Uno de cada cuatro jóvenes de 12 y 13 años ha vapeado al menos una vez en la vida
Un estudio estatal alerta de que el 37,7% de los preadolescentes han tomado bebidas energéticas en el último mes
BarcelonaLa fiebre por los vapeadores se da cada vez en edades más tempranas. Según un estudio del ministerio de Sanidad, el 25% de los estudiantes de entre 12 y 13 años admiten haber probado alguna vez estos cigarrillos de distintos gustos y colores. Un 21% dicen haber fumado en el último año. Según esta muestra de 8.000 alumnos de primero y segundo de ESO de todo el Estado, las chicas son ligeramente más propensas que los chicos a utilizar estos dispositivos y la asiduidad aumenta con la edad: mientras que un 7,6 % de los adolescentes de 12 años afirman haber vapeado en el último mes; la cifra se duplica hasta el 14,5% en el caso de los jóvenes de 13 años.
Estos datos confirman una tendencia al alza que hacía tiempo alertaban neumólogos y médicos de cabecera. La nueva ministra de Sanidad, Mónica García, ha anunciado este jueves que regulará el uso de estos dispositivos: “Los vapeadores tienen apariencia de juguetes y sabores dulces, pero son perjudiciales y la antesala del tabaquismo. Los regularemos”. En las últimas semanas la ministra ya se había comprometido a “limitar y regular” a los vapeadores y los cigarrillos electrónicos –que son similares, pero se diferencian porque los primeros pueden ser desechables y los segundos necesitan recargarse– como "nuevas adicciones de las nuevas generaciones".
Los datos de consumo de cigarrillos electrónicos que ofrece el nuevo estudio del gobierno español son “una relativa sorpresa” para los autores: explican que están “muy presentes” en la primera adolescencia. "Son cifras sorprendentemente altas, muy superiores a la del tabaco, cuando estamos viendo que los cigarrillos electrónicos son la puerta de entrada al tabaco", advierte el delegado del gobierno español para el Plan Nacional de Drogas, Joan Ramon Villalbí.
En cambio, la prevalencia del consumo de tabaco es “relativamente baja” en estas edades: el 8,5% reconoce haber fumado alguna vez en su vida (6,5% en el último año y 4,1% en el último mes), y es un hábito más extendido entre las chicas que entre los chicos. De hecho, menos del 1% de los preadolescentes se han convertido en fumadores diarios, muy por debajo de los entre 14 y 18 años. En este grupo, casi un 35% lo han probado y un 7% dicen fumar a diario.
Consumo más reducido de alcohol
El estudio también se hace eco del boomde consumo de bebidas energéticas entre los más jóvenes: constata que hasta el 37,7% de los estudiantes de 12 y 13 años han tomado Red Bull, Burn, Monster, Coca-Cola Energy u otros en los últimos 30 días. Y hasta un 10,2% dicen haberlo mezclado con alcohol. Las cifras se incrementan a medida que aumenta la edad, por lo que en los de 14 a 18 se duplica el uso de bebidas energéticas mezcladas con alcohol (19,5% frente al 10,2%).
Por lo que en otras conductas adictivas como el alcohol, los jóvenes de 12 y 13 años son “más prudentes” que los de 14 a 18 años. Por ejemplo, Villalbí ha señalado que hacen "consumos muy pequeños" de bebidas alcohólicas, si bien hay una proporción "nada despreciable" de chicos y chicas que dicen haberlo probado en el último mes. Según la encuesta, el 34,6% de los estudiantes de 12 y 13 años reconoce haber consumido alcohol, al menos, una vez en la vida; la cifra va bajando a medida que se acorta el período temporal, con lo que en los últimos 12 meses han tomado alcohol el 30,6% y en el último mes, el 21,5%.
El consumo es muy similar entre chicos y chicas, pero la frecuencia es algo superior entre los chicos. ¿Y dónde consiguen el alcohol? Los encuestados señalan tiendas de barrio (41,6%), casas de otras personas (40,8%) o su casa (33,2%) como principales abastecimientos. Sin embargo, los autores del estudio sí admiten “un poco más” de inquietud en cuanto a los patrones de consumo de riesgo. En este apartado, un 2% dicen haberse intoxicado y un 3% haber participado en un botellón en algún momento de su vida. Son datos que quedan muy lejos de los registrados por los adolescentes de 14 a 18 años, en los que el porcentaje en ambos casos asciende al 20%, pero que los expertos piden tener presente.