Semana decisiva para el futuro de miles de estudiantes de FP

BarcelonaCuando solo falta una semana para empezar el curso, miles de jóvenes no saben todavía si podrán estudiar o no el grado de formación profesional que quieren. Hoy por hoy no se sabe la cifra de afectados que se podrían quedar sin plaza. La incertidumbre es máxima: el alud de solicitudes para hacer un curso de grado medio o de grado superior dejó a centenares de aspirantes sin plaza y el Govern se vio obligado a crear nuevas urgentemente, pero también es cierto que durante el proceso se han contabilizado 8.000 renuncias. Empieza una semana decisiva para el futuro formativo, laboral y personal de miles de jóvenes catalanes.

El boom de inscripciones a la FP cogió desprevenido al departamento de Educación. Para decidir la oferta educativa, los responsables de Educación tienen siempre en cuenta el número de estudiantes de 4º de ESO y la natalidad de los cursos anteriores. Hasta ahora había funcionado: cada año había un incremento de entre un 1,5% y un 2% en la FP, unas cifras asumibles. Pero este año las previsiones han saltado por los aires. Se apuntaron 96.000 personas, un 23% más que el año pasado. ¿Qué ha pasado? ¿De dónde salen tantos aspirantes? Según Educación, ha habido un incremento muy grande de mayores de 20 años que no estaban en el sistema educativo reglado y que, afectados por la pandemia y los ERTE, han decidido volver a estudiar. Entre el 25% y el 30% de los aspirantes a un grado medio tienen más de 20 años, cuando normalmente estas plazas las ocupan estudiantes de 16 o 17 años que han acabado la ESO.

Ante estas cifras, los sindicatos alertaron en julio de que unos 10.000 jóvenes se quedarían sin la opción deseada en el sistema público, lo cual "les obligará a pagar por cursar estudios que realmente quieren hacer o bien cursar una opción secundaria". Esto preocupaba mucho al sector educativo, porque puede suponer un aumento del riesgo de abandono de los estudios, un problema mayúsculo en Catalunya y sobre todo en los grados medios, una de las etapas con más deserción de todo el sistema educativo. Es por eso que el Govern anunció que, para hacer frente al fuerte aumento de las inscripciones, abriría 60 grupos nuevos e incrementaría ratios en los ciclos más demandados para crear 4.000 plazas nuevas. Unas plazas que, si bien dieron cierta esperanza a algunos jóvenes, eran insuficientes para cubrir las 14.000 solicitudes de más que se habían registrado respecto al año anterior.

El caso es que las cifras todavía no están cerradas. No se han adjudicado todavía ni estas 4.000 plazas nuevas anunciadas ni tampoco las más de 10.000 plazas que han quedado vacantes. Según datos del departamento de Educación facilitados al ARA, de las 31.358 plazas que se ofrecieron en grados superiores han quedado vacías 6.042, un 19%, mientras que todavía faltan por llenar 4.681 plazas de las 38.651 de ciclos medios, un 12,2% del total. Son plazas de especialidades que nadie ha pedido y hasta 8.000 son de personas que habían hecho la preinscripción y que finalmente han renunciado (quizás porque finalmente harán bachillerato, irán a la universidad o se lo han repensado y no quieren estudiar).

14.000 plazas en juego esta semana

Esta semana, pues, es decisiva porque se repartirán las plazas que han quedado libres (después del segundo periodo de matriculación, las vacantes se adjudicarán el martes 7 de septiembre a los estudiantes que las hayan pedido) y también se abrirá un nuevo proceso extraordinario, del día 8 al 10, para poner nombres y apellidos a las 4.215 plazas nuevas anunciadas. "En esta preinscripción podrá participar todo el mundo, pero se priorizarán las personas que hicieron la solicitud en periodo ordinario", asegura el departamento. Pero las familias denuncian que la orden para repartirlas no es nada clara.

Podría haber más oportunidades si el departamento de Educación aceptara la oferta que ha hecho la patronal Pimec, que este fin de semana ha ofrecido 1.900 plazas concertadas para resolver el grave déficit de formación profesional. Sea como fuere, parece bastante claro que para evitar quedarse sin plaza habrá alumnos que acabarán estudiando opciones que no habían pedido. "El impacto de este desajuste comportará graves consecuencias sociales, culturales, educativas y económicas en los próximos años", avisó en julio el Foro de Ciudades con Consejo de la Formación Profesional, formado por 53 municipios.