que transmiten los mosquitos es, evidentemente, evitar que nos piquen. Una fuente de reproducción de los mosquitos es el agua estancada. Por eso, desde el ECDC aconsejan, más allá del uso de repelentes, no tener agua estancada ni en verano ni en primavera o otoño, por la tendencia a la desestacionalización en la presencia de mosquitos. Y en caso de que sea necesario tener agua estancada, recomiendan que se tape el recipiente para que no puedan acceder y poner huevos.