El Hospital de Bellvitge realiza un trasplante de cara único en el mundo
Por primera vez la operación se ha realizado con un donante al que ya no le funcionaba el corazón
BarcelonaLos trasplantes de órganos y tejidos son operaciones muy complejas que cambian de lleno las vidas de las personas que los reciben. En Cataluña el año pasado se hicieron, de media, cuatro trasplantes cada día, un hito que se logró gracias a la experiencia de los profesionales catalanes pero, sobre todo, a la cifra récord de donantes de órganos. Ahora, médicos del Hospital de Bellvitge han logrado un nuevo éxito con una operación única en el mundo: el primer trasplante facial del mundo con un donante al que el corazón ya le había dejado de latir. "Se trata de una operación excepcional que nunca se había hecho", destaca en el ARA la jefa del servicio de cirugía plástica y reparadora del hospital, Anna López.
¿Por qué este trasplante es pionero? Primero hay que entender que existen dos tipos de donante. El donante por muerte encefálica, es decir, una persona que sufre una muerte cerebral y el cerebro le deja de funcionar, pero que mantiene el resto de funciones vitales y, por tanto, sus órganos pueden tener una segunda vida; y el donante en asistolia controlada, es decir, una persona a la que el corazón le deja de latir, pero se le hace funcionar de forma artificial con un dispositivo externo para llevar a cabo una operación de urgencia y aprovechar algunos de sus órganos.
La donación en asistolia controlada ha revolucionado la técnica de los trasplantes en los últimos años, ya que ahora se pueden realizar muchos más. En el Hospital de Bellvitge, por ejemplo, que es uno de los hospitales que más trasplantes hace en Cataluña, seis de cada diez intervenciones son gracias a donantes en asistolia controlada, es decir, personas a las que el corazón se les ha detenido , pero se les mantienen las funciones vitales de forma artificial durante un período breve para que sus órganos sigan funcionando y se puedan trasplantar a pacientes que los necesiten.
El trasplante de cara es una intervención quirúrgica de extrema complejidad que sólo han realizado 18 hospitales de todo el mundo. En el Estado es la quinta vez que se hace, después de los que se han practicado en el Hospital La Fe de Valencia, en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y, en dos ocasiones, en el Hospital Vall d' Hebrón de Barcelona. "Era una asignatura pendiente que teníamos en Bellvitge", reconoce López, que reivindica el trabajo en equipo de los 60 profesionales del centro que han participado en una operación que ha durado 12 horas.
También ha sido la primera vez en el mundo en el que se ha efectuado una extracción en asistolia controlada que ha permitido obtener el corazón, la cara y los riñones del donante. Esto significa que el mismo día en que se realizó el trasplante de cara, los equipos del Hospital de Bellvitge realizaron también un trasplante cardíaco, un trasplante hepático y un trasplante renal.
Un tumor gigante en la cara
El paciente que ha recibido el trasplante de cara es un hombre de 47 años que sufría una enfermedad hereditaria que provoca tumores benignos en la cara y en otras partes del cuerpo. Se llama neurofibromatosis de tipo 1. Por culpa de esta patología, tenía un tumor de grandes dimensiones en la parte derecha de la cara que le provocaba graves afectaciones psicológicas, sociales y funcionales, ya que tenía problemas para mover las facciones y tenía la visión afectada. Además, no existía ningún tratamiento para aliviar estos síntomas o mejorar su situación.
Los profesionales de Bellvitge han estado casi dos años planificando esta operación. En quirófano, "la clave del éxito ha sido la excelente coordinación de todos los profesionales", explica López. Primero los cirujanos le extirparon el tumor gigante de la cara, lo que implicó también la extracción completa del labio superior, la nariz, el párpado del ojo derecho y la mitad derecha de la cara. A continuación, le implantaron la cara del donante haciendo la conexión de una arteria, cuatro venas y cuatro nervios. Según el hospital, el rostro implantado adquirirá la forma de la cara del receptor una vez se acomode a su estructura ósea.
El paciente está bien y sigue el proceso de recuperación habitual sin complicaciones significativas. Sigue hospitalizado y se prevé que reciba el alta en los próximos días. Después tendrá que realizar mucha rehabilitación para recuperar las conexiones nerviosas, que son las que le permitirán tener sensibilidad en la cara y recuperar la mímica facial.