Seguridad

Un 184% de alarmas más en hogares catalanes: "No disuade, pero avisa"

En Cataluña existen 858.093 dispositivos privados de esta tipología conectados

BarcelonaLa llamada se debe a un problema del rúter, ya que el internet no acaba de funcionar. Cuando ya se han realizado las gestiones necesarias, el operador significa una última cosa antes de colgar: pregunta al cliente si tiene alarma en casa, y deja caer que tienen una oferta difícil de rechazar. Otra persona acude a un banco para domiciliar su nómina. La conversación vira, de nuevo, hacia una alarma: también tienen una oferta que abarata mucho su precio. Son dos situaciones anecdóticas, pero que demuestran cómo las alarmas para evitar robos están presentes en nuestro día a día. Ofrecen las compañías telefónicas, los bancos, y en algunos casos son necesarias para firmar una hipoteca.

En mayo del año 2025, en Cataluña había 858.093 alarmas privadas conectadas a la central receptora. En 15 años, este dato se ha multiplicado en un 184%, según los datos de la Asociación Catalana de Empresas de Seguridad (Acaes). Y esto, evidentemente, hace que el de la seguridad privada sea un mercado al alza. Según los balances de la Asociación Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad (Aproser), en 2023 el valor de este mercado se situaba prácticamente en los 6.000 millones de euros, con un crecimiento interanual de casi el 6%. De todo ese valor, el 50% hace referencia al mercado de las alarmas.

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David Mulero es CEO de Mood Seguridad y también es el vocal de Instalaciones de Acaes, y lamenta que el boom de las alarmas no siempre va acompañado de una mejora de la seguridad de las casas. Critica que algunos de estos sistemas son "soluciones que generan una peligrosa falsa sensación de seguridad", afirma. Critica que a menudo se ofrecen los mismos paquetes para domicilios muy distintos, cuando las necesidades de un piso no son las mismas que las de una casa. "Es una estrategia basada en el volumen, de cantidad y no calidad", lamenta. Por eso, desde la Asociación quieren dejar claro que la alarma no es un producto de "consumo rápido" y que la atención debería ser personalizada, analizando todos los puntos débiles de una casa.

En la misma línea, cerrajeros y fuentes de los Mossos d'Esquadra avisan de que tener alarma no es una garantía para que no te entren a robar. "Nada más lejos de la realidad –afirman–. Es una herramienta muy buena para saber que han entrado, pero no impide que entren. No disuade, solo avisa", concluye. Los ladrones no suelen estar más de tres minutos en una casa. Y en muchos casos, entre que la alarma se activa, se avisa al propietario y se acaba avisando a la policía pasan más de 20 minutos. La gran cantidad de alarmas conectadas también provoca, según Mulero, una gran inversión de recursos públicos para poder responder a los avisos. Lo ejemplifica diciendo que en el 2024 el 76% de los avisos de alarmas que recibieron los Mossos resultaron ser falsos. Y eso que el operador de la central de alarmas hace ya un primer filtrado.

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Los vigilantes

Desde Acaes también detectan otra dinámica al alza, sobre todo en bloques privados: cada vez más gente opta por contratar a vigilantes de seguridad privada. Algunos bloques de la parte alta de Barcelona, de hecho, han cambiado los conserjes por vigilantes. "Hay que hacernos ver, para que los ladrones sepan que estamos", comenta un vigilante del barrio de la Bonanova. Una de las urbanizaciones pioneras fue la de Lucía, también en la zona alta de la capital catalana. Llevan más de 20 años con un vigilante que va haciendo rondas entre las calles de casas. Cuenta que no sabe muy bien por qué, pero en octubre del 2024 le dejaron de pagar, y hubo una ola de robos. Sus padres estaban dentro de su casa, en la planta baja, y los ladrones se colaron por una ventana abierta del tercer piso. "Cada día durante ese mes entraron en casas de nuestros vecinos, incluso hicimos un Excel con todos los robos", afirma. Tienen alarma, pero como estaban dentro de su casa estaba desconectada. "Estábamos en casa, nos sentimos muy vulnerables", recuerda. Ahora, vuelven a tener vigilante y han hecho un grupo de los vecinos para comunicar cualquier sospecha.

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De hecho, cada vez hay más vigilantes de seguridad. Según los datos de la conselleria de Interior a los que ha tenido acceso el ARA, en el 2024 había 17.299 vigilantes registrados en Catalunya. En el 2019 sólo había 13.879. Se trata de un aumento constante que hace que cada año logremos el recuerdo de trabajadores de este sector. Sin embargo, las empresas se mantienen más estables: en el año 2019 había 204 inscritas en el registro de Interior, y este año hay 201.