Llenar historiales médicos con IA para ganar tiempo con el paciente

BarcelonaLa inteligencia artificial (IA) también aterrizará, en breve, en los centros sanitarios. Seis centros de atención primaria (CAP) ensayarán la herramienta Relisten, que es capaz de transcribir la conversación entre médicos y pacientes para proponer qué elementos son suficientemente importantes como para figurar en la historia clínica. Esta prueba piloto se presenta este lunes en el Mobile World Congress (MWC), según ha avanzado La Vanguardia, y consiste en incorporar un micrófono a la consulta para captar y grabar lo que dice el paciente. Así, la conversación se convierte en texto, se filtra la información más relevante, como síntomas, medicamentos o dudas de la prescripción, y se traduce al lenguaje médico. Cinco médicos y una enfermera ensayarán esta tecnología basada en la captación de voz y supervisarán todos los datos recogidos antes de que se incorporen a las fichas médicas.

El director de la Fundación TIC Salud Social, Joan Guanyabens, ha anticipado al ARA que con esta propuesta se quiere poner fin a la imagen de los sanitarios que no pueden mirar al paciente mientras le atienden porque están tecleando en un ordenador . El objetivo de esta iniciativa es "ofrecer una atención más humana", añadió. De hecho, reducir las tareas más burocráticas en las consultas es una reivindicación histórica de los médicos y enfermeras de los CAP, que alertan de una sobrecarga de funciones que no aportan ningún valor para los pacientes y acortan el tiempo de atención directa que reciben. Hace tiempo que la conselleria de Salut también se ha comprometido a aligerar las agendas de los profesionales y mejorar el ambiente de trabajo en la consulta. Ahora, el departamento ha visto en la inteligencia artificial (IA) una nueva vía para descargarlos de tareas administrativas.

Según ha indicado al ARA Guanyabens, esta herramienta de IA podría ahorrar alrededor de un 20% de tiempo de trabajo mecánico de los facultativos. La prueba se hará primero en estos seis centros y, al terminar, los responsables de la iniciativa harán un informe para evaluar el resultado y decidirán nuevos pasos. "Queremos validar que funciona bien y que tiene capacidad de aprendizaje", ha dicho Guanyabens. Entre los principales escollos que se pueden encontrar se encuentran que los pacientes hablan varios idiomas o pronuncian diferente y que, por tanto, existe riesgo de que la herramienta se equivoque al transcribir la información. De ahí que los profesionales tengan que validar los informes bandos de incorporarlos al registro.

Otro elemento a tener en cuenta es la protección de datos: no se registrará la consulta sin la autorización del paciente, que deberá ser informado previamente para decidir si quiere participar en el proyecto y dar su consentimiento. "Queremos que refuerce la confianza del paciente con el profesional", aseguró como impulsor de la prueba junto al Centro para la Integración de la Medicina y las Tecnologías Innovadoras en Cataluña (Cimti).

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