Sucesos

Los exploradores del este que cultivaban kilos y kilos de marihuana en el Pirineo

Los Mossos detienen a 21 personas y incautan droga valorada en 50 millones de euros

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BarcelonaMás que traficantes, de entrada parecían exploradores. Los Mossos d'Esquadra lo comparan con una expedición de griegos o romanos que buscaba nuevos territorios a conquistar. Uno de ellos caminaba horas y horas por la montaña buscando el lugar perfecto, abriéndose paso entre zarzas y bajando por margeres. Debía buscar un espacio lejos de toda civilización, escondido, boscoso, pero que tuviera un arroyo o una balsa cerca para tener agua. Una vez lo había encontrado, una "guerrilla" se desplazaba a la zona. Cargados con hachas y sierras (no podían llamar la atención ni hacer ruido), deforestaban la parcela. Después, llevaban una bomba de agua para crear una acequia que fuera desde el arroyo hasta la futura plantación. Sólo quedaba plantar la marihuana, montar cuatro tiendas de campaña y empezar a cultivar.

Todo se hacía a pie. Llevar las bombonas de butano para cocinar y transportar la marihuana preparada para vender hasta una carretera. Como si fueran antiguos contrabandistas, se colgaban un fardo en la espalda con kilos y kilos de droga. "No había caminos ni senderos para llegar, era bosque", explica el subinspector César Jou, jefe del Área de Investigación Criminal de la Región Policial Alt Pirineu y Aran dels Mossos. Él ha liderado una investigación que ha terminado con 21 personas detenidas, una quincena de plantaciones desmanteladas y una gran cantidad de marihuana requisada: 27.000 plantas que en el mercado tenían un valor de casi 50 millones de euros. La mayoría de ellas estaban en puntos perdidos del Pirineo leridano. "Era muy inaccesible", continúa el subinpector, y describe la Odisea que tuvo que hacer la policía y la autoridad judicial para llegar, con más de una caída y uniformes llenos de barro.

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Todo empezó hace año y medio en la Baronía de Rialb, un municipio de poco más de 200 habitantes de la Noguera. En un punto perdido del término municipal, los Mossos encontraron una plantación de marihuana al aire libre con más de 500 kg de droga. Hasta cuatro personas le estaban cuidando permanentemente. Muy cerca de la plantación la policía vio un Citroen antiguo y este pequeño detalle puso nombre al operativo 4 Cavalls. la investigación siguió con otra plantación desmantelada muy cerca. Detrás no estaba haciendo del Noguera, sino traficantes de los países del este. No interactuaban con los vecinos ni descendían a los núcleos urbanos. Era una organización estructurada y jerárquica. Los cuidadores iban y venían de la Europa del Este y funcionaban por turnos. Estaban unos meses y después volvían a su casa. En cambio, los líderes estaban establecidos en apartamentos y casos de la costa catalanes, desde Lloret de Mar hasta Salou.

Aprovechando las estaciones

Las plantaciones también eran rotativas. De noviembre a marzo se centraban en plantaciones indoor que los Mossos sospechan que tenían en casas y naves ocupadas junto a la costa, mientras que cuando el clima era más cálido volvían al Pirineo para reactivar las plantaciones oudoor. El subinspector explica que en los primeros meses de primavera cultivaban la droga en invernaderos y cuando llegaba el verano lo hacían al aire libre. Eran plantas en las que se aprovechaba prácticamente todo, ya que estaban "modificadas genéticamente" para ser "más productivas". Solo tuvieron algún obstáculo con la sequía, ya que los Mossos detectaron que se les había acabado el agua de algunos estanques. Y el agua, dice el investigador de los Mossos, es su principal "caballo de batalla". De hecho, siempre intentaban no hacer ruido, pero obviaban este principio para mantener su riego: de noche, ponían en marcha la bomba de agua.

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El primer grupo criminal los Mossos lo consiguieron desarticular a finales de 2022. Unas semanas más tarde Sin embargo, los agentes de la comisaría de Tremp encontraron un espacio deforestado con signos evidentes de haberse utilizado recientemente como plantación de marihuana. Estaba en una zona boscosa y de difícil acceso a Sarroca de Bellera, una población de poco más de 100 habitantes del Pallars Jussà. Ya hacía frío, y la policía prefirió esperar a ver si volvían cuando hiciera más calor, y así fue.

2 y 4 caballos

En abril de este año retomaron la actividad. Había dos personas que cuidaban la plantación y otras dos que realizaban tareas de transporte y logística. Analizando sus perfiles más a fondo, los investigadores pudieron vincularlos con más plataciones en el Pallars Jussà y en Rupit i Pruit, en Osona. El pasado septiembre, los Mossos ya lo tenían todo preparado para desmantelar las plantaciones y detenerlos. La operación fue el pasado día 13, con hasta nueve detenciones y más de 6.000 plantas de marihuana destruidas. Este operativo se llamó 2 caballos. Ahora, la tarea policial se centra en saber a ciencia cierta si los criminales del 4 caballos eran los mismos que el de los 2 caballos. Es una sospecha fundamentada: vienen de los mismos países, utilizan las mismas tácticas y las plantaciones estaban muy cerca unas de otras. La policía considera que están ahí desde el 2021, el momento en el que algunos vecinos de estos pueblos del Pirineo empezaron a ver a gente del este por su zona.

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La droga, sin embargo, no se quedaba en Catalunya. Fuentes policiales apuntan a que su objetivo era llevarla al norte de Europa, donde el precio se triplica. Sí aquí un gramo de marihuana vale seis euros, allá 18. Si la droga que requisaron aquí está valorada en 50 millones de euros, allá en 150 millones.