Comida en verano: cómo elegir, preparar y conservar los alimentos más adecuados para el calor
Recomendaciones para preparar, preservar y elegir los alimentos más adecuados durante los meses de calor
El calor de los meses de verano puede ser una amenaza a la hora de consumir ciertos alimentos, y más allá de tener en cuenta las condiciones de higiene, es necesario estar atentos a la temperatura. "Desde el ámbito de la seguridad alimentaria el principal problema en verano es la ruptura de la cadena del frío en alimentos crudos", explica José Juan Rodríguez, profesor del departamento de Ciencia Animal y de los Alimentos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Según él, es necesario tener en cuenta algunos aspectos.
Rodríguez recomienda hacer una buena desinfección con agua y lejía alimentaria de los vegetales y verduras, para garantizar la eliminación completa de los microbios que puedan existir. En cuanto a la carne y el pescado, explica que "lo ideal" es cocinar bien este tipo de alimentos -sobre todo si son trozos grandes como bistecs o filetes-, y asegurarnos de que no haya restos de sangre en la superficie exterior en el momento de consumirlos. En esta línea, insiste en que es necesario cocinar a fondo las hamburguesas, ya que las bacterias crecen más deprisa en la carne picada por culpa del calor.
También aconseja mantener siempre en frío los alimentos frescos, y evitar llevárselos a temperatura ambiente si se hace una excursión a la playa o la montaña: "A partir de tres o cuatro horas que el producto no esté en frío se pueden empezar a dar situaciones de riesgo debido al calor", comenta. Más allá de la preservación y la preparación, también hace algunas recomendaciones sobre qué comida elegir, e indica que lo mejor es consumir alimentos que no eleven nuestra temperatura corporal: "Los alimentos servidos muy calientes y los muy grasientos pueden provocar una subida importante de la temperatura corporal, con sensación de ahogamiento, cansancio y sudoración intensa", advierte.