Liberadas 41 mujeres que eran explotadas sexualmente desde un 'call center' de Figueres
La policía detiene a diez miembros de una red internacional que movía frecuentemente a las víctimas de ciudad para esconderse
BarcelonaLas obligaban a mantener relaciones sexuales y pocos días después las trasladaban a otra ciudad para impedirles cualquier oportunidad de salir de la red de tráfico de personas. Los proxenetas decidían quién, dónde y cómo se ofrecían los servicios sexuales, pero, para cubrirse las espaldas, toda la gestión se hacía de forma descentralizada: los contactos con clientes se hacían desde dos call centers en Figueres y en una población de Italia; la publicidad de los servicios en internet, desde República Dominicana; y la recaudación económica, la retención de las mujeres y el alquiler de habitaciones, en Francia. El modelo, conocido como sex tour, les ha funcionado durante meses. Hasta ahora. La Policía Nacional, que ha trabajado coordinadamente con los cuerpos de seguridad franceses, italianos y dominicanos, ha informado este viernes del desmantelamiento de este grupo criminal y la liberación de 41 mujeres que eran explotadas sexualmente.
La policía ha detenido a diez personas: cuatro en Francia, tres en Figueres, dos en República Dominicana y una en Italia por los delitos de tráfico de seres humanos con fines de explotación sexual, pertenencia a organización criminal, prostitución y blanqueo de capitales. El entramado tenía dos bases logísticas, llamadas call center, en Figueres y en el municipio italiano de Rho. Desde aquí, los miembros de la banda publicaban anuncios sexuales, gestionaban las llamadas de los clientes y concertaban las citas sexuales, así como las reservas de los billetes de tren para los desplazamientos de las víctimas y apartamentos en los que se ejercía la prostitución. Los proxenetas simulaban ser las mujeres que proporcionarían los servicios sexuales y concertaban los encuentros con los clientes.
Modelo del turismo sexual
La organización estableció una tercera sede logística en República Dominicana, desde donde se gestionaban los anuncios de prostitución en páginas web, las llamadas a clientes y el desplazamiento de las víctimas a las nuevas ciudades, que hacían cada pocos días siguiendo el modelo del turismo sexual. Este sistema dificulta la detección de la actividad criminal, ya que son las mujeres explotadas las que se mueven por el territorio y sin permanecer demasiado tiempo en ninguna ciudad. Los integrantes del entramado, además, recaudaban el dinero que obtenían las víctimas y se desplazaban a Francia para recoger el efectivo, aunque también se hacía a través de transferencias. Desde Francia, se volvía a remitir a República Dominicana.
La operación comenzó a raíz del descubrimiento de anuncios de servicios sexuales en páginas web francesas gestionadas desde España. La organización contaba con miembros en Francia que facilitaban las habitaciones donde explotaban a las mujeres. Los propietarios de los inmuebles a los que eran trasladadas sabían que se ejercía la prostitución e, incluso, participaban en la publicidad de los servicios sexuales.
Aparte de las detenciones, la policía ha hecho 20 entradas y registros: 14 en Francia, tres en Figueres, dos en Italia, y uno en República Dominicana. Además, se han intervenido dos vehículos de alta gama, más de 70.000 euros en efectivo, 100 teléfonos móviles, joyas, relojes y documentación relacionada con la investigación.