Fiestas en mansiones de Barcelona y coches de lujo: detienen al falso heredero de un multimillonario
El joven, de 27 años, alquilaba pisos y áticos de lujo con transferencias de dinero falsas
BarcelonaEscogía áticos de hoteles de lujo y mansiones a precios prohibitivos, organizaba fiestas multitudinarias durante un fin de semana y después desaparecía. Se hacía pasar por el hijo de un rico magnate americano recién llegado a Barcelona, pero en realidad era un estafador de solo 27 años que dejaba un rastro de deudas por pagar a los inmuebles que supuestamente había alquilado para trasladarse a vivir una temporada. No tenía prácticamente nada en propiedad ni ingresos. Los Mossos lo han detenido dos veces en menos de un mes y le atribuyen varios episodios similares de estafas que suman unos 300.000 euros.
Su manera de hacer era siempre similar: se ponía en contacto con una inmobiliaria de viviendas de lujo (o un hotel) y se interesaba por el alquiler de algún inmueble. Tanto la documentación que aportaba como las transferencias de dinero que pactaba eran falsas y el dinero nunca llegaba a los destinatarios. Él, sin embargo, ya se las ideaba para poder instalarse en el piso o la casa rápidamente. Su apariencia, moviéndose en coches de lujo como Lamborghini o Tesla, también conseguidos estafando o incluso presentándose con un falso chófer, ayudaban a dar una apariencia de verdad a su historia y a que las inmobiliarias lo dejaran entrar incluso antes de haber firmado formalmente el contrato. "Era una estafa encima de otra. Era su modus vivendi", expone el cabo Albert, investigador de los Mossos d'Esquadra de la unidad de Sarrià-Sant Gervasi.
El joven tenía suficiente con uno o dos días para organizar una gran fiesta, que aprovechaba para seducir a los invitados, ganar credibilidad y que se fuera consolidando la imagen de él como un auténtico millonario. Las reuniones también le servían para hacer nuevos contactos que lo podían conducir a nuevas víctimas, según apuntan los Mossos. En el momento de su segunda detención, según los agentes, el hombre estaba en un conocido hotel de Barcelona con una chica que explicó que habían vivido juntos antes en un piso de lujo de la ciudad. Cuando fue detenido dijo que sufría mitomanía, un trastorno obsesivo para obtener la admiración de los otros.
El primer caso que llega a los Mossos es el 14 de febrero con la denuncia de una propietaria. La inmobiliaria que le gestionaba el piso había tramitado el alquiler y había confiado porque el detenido también era cliente de las mismas fincas en Madrid. Antes de cerrar el acuerdo para estar en la residencia 18 meses, pidió pasar dos días ahí para ver si realmente le gustaba. Estuvo todo el fin de semana: celebró comidas y fiestas con muchas personas y después desapareció sin haber pagado ni un euro.
Dos días después de esta primera alerta, los agentes recibieron un segundo caso. Un hombre se había interesado por un chalé y lo quería alquilar durante un mes por 16.500 euros. Explicó que venía de Canadá y que estaba en la ciudad para cobrar la herencia de su madre. Presentó todo tipo de documentación falsificada, incluso supuestas capturas de pantalla de las cuentas bancarias de su padre con un saldo de 80 millones y un justificante que había hecho el ingreso de la reserva, un dinero que nunca llegó. También enseñaba una captura falsa de su tarjeta de crédito. Ponía que era de la filial del BBVA en Estados Unidos, una entidad que fue vendida en 2020 y cambió de nombre. En aquella ocasión estuvo semanas en la casa antes de fugarse.
Un precedente en Sitges
La investigación permitió llegar hasta Sitges, donde en mayo del año pasado se había producido un caso con muchas similitudes. En aquella ocasión, el estafador había llegado en un coche de lujo y con chófer privado para instalarse durante tres días en un chalé. "Cambiaba pequeñas cosas de su versión", apunta el cabo. A veces cambiaba de nombre, pero la mentira de fondo siempre era la misma.
La primera detención del joven fue el 16 de febrero. El juez lo dejó en libertad con cargos y solo un mes después volvió a actuar. El 13 de marzo se denunció una estafa en un ático dúplex de un hotel donde el alquiler mensual era de 22.400 euros. Un cliente lo había reservado para todo un año, pero después de instalarse unos días todo había resultado mentira. Las transferencias de 36.000 euros por los honorarios de la inmobiliaria nunca llegaron a ingresarse en ninguna cuenta.
Los Mossos supieron este último caso cuando el hombre todavía vivía en el dúplex del hotel y lo fueron a detener. Fue ahí, en medio del Passeig de Gràcia, donde lo encontraron instalado con una chica sin haber pagado todavía la estancia. De nuevo, quedó detenido y después quedó en libertad con cargos. De momento se lo ha detenido por tres hechos, pero fuentes policiales avisan de que seguramente no serán los únicos. De hecho, tiene antecedentes por estafar y antes de llegar a Barcelona estaba instalado en León y viajaba mucho a Madrid buscando, también, hoteles y pisos de lujo.