El uso de somníferos puede aumentar el riesgo de Alzheimer, según un estudio
Investigadores daneses y estadounidenses identifican la molécula que permite la limpieza del cerebro mientras se duerme
BarcelonaLos medicamentos para tratar el insomnio pueden causar el efecto contrario: aunque se toman para dormir y descansar, el sueño inducido puede no ser sano y producir problemas de salud a largo plazo. Según un estudio publicado este miércoles en la revista Cell, los fármacos que se toman para descansar tienen efectos secundarios, ya que no permiten que el cerebro se limpie adecuadamente mientras duerme. Una interrupción que aumenta el riesgo de sufrir afectaciones cognitivas, como Alzheimer.
Detrás de este toque de atención hay investigadores del Centro de Neuromedicina Traslacional de la Universidad de Rochester, en Estados Unidos, y de la Universidad de Copenhague. El equipo ha analizado cómo funciona y qué posible impacto tiene el somnífero basado en zolpidem, con efectos similares a las benzodiacepinas y comercializado con el nombre Ambien, en el cerebro. El estudio sugiere que estos medicamentos suprimen el sistema glimfático, que se encarga de la eliminación de residuos cerebrales, y, por tanto, favorecen la acumulación de proteínas tóxicas en el cerebro. Por ejemplo, la beta amiloide y la tabla, que influyen en la aparición de enfermedades neurodegenerativas.
El hallazgo fue fortuito, ya que el origen de este estudio era descubrir cómo el cerebro es lava cuando dormimos. Hace tiempo que se sabe que este órgano humano hace circular líquido por el cerebro y la médula espinal para eliminar las proteínas tóxicas durante el sueño. Sin embargo, hasta ahora no quedaba claro qué es lo que impulsa este proceso. Ahora, estos investigadores han descubierto que una molécula llamada norepinefrina tiene un papel clave en la limpieza del cerebro, aunque por ahora sólo lo han comprobado en ratones.
Durante el sueño profundo, el tronco encefálico libera pequeñas oleadas de norepinefrina aproximadamente cada 50 segundos. Esta molécula contrae los vasos sanguíneos, generando pulsaciones lentas que crean un flujo rítmico en el líquido circundante para arrastrar los desechos. "Es como encender el lavavajillas antes de acostarse y despertarse con el cerebro limpio", resume Maiken Nedergaard, autora principal del estudio.
"Director de una orquesta"
En modelos animales, los investigadores se fijaron en la relación entre la norepinefrina y el flujo sanguíneo durante el profundo sueño y descubrieron que las ondas de norepinefrina se correlacionan con las variaciones del volumen sanguíneo cerebral. A continuación, el equipo comparó los cambios en el volumen sanguíneo con el flujo de fluido cerebral y comprobó que los vasos actúan como bombas para impulsar el fluido cerebral circundante y eliminar los desechos. "La norepinefrina es como el director de una orquesta", explica Natalie Hauglund, investigadora de la Universidad de Copenhague y de la Universidad de Oxford.
En este momento, los investigadores se hicieron una pregunta: ¿todo el mundo duerme igual? Para averiguarlo, los administraron a los ratones zolpidem y comprobaron que las ondas de norepinefrina durante el sueño profundo eran un 50% menores que entre los que se dormían de forma natural. De hecho, aunque los animales tratados se dormían más rápido, el transporte de fluidos en el cerebro disminuía más de un 30%.
El equipo cree que es probable que los hallazgos se puedan aplicar a los humanos, que también tienen un sistema glimfático, aunque para confirmarlo se necesitan más pruebas. "Cada vez más gente utiliza medicación para dormir, y es muy importante saber si es un sueño saludable", advierte Hauglund. Y Nedergaard concluye: "Ahora que sabemos que la norepinefrina impulsa la limpieza del cerebro, podemos averiguar cómo conseguir que la gente tenga un sueño largo y reparador".