El jurado considera culpable por mayoría al acusado de matar a un menor de 15 años en Sant Hipòlit de Voltregà
Los hechos tuvieron lugar en 2023 y se enmarcaron en un conflicto de drogas
BarcelonaEl jurado popular ha concluido que el hombre juzgado la semana pasada en la Audiencia de Barcelona para matar a un menor de 15 años en Sant Hipòlit de Voltregà (Osona) en 2023 es culpable de un delito de homicidio. Así lo han decidido por mayoría los miembros del jurado, que también han dictaminado –esta vez por unanimidad– que el acusado es también autor de un delito de tenencia ilícita de armas, ya que el crimen se cometió con una pistola. La Fiscalía y la acusación popular piden penas superiores a los 20 años de cárcel y ahora el magistrado deberá concretar su condena exacta para el acusado.
A lo largo de estos días, varios testigos e investigadores de los Mossos d'Esquadra han declarado a la Audiencia de Barcelona para esclarecer qué ocurrió esa madrugada en una calle céntrica de la localidad de Osona. Varios testigos, tal y como apuntó el ARA desde un inicio, afirmaron que todo vino por un conflicto de drogas. Describieron que el menor finado y otros dos jóvenes fueron a casa del acusado para recriminarle que les había sustraído medio gramo de cocaína. Esto marcó el inicio de una disputa "con gritos muy fuertes" y "amenazas" hacia el acusado, que entró en su casa y salió con una pistola, con la que disparó. Según indicaron, el acusado tenía la cara ensangrentada y disparó "de muy cerca" al joven con disparos que se dirigían directamente a él. Luego, huyó y se inició una búsqueda. Por último, lo encontraron en un arcén de la carretera, ya sin el arma. Los vecinos también explicaron que no era la primera vez que veían al hombre con un arma.
A su vez, los Mossos revelaron que en el registro del domicilio del acusado encontraron la funda de un revólver compatible con el arma homicida. Asimismo, indicaron que también descubrieron munición del calibre 22, que era el tamaño de la bala que impactó en la cabeza de la víctima y le provocó la muerte. Aunque los Mossos no lograron encontrar el arma del crimen, el responsable de la investigación dijo que el descubrimiento de la funda y la munición reforzó su tesis. Asimismo, los agentes explicaron que, si bien al principio los testigos no se atrevieron a explicar de dónde venía la pelea, finalmente lo admitieron, tal y como después hicieron en el juicio.
El acusado negó los hechos
El acusado también declaró en el marco del juicio con jurado en la Audiencia de Barcelona y negó los hechos. Concretamente, dijo que quien le disparó a la víctima era una tercera persona que abrió fuego mientras ambos se peleaban. Según su relato, la noche de los hechos coincidió con la víctima y sus amigos en una fiesta y una amiga del joven le pidió que le vendiera droga, pero él se negó. Acto seguido, afirmó que mientras iba a pie a casa, el chico y su pandilla se desplazaron en coche para robarle y llevarse el revólver que causó la muerte del menor. Al llegar a su piso, dijo, encontró la puerta forzada y los jóvenes le agredieron con una botella de cristal y una barra de hierro: "No me mataron de milagro", aseguró el hombre.
Finalmente, la mayoría del jurado popular no se ha creído su versión y le ha condenado. El ministerio fiscal pide 21 años de cárcel y una indemnización de 170.000 euros Por su parte, la acusación particular –ejercida por la madre del menor fallecido– pide una pena de prisión de 22 años y una indemnización de 15.000 euros.