'Godzilla' y 'Pep': los Mossos llevan un narcoasalto que salpica a dos agentes en el juicio por corrupción en el puerto
Asuntos Internos no investigó los apodos de dos policías que podrían ser los que ahora se sientan en el banquillo de los acusados
BarcelonaPep y Godzilla. Estos eran los apodos de dos mossos destinados a la comisaría de Sant Martí. Era el 2015 cuando un informador de la policía afirmó que estos agentes –de los que no sabía el nombre, sólo el apodo– colaboraban con una organización criminal para hacer narcoasaltos, es decir robos de droga conocidos también como vuelcos, a otras bandas. El informador añadió que entre los implicados también se encontraba un agente del ARRO de los Mossos y un exmilitar. En el momento de conocer esta información, la investigación sobre estos narcoasaltos estaba muy avanzada. De hecho, estaba pendiente de juicio. Ahora bien, aunque realizaron seguimientos al agente del ARRO y al exmilitar, porque sus nombres habían aparecido en una conversación telefónica, nunca llegaron a investigar Godzilla y Pep.
La persona que ha explicado toda esta información ha sido un agente de Asuntos Internos de los Mossos durante la tercera sesión de juicio a dos mossos y dos mecánicos por haber colocado droga y armas en el coche de un estibador del Puerto de Barcelona con el objetivo de incriminarle. El agente que declaró como testigo este miércoles confirmó que los agentes acusados nunca habían sido investigados por Asuntos Internos, si bien hubo esa delación de un confidente que involucraba estos dos apodos. El martes, el sargento de investigación de Sant Martí –que era el superior de los investigados y al mismo tiempo uno de los líderes de la instrucción que les encausó– apuntó que no conocían al cabo y al agente por estos nombres, pero que dedujeron que eran ellos por la constitución física de uno y el catalanismo sentido del otro.
El agente de Asuntos Internos también ha confirmado que uno de los mossos ahora acusados conocía al exmilitar que investigaron en el 2015 porque conducía una moto que estaba a nombre del agente. Sin embargo, las pesquisas policiales no fueron a más, si bien la información de este confidente levantó sospechas. Ahora, ambos mossos se enfrentan a hasta dieciocho años de cárcel y los mecánicos a dieciséis, según la petición de la Fiscalía. Se les imputan delitos contra la salud pública, tenencia ilícita de armas, detención ilegal y, en el caso de los agentes, revelación de secretos.
Este martes declaró a la víctima de la presunta falsa imputación, el estibador Carlos L., y aseguró que el plan para incriminarlo fue obra de David Caballero, conocido como Bubito, un exestibador asesinado en Montgat por un conflicto de drogas. Carlos L. dijo que se negó a entrar en el negocio de la cocaína y éste fue el origen de la enemistad. Según el relato de la Fiscalía, ambos agentes de los Mossos y los mecánicos fueron los encargados de ejecutar el plan.
Asuntos Internos y San Martín
Durante el juicio, según fuentes presentes en la sala, el agente de Asuntos Internos aseguró que fueron los investigadores de Sant Martí, que en un inicio llevaron el caso, quienes fueron a buscarlos cuando tuvieron sospechas de que quizá habría mossos implicados en este caso. En cambio, este martes el sargento de Sant Martí explicó que todo había ido al revés: que Asuntos Internos había llamado a su puerta. Las defensas de los agentes aseguran que la investigación contra ellos fue prospectiva y que las escuchas telefónicas –se llegó a pinchar la comisaría de Sant Martí– no estaban suficientemente justificadas. Por eso han insistido en esta contradicción.