Salud

Contagiarse dos y tres veces ya no es una excepción

Las probabilidades de volver a sufrir el covid han aumentado once veces desde que la variante ómicron es predominante

BarcelonaHace dos años se detectaba el primer caso de covid en Catalunya. Se trata de una efeméride simbólica, porque el virus ya circulaba libremente las semanas previas, pero a partir de esta primera documentación han llegado 2,3 millones de casos más. Una parte nada despreciable, alrededor del 10%, son reinfecciones: personas que se han infectado al menos dos veces. De estos casos ha habido casi desde el inicio de la pandemia, pero el grueso se concentra en los últimos dos meses.

“Al principio se hacía el esfuerzo de contar las reinfecciones en todo el mundo e incluso se comparaban los genomas de los virus porque nos parecía extraño que las hubiera en un periodo de tiempo relativamente corto”, plantea la inmunóloga del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) Adelaida Sarukhan. Ahora, sin embargo, lo que parecía anecdótico o excepcional es cada vez más habitual. “La mayoría de reinfecciones se han dado desde que apareció la variante ómicron. Mientras que con la delta el 1% de los contagiados contaban con una infección previa, con la ómicron la posibilidad de volverse a contagiar es once veces superior”, según Sarukhan. 

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La experta, que es redactora científica en el centro impulsado por la Fundación La Caixa, señala que la causa principal son las mutaciones de ómicron, que favorecen que el virus se escape más del efecto protector de los anticuerpos generados por la infección y la vacuna. “Continúan protegiendo contra la enfermedad grave y la evidencia dice que las reinfecciones a menudo son más leves. Y a pesar de que contagiarnos no es lo ideal, funcionarían como un refuerzo protector”, dice. La otra causa que podría explicar este auge de reinfecciones es la pérdida progresiva de los niveles de anticuerpos con el paso del tiempo, que algunos estudios proponen que se da al año, a los seis y a los tres meses, en función del estado vacunal. Además, los cambios de variantes –de la alfa a la delta y de la delta a la ómicron– también habrían dejado desprotegidas a personas que se considerarían inmunizadas.

1.
Aina Sampol

"Después de los tres positivos, tener dolor de garganta me agobia”

Tres contagios en un mismo año. Aina Sampol, de 25 años, se infectó por primera vez en abril del año pasado, pero si no fuera por la prueba que le hicieron por contacto estrecho ni siquiera lo habría sabido: era completamente asintomática. Tres meses después, en julio, se volvió a contagiar –cree que en el Festival Cruïlla– y esta vez sí que sufrió los síntomas habituales: fiebre alta, malestar y dolor de cabeza y pérdida total del gusto y el olfato. Para su sorpresa, cinco meses después, en diciembre, hubo una tercera infección. “Me hice un test de antígenos porque llevaba tres días con malestar y dolor de garganta. Y todavía no me explico que volviera a ser covid. Siempre que asumo que ya lo he pasado, en pocos meses vuelve”, lamenta. 

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Su caso puede parecer excepcional porque se documentan pocas infecciones que se produzcan en un periodo de tiempo tan corto, pero el mismo ministerio de Sanidad define como caso de reinfección el contagio que se da 90 días después de una infección previa. Y si hay un cambio de variante, la autoridad abre la puerta a que el plazo sea incluso inferior a los tres meses. Esta podría ser la explicación para Aina, que se contagió coincidiendo con la eclosión de cepas diferentes (la alfa, la delta y la ómicron). “No me quiero obsesionar pero estoy cansada de dar positivo. Después de los tres contagios, hasta tener dolor de garganta me agobia”, admite.

2.
Alba Om

“El primer contagio fue por el aniversario de mi hija y el segundo, por Navidad”

El 23 de diciembre, en plena sexta oleada y a las puertas de Navidad, Alba Olm dio positivo por covid . Se hizo hasta cinco pruebas hasta que lo confirmó porque le salían negativas, arrastraba síntomas y una compañera del trabajo con quién coincidió se había contagiado días antes. A pesar de que dice que no sabe muy bien como se infectó, las fechas coinciden. Y no sería la primera vez que se infecta y que sospecha que el origen es laboral. En noviembre de 2020, un año y un mes antes, ya se contagió –seguramente de la variante alfa– en su puesto de trabajo. Entonces se dio cuenta enseguida: alguien se estaba comiendo una mandarina a su lado y no era capaz de olerlas. La línea roja del test de antígenos tardó un minuto en mostrarse. No pudo recuperar el gusto hasta pasadas dos semanas y el olfato, hasta las tres semanas. 

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Hace dos meses, ya preocupada por la escalada de casos del ómicron, empezó a sufrir un dolor de cabeza intenso, mocos y tos. En esta segunda ocasión estaba embarazada y se había forzado a hacer teletrabajo casi siempre para minimizar riesgos. “Pensaba que vacunada e infectada previamente estaría protegida, pero no. Me sentí una desgraciada. El primer contagio fue por el aniversario de mi hija y el segundo, por Navidad”, lamenta. 

3.
Jordi Muntané

“Estoy cogiendo el virus cada seis meses, ya estoy harto”

Sumado al cambio constante de variantes de los últimos meses, Sarukhan apunta que las personas no vacunadas o que no han completado la pauta de vacunación tienen más riesgo de reinfectarse. Este podría ser el caso de Jordi Muntané, que solo lleva puesta una dosis porque se ha contagiado tres veces: la primera en junio de 2020, justo después de que se acabara el confinamiento domiciliario, y las otras dos repartidas por 2021. “Parece que estoy cogiendo el covid cada seis meses. Ya estoy harto, empiezo a pensar que mi cuerpo no me protege de nada”, explica. De hecho, sospecha que durante la sexta oleada se habría vuelto a infectar.

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El primer contagio lo vivió como una “resaca fuerte”, pero las alarmas se encendieron cuando hizo fiebres altas. “No me pasaba desde hacía veinte años”, recuerda. En los siguientes contagios, sin embargo, los síntomas fueron perdiendo fuerza. El segundo parecía solo un resfriado y el tercero lo confirmó con un test que le pedían para viajar. “No tenía ningún síntoma”, asegura. Pero aún así sus amigos hacen broma de los contagios que encadena desde hace casi dos años. “No puedo vivir ligado a una prueba. Me infecto y me vacuno y lo continúo cogiendo, porque si lo tengo, lo tengo”, relativiza .

4.
Anna Olivé

“Lo hemos hecho lo mejor que hemos sabido y no hemos podido evitarlo”

Unos amigos de Anna Olivé se contagiaron hace unas semanas por segunda vez y, durante unos días, el pensamiento de reinfectarse la asaltó. “Ver casos cercanos me hacía dudar de que a nosotros también podía pasarnos. Pero sinceramente no pensaba que nos volvería a tocar”, afirma. Pero pasó. Y tanto ella como su marido pillaron de nuevo el virus. Más de un 8% de los casos en Catalunya son reinfecciones y el caso más habitual es el que esta pareja representa: personas que cogen dos veces el virus con un año de margen.

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“Me infecté hace apenas un año y ahora otra vez. Yo lo he hecho todo lo bien que he sabido –me he vacunado y he reducido los contactos sociales– y aún así no he podido evitarlo”, explica. El origen de este caso es un misterio. Las diferencias entre el primero y el segundo contagio son abismales, dice, entre otras cosas porque el año pasado estaba embarazada de cinco meses y la afectación del virus fue muy fuerte: se sentía muy enferma. El golpe emocional también fue durísimo: su marido tuvo que ir a urgencias, perdió a la abuela y su madre también enfermó. En el segundo contagio, sin embargo, prácticamente no tiene síntomas y lo atribuye en parte a la vacuna. “Tenía un dolor de garganta parecido al de un resfriado”, apunta.