Cuchillos ligados a las mesas y comida ya cortada: las medidas de Justicia para las prisiones

Sindicatos y departamento se reúnen durante cinco horas y avanzan en la negociación

BarcelonaQue los cuchillos en las cocinas o cutters en los talleres estén atados a las mesas con una cadena para que el preso no pueda utilizarlo fuera de su zona de trabajo. O que en las neveras de las prisiones cada vez haya más comida de cuarta gama. Es decir, verduras, frutas y otros alimentos ya cortados para que los internos no tengan que manipularlos tanto. Éstas son algunas de las medidas, según ha podido saber el ARA, que el departamento de Justicia ha propuesto este viernes a los sindicatos de prisiones en una reunión para mejorar la seguridad en los centros penitenciarios; unas negociaciones que detonaron después del asesinato de la cocinera de Mas d'Enric, que murió apuñalada por un interno que trabajaba en la cocina hace un mes.

El encuentro de este viernes ha durado prácticamente cinco horas y representa un avance relevante entre dos posiciones, la de la Generalitat y la de los sindicatos, que hasta ahora se habían mantenido inamovibles. De hecho, en el último y primer encuentro sobre la seguridad en las prisiones los sindicatos se levantaron de la mesa antes de tiempo y después plantaron la conselleria en la siguiente reunión sobre condiciones laborales. Las conversaciones parecían rotas, pero este viernes han dado un paseo. Ahora ambas partes hablan de "optimismo", si bien "prudente", sobre todo por parte de los sindicatos, que hasta ahora pedían un paquete de medidas urgentes para sentarse a negociar. Este viernes se le han encontrado.

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Concretamente, y según fuentes consultadas por este diario, el departamento ha presentado un documento con una treintena de propuestas, algunas de las cuales son de aplicación inmediata. Por ejemplo, la medida de atar los cuchillos a las mesas y apostar por la comida de cuarta gama, así como la compra de pulsadores de alerta que traerán todos los profesionales, la oferta de un curso de defensa personal o la implementación de inhibidores de teléfonos. Todo ello iría acompañado de un refuerzo con nuevos trabajadores que en estos momentos ya se están formando. Fuentes sindicales hablan de unos 300 que podrían incorporarse en breve. Los sindicatos han enmendado algunas de las medidas y en las próximas semanas se irán intercambiando documentos para seguir negociando. Incluso fuentes cercanas a las conversaciones hablan de "principio de entendimiento" en algunos aspectos.

Avances

Sea como fuere, que la reunión se haya alargado tanto y que la conclusión sea que hay que seguir hablando es un avance en la negociación, tal y como admiten ambas partes. Las conversaciones se iniciaron hace 15 días gracias al relevo en la dirección de Mas d'Enric (ahora reubicado como analista de seguridad), un movimiento que los sindicatos y la plantilla pedían para negociar. Sin embargo, hasta este viernes no se había conseguido entrar en el fondo de la cuestión.

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Este viernes acudieron en el encuentro todos los funcionarios menos CSIF, que se desmarcó de las conversaciones. Concretamente, han asistido UGT, CCOO, Intersindical y CATAC. Por parte del departamento, había representantes de la dirección de Asuntos Penitenciarios. "Somos optimistas, pero con moderación", admitían fuentes sindicales a la salida de la reunión. De momento, todavía no se ha programado la fecha del próximo encuentro, sino que los representantes de los trabajadores están a la espera de que el departamento les vuelva a enviar una propuesta de mejoras con sus enmiendas incorporadas. Ahora bien, la plantilla no mantiene la misma posición de los sindicatos, ya que piden la dimisión de la consejera Gemma Ubasart y el secretario de Medidas Penales, Amand Calderó, como condición para sentarse a negociar.