Llegar a las mujeres, el reto pendiente contra el alcoholismo: "Nos cuesta pedir ayuda"

BarcelonaEva Boiso lleva un año sin beber alcohol, algo impensable cuando empezó el tratamiento de desintoxicación el pasado agosto. Recuerda cómo pasó de ser una bebedora social a realizar un consumo compulsivo prácticamente sin darse cuenta, empujada por muchos problemas diferentes que la llevaron a refugiarse en una adicción. Durante tres años, dice, estuvo dominada por el alcohol, las discusiones y las mentiras. Dejó su trabajo para no dejar de beber, lo que hacía sobre todo a escondidas, en casa, sólo a la vista de sus hijos y su pareja. No sabía cómo salir de esta situación. Estaba deprimida y en una tarde se podía beber 16 cervezas, pero por muchas latas que tomara no conseguía calmar su malestar, que cada vez era mayor. Finalmente, sus hijos le hicieron un ultimátum, tenía que pedir ayuda porque en casa ya no podían más.

Entonces, Boiso golpeó en la puerta de Projecte Home. Casi un año después de empezar el tratamiento está a punto de recuperar la vida que había perdido por culpa del alcoholismo. Ahora reconoce que debería haberlo empezado antes, pero cree que el estigma social y la invisibilidad que sufren especialmente las mujeres con adicciones la frenaron. "A las mujeres alcohólicas nos cuesta más pedir ayuda", admite. específica para mujeres en las que ofrecerá una atención específica a sus necesidades con el objetivo de mejorar el acceso a las terapias.

La entidad ha hecho este miércoles una rueda de prensa de balance de su actividad. beber, tampoco toma ansiolíticos y todavía esta nueva etapa con mucha ilusión. han sufrido mucho durante todo el proceso, pero también que están orgullosos de su evolución y tiene claro que la mejor manera de compensarles es demostrarles que puede continuar con su vida. "Me dicen que soy muy fuerte y eso me da mucho empuje para seguir. Cocaína y alcohol

El año pasado, Projecte Home Catalunya atendió a un 14% más de casos de adicciones respecto al año anterior, sobre todo por cocaína y alcohol, que representan más del 80% de los inicios de tratamiento. lamentado Canals. Hace años que son las sustancias que más adicciones generan, pero ella apunta una falta de sensibilización que sí existe con otras drogas, como el fentanilo, las golosinas de cannabis o la tusis, conocida popularmente como cocaína rosa.

Además, la directora del Área Terapéutica de Proyecto Home Catalunya, Cristina Vidal, ha advertido que la cocaína ha roto todas las barreras y está presente en todos los entornos sociales, independientemente del nivel socioeconómico, el género y la edad. "Vemos un consumo muy generalizado en hombres, mujeres, mayores y jóvenes. También en entornos más marginales, lo que rompe los estereotipos clásicos de una droga asociada a clases más acomodadas", aseguró. Lo mismo sucede con el alcohol, que está "ampliamente generalizado", lo que favorece una "mayor facilidad para desarrollar una adicción y al mismo tiempo multiplica las situaciones de riesgo cuando se toma la decisión de dejar el consumo", concluyó la experta.

Según los datos del informe, aunque habitualmente existe una sustancia principal que es la que motiva el inicio del tratamiento, hay un 58,2% de los usuarios que consumen dos o más sustancias a la vez, lo que se conoce como policonsumo. Las combinaciones más habituales son cocaína y alcohol y cocaína, alcohol y cannabis. En el caso de los varones, es frecuente la mezcla de alcohol y juego, mientras que en las mujeres la mezcla es de alcohol y psicofármacos.